20-08-15.-El terrible drama de la socialdemocracia es querer acabar con los males que produce el capitalismo pero manteniéndolo como sistema; por supuesto, el intento es vano y, paradójicamente, constituye la más eficaz válvula de seguridad del capitalismo.
Es así, la función principal de la socialdemocracia es crear la ilusión del “ahora sí”: "ahora sí, con éste se arreglan las cosas"; "ahora sí, con este operativo se acaba la delincuencia"; "ahora sí, con el captahuella se acaban las colas"; "ahora sí… ahora sí… ahora sí". Y con esa esperanza pasan los días y el capitalismo está seguro, porque la masa está esperanzada y distraída. La función principal de los revolucionarios, de los socialistas auténticos, es develar el gran fraude que es el capitalismo, señalarlo, explicarlo como el causante de todos los males.
El gobierno anuncia un nuevo operativo, el Presidente declara, veamos la noticia:
(Caracas, 18 de agosto).- Venezuela aislará a los criminales y personas que promuevan la violencia y pretendan amenazar al pueblo, derrotándolos con la paz y reaccionando con conciencia, expresó este martes el presidente de la República, Nicolás Maduro.
“Los sentimientos de solidaridad y de humanismo es lo que debe imperar para la construcción y consolidación de la patria nueva, de la patria socialista”, reiteró este martes el presidente.
“Debe imperar es la solidaridad, el amor por encima del individualismo, de la mezquindad que impone el capitalismo, que (además) ha impuesto antivalores de culto a las drogas, del culto a la violencia”, sostuvo el Mandatario Nacional.
En el programa anunció la graduación de 6.500 estudiantes del Frente Francisco de Miranda para desplegarse en las viviendas para difundir la paz: “Es una brigada especial, una fuerza especial, Fuerzas Especiales para la Paz”, ya que dijo que la única manera de construir la paz es desde adentro”.
Este nuevo operativo está destinado a fracasar, a ser otro “ahora sí”, por dos razones principales. Veamos.
Se muestra la incoherencia del gobierno, por tanto contribuye a la pérdida de la credibilidad, el gobierno declara:
“Debe imperar es la solidaridad, el amor por encima del individualismo, de la mezquindad que impone el capitalismo, que (además) ha impuesto antivalores de culto a las drogas, del culto a la violencia”, sostuvo el Mandatario Nacional.
¡Declaración socialista perfecta! El problema reside en que la teoría no es respaldada por la práctica. Cómo encajan estas frases encendidas con las expoAragua, expoCarabobo, expoAnzoátegui, expoTáchira, etc. que se publicitan como un éxito de la incorporación de los ¡capitalistas! al proceso; cómo explicar esa arenga socialista con la entrega de la Faja a los capitalistas de pérez abad, o con las declaraciones de altos voceros del gobierno donde abogan por la alianza con fedecámaras, con la burguesía, o con las zonas especiales santuarios del capitalismo. No es de extrañar que las declaraciones no tengan credibilidad, los capitalistas ni siquiera se incomodan un poquito, son capaces de aplaudir, saben que no pasan de eso, frases parte del engaño.
Es incomprensible que el gobierno llame a la fraternidad, al amor por encima del individualismo, de la mezquindad y simultáneamente estimule al capitalismo. Es el gran drama de la socialdemocracia, la condena al fracaso, al agotamiento del discurso.
El amor, la fraternidad, no son un asunto solamente de buena voluntad, de publicidad, de discursos, de “misioneros” que envían a inmolarse explicando lo que no tiene explicación. Debe tener un respaldo en la práctica del gobierno, una base material, la hegemonía de la propiedad social de los medios de producción, sólo con ella se entrelaza la conciencia amorosa. Es una contradicción estimular el egoísmo, la guerra de todos contra todos en la economía, es decir el capitalismo, la propiedad nosocial de los medios de producción, y esperar una conducta amorosa, fraterna en la sociedad.
Debe quedar claro, para nosotros y para las generaciones futuras, que el fracaso de este gobierno no puede ser endosado al Socialismo, mucho menos al comandante Chávez: es el fracaso de la socialdemocracia en una de sus expresiones más burdas.