Unas vez más nos vemos obligados a contestar al alto gobierno: en días pasados pedimos la anulación de la compra de los aviones Sukhoi, y como es frecuente esa afirmación fue despachada con insultos, deformaciones y bravuconadas. Lo primero que hacen es confundirnos con la derecha oligarca; así todo el que se oponga a la compra de los aviones es oligarca y derechista. Después, para sustentar la adquisición del equipo militar, se alega que se compra para ser respetados, para no ser cobardes, para no ser débiles.
Repetimos ahora lo que dijimos antes: la compra de esos aviones, en el marco del cierre de la frontera con Colombia, era un estímulo para una carrera armamentista, ya esa era suficiente razón para no hacerla. Pero, además, en medio de una profunda crisis económica, de fuerte caída de los precios del petróleo no tenía sentido, era un mensaje errado a la conciencia de la población.
Pero hay otro elemento importante en las afirmaciones que se hacen para sustentar la compra, se sostiene que el equipamiento… y aquí vale leer la noticia que aparece en "Noticias 24", una página oficiosa del gobierno:
El mandatario venezolano señaló que cuando informó sobre la caída de un avión, voceros de la oposición “salieron a decir que no debíamos seguir comprando equipos militares“, a lo que respondió este sábado desde el Paseo Los Próceres que “mientras sea necesario”, su gobierno seguirá adquiriendo los equipos que necesite el país.
Añadió que tales compras son “para ser respetados en el mundo”, y que “nadie respeta a los débiles ni a los cobardes”.
Se establece así una doctrina militar errada: el respeto, la valentía, la fortaleza dependen del equipamiento. Nosotros, siguiendo la doctrina militar bolivariana, la doctrina de Chávez, sostenemos que la fortaleza, la valentía, el respeto de un país residen en su grandeza de ideas, en sus razones sagradas por las cuales luchar, en resumen, en su corazón. Cabe citar aquí el libro El Chavismo, según Chávez, con prólogo de James Petras (el libro que la derecha interna no quiere que leas), documento que se puede encontrar en elaradoyelmar.blogspot.com. Allí podemos leer estas palabras del Comandante, en la clase magistral que dictó cuando presentaba su candidatura en el CNE:
"…convertir a Venezuela en un país potencia, ese es el tercer gran objetivo histórico.
Ahora, ustedes comprenderán, porque ustedes sé que estudian mucho y piensan bastante, que este tercer objetivo no sería posible si no logramos conservar y consolidar el primero, la independencia nacional; si no logramos continuar construyendo el segundo, el proyecto socialista, sólo por ese camino de la independencia nacional y la revolución socialista podremos convertir a Venezuela en un verdadero país potencia en esta parte del mundo”.
Nos invita, el Comandante, a entender que el “país potencia” viene atado a la soberanía y a la construcción del Socialismo. Siendo así, “expoaragua”, que es declarada una operación capitalista, nos hace más daño a nuestra "virilidad", nos hace mucho más débiles, menos respetables, menos socialistas que no comprar los aviones.
Pero sigamos con el Comandante:
"Miren, y cuando yo digo potencia no estoy pensando en una gran potencia como lo fue la Unión Soviética, como lo ha sido Estados Unidos para el mal, potencias para el mal o como lo es China, la hermana y amiga y aliada República Popular China; Rusia está comenzando a levantarse de nuevo, aliada nuestra y amiga nuestra la patria rusa, o Brasil que se está levantando como una potencia media de mucho peso en el mundo. Cuando digo potencia, país potencia, quiero que nosotros tengamos presente que Venezuela fue ya, en una época, una potencia, cómo si no fuimos potencia es que pudimos derrotar en este territorio a la potencia que fue España, al imperio español.
(…)Fíjense este concepto de Simón, el caraqueño universal. ‘Y se preguntará dónde está Caracas. Caracas no existe —le dice—, pero sobre sus ruinas, heroicas tío Esteban ¡brilla la libertad y la independencia que hemos logrado después de tanto sacrificio! Tío Esteban’.
Vaya que padre el nuestro. ¡Esa es nuestra extirpe! Y nosotros no podemos quedarle mal a la ¡extirpe bolivariana que tenemos en la semilla, en los huesos, en la sangre!
Cueste lo que cueste y pase lo que pase, por eso decía: fuimos una potencia, una potencia capaz de desplegarse por este continente a llevar la libertad y a derrotar al imperio español hasta allá, hasta las cumbres de Ayacucho, ahora el tercer gran objetivo histórico retoma la historia y apunta hacia el futuro, y los invito a que nosotros con nuestros conocimientos, con nuestro amor, con nuestros planes, con nuestra unión, nuestro trabajo, trabajo y más trabajo convirtamos a Venezuela en un país potencia en lo moral, en lo político, en lo social, en lo económico”.
Aquí, el Comandante Chávez esboza los lineamientos de una nueva doctrina militar, Bolivariana, Chavista, Socialista: la fuerza está en el espíritu, en el conocimiento, en la unión, en la moral de la tropa. Entonces, cuando despojamos a la masa civil y militar de las razones sagradas por la cuales luchar (ya lo dijo Chávez, Soberanía, de la única manera que es posible con el Socialismo) estamos haciéndole daño a la Patria; cuando la desarmamos de la fuerza espiritual, no hay Sukhoi que reponga esa falta. Es paradójico, pero la compra de los Sukhoi debilita la soberanía de la Patria.
Esta doctrina militar es la única que posibilita un enfrentamiento exitoso con los imperios, está demostrado en la historia; una guerra socialista basada en el armamento militar está condenada al fracaso.