La pagina, http://marcianosmx.com/salvados-por-la-campana/, refiere que George Washington, el primer Presidente de los Estados Unidos, murió el 14 de diciembre de 1799 y, según la leyenda, en su lecho de muerte, pidió que lo enterraran no antes de dos días después de que fuera declarado muerto; porque al parecer, temía ser enterrado vivo. En efecto, lo enterraron 4 días después de su muerte.
Por su parte, el director de cine español, Rodrigo Cortés, en su película “Enterrado”, del 2010, narra como un padre de familia, despierta, enterrado vivo, en un viejo ataúd de madera. Sin saber quién lo puso allí y por qué. http://enfermedad-catalepsia.blogspot.com/2011/06/peliculas-sobre-catalepsia.html
En el mismo estilo cinematográfico, existe una variedad de historias que narran situaciones de enterrados vivos. Pero, en la vida real también suceden cosas parecidas como las referidas anteriormente. En estos días, en Venezuela, el chavismo fue declarado muerto, pero aquí si se sabe por quienes y por qué; es seguro que ellos en su conciencia, ya le dieron cristiana sepultura.
Esta muerte, anunciada por “homicidas confesos”, matriz de opinión, bien explotada y analizada por escribidores de Aporrea y otros, de otras paginas virtuales opositoras que les ha quedado en estos tiempos de elecciones, como anillo al dedo, argumentan lo referido por “los homicidas” del chavismo, justificando que todo bajo esa corriente ha sido malo para Venezuela. Es decir, se le dio armas al enemigo y, sin duda, las revierten contra quien se las da, que ya no son chavistas, pero dejan el peo prendido para aquellos, que nos mantenemos dentro de esa corriente.
Si se detalla la actuación de “los homicidas”, se puede pensar que no percibieron bien, el estado del supuesto difunto, se equivocaron y creyendo que habían matado al chavismo, salieron corriendo, asustados al verlo inmóvil. No tuvieron tiempo de pensar que existe un estado biológico, llamado Catalepsia, en el cual la persona o el supuesto difunto, o el chavismo tiene apariencia de muerte y sin signos vitales, pero en realidad se halla en un estado consciente, pudiendo ver y oír todo lo que sucede a su alrededor. Es decir, el chavismo no puede ser enterrado vivo, sobre todo, cuando aun, millones de personas creemos en él.
Posiblemente, matan al chavismo, porque no responde a los estímulos que le proporciona toda la situación crítica que ha vivido el país por algún tiempo, y pensaron que por eso estaba muerto, y lo trataron de enterrar estando aun con vida. Por eso es, que para el chavismo, morir no es tan fácil, si se entiende que, a pesar de todo lo que sabemos está pasando en Venezuela, sigue siendo esperanza para muchos. Esto, me conduce a pensar que, querer matar al chavismo, no es más que, una forma de quitarse la vida política en una fecha concreta y cercana, a las elecciones parlamentarias. En fin, matar al chavismo, tampoco es fácil, si el pueblo no lo permite.