No establecer cuál es el enemigo principal en una revolución lleva a pelear con espejismos y al fracaso. Bolívar cae derrotado no por los colonialistas vencidos mil veces en batallas, sino por acción de la neo-oligarquía interna. La Revolución del 23 de Enero es conducida al pacto socialdemócrata de punto fijo no por la acción directa de los gringos, sino por la oligarquía interna que usó a los politicastros para que todo siguiera igual. La Unión Soviética se derrumba no por la acción de los capitalistas europeos o gringos, sino por la acción intestina de la perestroika, por Gorbachov y compañía, durante años. Las Revoluciones llevan en su seno el germen de su destrucción, lo viejo las habita y regresa al menor descuido.
La Revolución chavista sucede en medio de una feroz lucha de clases, no podía esperarse otra cosa. Los para-reformistas, los socialdemócratas, aprovecharon la turbulencia y tomaron la conducción del proceso, luego del asesinato del Comandante, y con fina y productiva mano nos llevan hacia la restauración del capitalismo. Es así, vivimos un proceso de retroceso hacia la socialdemocracia que fue derrotada por Chávez, y este proceso, lamentablemente, ocurre sin resistencia de los Socialistas. Estos están paralizados por una disciplina boba, por comodidades imperdonables, o simplemente por incapacidad de oponerse teóricamente a los giros de la derecha interna.
Todos los días se ven los avances hacia el capitalismo franco y la profundización de la ética egoísta base psíquica del capitalismo. Y todos los días se ven los estertores del Socialismo, las boqueadas de un sistema que se resiste a morir en pleno nacimiento.
Los ejemplos sobran. Un ejemplo: la "expoaragua”, abierta con bombos y platillos, abundantes trajes exquisitamente cortados, corbatas de colores pasteles, lanzamiento de fuegos artificiales a favor del capitalismo, por allí pasearon todos los altísimos jefes de la para-reforma y todos hablaron de las bondades de los capitalistas, los llamaron con súplicas, aquello fue una verdadera feria, artistas y deportistas le dieron brillo a la infamia. Algunos audaces hicieron lo que hoy está de moda, prostituir al Plan de la Patria, según ellos allí cabe todo, desde el capitalismo hasta los objetivos de la ONU; hacen del Plan de Chávez, no un plan para ir al Socialismo, tal como lo dice el Comandante en la cátedra que dictó cuando lo presenta en el CNE, discurso que se encuentra en el libro "El Chavismo, según Chávez", con prólogo de James Petras que se puede bajar en elaradoyelmarblogspot.com (el libro que los para-reformistas no quieren que se lea).
Otro ejemplo que ilustra los tiempos, simultáneamente con este despliegue de fuerza y sinvergüencería del reformismo, de la derecha interna, ocurre en Caracas, en el Parque Los Caobos, un modesto acto de "feria conuquera", la noticia casi dispensa comentarios. Leamos:
“Hoy, cuando se cumple un año de su creación, 70 productores exhiben sus cosechas y la ponen a la orden de los consumidores a precios justos, en una jornada realizada en el Parque Los Caobos, en Caracas.
En declaraciones para Venezolana de Televisión, la ministra para las Comunas y Movimientos Sociales, Isis Ochoa, manifestó la importancia de sumar esfuerzos a la consolidación de la seguridad y de la soberanía alimentaria y de continuar con la conformación y fortalecimiento de la red de conuqueros y de la distribución directa de sus productos.
Para tales fines, hizo entrega este sábado a la red de conuqueros de Caracas de un camión 350, que permitirá garantizar la distribución de los alimentos al pueblo. “Es un camión que va a permitir ampliar el sistema de distribución que estamos nosotros desarrollando y promoviendo en la Revolución Bolivariana”.
Sólo con comparar el fatuo de la expoaragua y la pobreza del acto en el Parque Los Caobos, cualquiera se da cuenta de quién gana la batalla interna y quién se va quedando para lo simbólico.