Reza el proverbio popular “Que Dios nos agarre confesados”, cuya frase la escucho citar desde pequeño, mencionada comúnmente por las personas cristianas, para referirse, específicamente, cuando llegue “el fin del mundo”, advirtiendo, “cuando Dios venga” y sea justo con nosotros cuando nos hayamos confesado. Esta misma expresión cristiana la quiero aludir para alertar al pueblo venezolano, de manera especial, al “populacho”, a los invisibilizados y excluidos de la Cuarta República que, de alguna manera se han dejado confundir e influenciar por los medios de comunicación y la oligarquía venezolana, para que sufraguen en las elecciones parlamentarias del próximo 6 de diciembre por los candidatos de la oposición y del imperialismo norteamericano.
No es mentira que en un supuesto negado la MUD obtuviese una mayoría parlamentaria en el proceso electoral que se avecina, entonces valdría la pena decir “Que Dios nos agarre confesados”, porque a partir del mismo 6 de diciembre el país va a experimentar desde la Asamblea Nacional la tragedia que se comenzaría a vivir en la Patria de Bolívar.
Sabemos del odio que sienten los lacayos del Norte por el pueblo venezolano. Y ese mismo día, repito, de un supuesto negado, los diputados del Diablo emprenderían sus confabulaciones para entregarles a sus amos las empresas venezolanas que fueron rescatadas de la privatización por el Gigante de América Hugo Chávez Frías.
Con una mayoría parlamentaria a favor de la oposición tenemos que olvidarnos de más pensiones para nuestros adultos mayores, de hogares dignos construidos por la GMVV, los hermanos médicos cubanos serían expulsados del país, no aprobarían recursos para aumentos del salario mínimo, ni para mejorar la educación, la salud, amén de comenzar con las privatizaciones de PDVSA, las empresas básicas de Guayana, CANTV, sin descartar que la Asamblea Nacional autorice a los EE.UU., la instalación de bases militares en Venezuela, similares a las instaladas en Colombia para humillar y someter a los pueblos hermanos de Centroamérica y del Caribe.
Existen muchas razones para que la oposición no logre la mayoría parlamentaria en las elecciones del 6 de diciembre. El pueblo venezolano no puede arriesgar las conquistas logradas durante los 16 años de Revolución, pues de lo contrario no nos quedaría otra alternativa que decir “Que Dios nos agarre confesados”.
