En Venezuela estamos en batalla y ustedes, borrachos de egolatría, no entienden que el momento exige máxima unidad táctica y estratégica, que no es tiempo de “recular y vivir de leyendas”, que no es momento de mostrar cual versátil e inteligente somos en individual a la hora lucir nuestra galas de inconformidad, censura y anquilosadas grandilocuencia retórica y pegostosa, pues mientras ustedes se solazan alabándose uno contra otros, el enemigo, aunque débil en cuanto a número, es rabioso y utiliza las armas que para bien de su discurso ustedes a diario le dan.
¿Qué parte de revolución de origen electoral ustedes no entienden? ¿En qué lugar de sus reconcomios por no ser protagonistas en la estructura del estado, quedó la lealtad al proceso y la fidelidad al comando cívico y militar que conduce el Presidente Maduro? ¿Quién les convenció que aspirar a ser elegido diputado fuera del GPP sirve a la revolución? ¿De verdad ustedes creen que sus poses de pretendida factura intelectual sin asidero en la realidad concreta aportan sustancia a la construcción del socialismo del siglo XXI?
En consecuencia permítame recordarles, que la condición revolucionaria obliga a la razón a operar con altos niveles de certeza, lo que implica pesar la política armados de un instrumental metodológico casado con los principios dialecticos, solo así, nos desmarcamos de falsas percepciones, dogmatismos y de posiciones personales, cuando no ambivalentes, las cuales tributan cual rio crecido, al fraccionalismo, el divisionismo y la ideología dominante. .
Ni siquiera les voy a pedir que reflexionen, pero por favor apaguen el “socialistómetro” (ese aparato extraño con el que pretenden medir que tan socialista somos los chavistas). Por amor a la patria que nos legó Bolívar, la lucha armada y Chávez, entiendan que lo que está en juego es la sostenibilidad de un proyecto que es bandera y símbolo de lucha para los revolucionarios del mundo y ello nos obliga a estar a su altura.
Permítanme recordarles, que de no ser por este Estado Bolivariano y Chavista, todavía estuviéramos buscando un horizonte para enrumbar a la revolución que todos soñamos en el siglo pasado.
Reconozco que se han cometido errores, que ha habido omisiones y hasta injusticias en algunos casos individuales y aislados, si no los hubiera, seriamos dioses y no humanos con defectos y virtudes, pero la traición no es el camino, y abrir tienda aparte es una deslealtad que pone en riesgo este momento histórico sin igual, cuando el pueblo tiene la oportunidad única de regir sus destinos.
Nada es más importante que la revolución y tengo la certeza que para el Presidente Maduro, Diosdado Cabello y el comando cívico militar eso está claro. No hay nada que justifique la crítica visceral contra el proceso, no hay nada que sea más importante, porque si tenemos la vida embargada en ella, no hay fuerza que nos doblegue o nos haga retrotraernos.
En ese sentido, los invito a que el 6D, muestren su lealtad y compromiso con la vida, la patria y ustedes mismos. Hay que votar y votar en bloque. Recordemos que esos votos no son de un individuo o parcialidad, son los votos por la profundización del proceso y la construcción del socialismo.
O somos unidos Bolivarianos, Socialistas y Chavistas, o nos resignamos a que la restauración plena de la derecha asesina y neoliberal nos tome por asalto.
