¡Cuentos; en día de inocentes!

La agencia del BFC Cumaná, como siempre, en día de pagos de pensionados de IVSS, luce agobiante, pero la necesidad grande: 2:30 pm, resignados, necesario y obligante, hay que entrar para hacer el retiro de la pensión, unas 40 personas, abarrotadas en la pequeña sala, una cola, en la otra, la de pensionados, hay unas 20 más. De las tres taquillas para el público general, ¡sólo un cajero atiende las 40 personas de la primera cola! El cansancio, la molestia se nota por todas partes…

3.15 pm, apenas hemos avanzado unos 5 o 6 pasos, en la cola general, por delante y por detrás, en su mayoría todos son pensionados a quienes la otra cola, la de pensionados, no les gusta por su lentitud o para no sentirse viejos. Atrás, tres señoras, de piel tostada por el sol y el trabajo, de buen vestir, elegante, como el común de los venezolanos, de esos pueblitos apartados, cuando visita la ciudad. “Cuchuchean”, bajito, como con miedo, me miran y tratan de esconder lo que dicen. ¡No hablan de mí!, parecen hablar contra el gobierno, sonrío. Suben el volumen y escucho; critican a sus nietos, hijos, hermanos y vecinos, por no recordar los malos ratos de la cuarta, los desencantos, la exclusión. Critican porque muchos de ellos, ahora abogados, profesores, ingenieros…, gente bien y acomodada gracias a las misiones y a los “enganches” en el gobierno, tienen y son gracias al gobierno, sin embargo, votaron contra el gobierno…

La cola avanza algo más rápido, la conversación se detiene, la gente se impacienta, vuelven las críticas, ¡alguien señala que ese banco es privado! Igual, la crítica insiste bajo la versión de falta de actuación y sanciones por parte del gobierno al BFC. 30 min más tarde, ya el banco está cerrado, ahora se incorporan dos cajeros más, ¡gracias a Dios!, pero igual de lentos. Al frente, una mujer lee el periódico local REGIÓN, nada de mi agrado, en sus páginas centrales, como a medio cuerpo, lado izquierdo “Julio Borges quiere reglas claras y consenso para las decisiones de la MUD en la AN” ¿Difícil? Lado derecho; Luis Vicente León; “La actualización del aparato productivo requiere sincerar los precios”. ¡Salve Dios, al pueblo venezolano!, no quiero, retirado como estoy, por estos días de NAVIDAD, del accionar y del discurso político, me niego. ¡Merecemos un descanso, pa lo que viene! Vuelvo cara, hacia la gente de atrás. Ahora hay una mujer más, más joven, más “negra” y más “finamente vestida”. Percibo que trabaja en alguna dependencia gubernamental.

Conversa, discursea contra el gobierno, trata a viva voz de convencer a las tres primeras de lo malo, maluco del gobierno y las razones de la derrota. Las primeras, se defienden, tienen sus razones y argumentos, la opacan. La llevan a otro plano; ¿qué van hacer los diputados opositores al llegar al gobierno? En respuesta; esgrime o confiesa que probablemente, después de tantos años de no estar en el gobierno, ahora vengan contra todos y con todas las ganas de seguir robando. “porque mire todo lo que en estos años no han podido robar” ¡Ay, pobre de aquellos que votaron por la oposición, andan arrepentidos!, comentan como una sola persona. Por un momento, hacen silencio, se miran y siguen comentando; Argentina, Macri, el neoliberalismo, Rajoy, los resultados electorales españoles…, por último, su relación con la política neoliberal de la oposición venezolana. La cuarta mujer, perdido el dominio de la situación, logra cambiar la conversación a lo local; culpa y desmanes del alcalde, del gobernador; de cómo “roban” y cómo el sebin le decomisó 16 taxis escondidos en una casa. Antes alguien me dijo 10. Me voy de la conversación, ya no me cuadra, pero escucho que muy segura dice; “el gobernador cuando fue rector de la udo se robó toda la plata”. Definitivamente, todo era mala intensión. ¡Silencio en la sala! Fin de la conversación.

4:15 pm, nuestra cola ya casi que llega a su final, la cosa está más rápida, del otro lado, en la cola de pensionados, un señor, “blanco”, de sencillo pero elegante vestir, parece médico, ingeniero, por el carnet en el cuello, volteado para que no lo identifiques, parece como esos “contratistas” al servicio del Estado. Tras de sí, dos mujeres lo acompañan; “blancas”, de “finos” y elegantes rasgos físicos, ¡de estirpe! , pero poco o ningún “glamur” en el vestir. Parecen más amas de casa que profesionales. Cómo esas señoras que por herencias se dedicaron a cuidar a sus hijos y nunca fueron a una universidad. Al frente del hombre dos mujeres de “color”, “no muy bien vestidas”, pero aceptables. La primera parece una mujer de “oficios en casa”, escucha con atención lo que el hombre les dice sobre “las bondades y belleza del sistema político, de justicia y respeto de los Estados Unidos”, la segunda mujer, en apariencia profesional, como maestra, profesora, docente responde contando al hombre “cómo Maduro y Diosdado pretenden despedir a los trabajadores de PDVSA por no votar en favor del gobierno” El hombre replica y dice que; “el secretario privado de Nicolás, en Miraflores, lo viene acompañando en todos los cargos importantes desde que era presidente del sindicato del metro de Caracas, en consecuencia debe ser y estar informado de todos las marramuncias de Nicolás”, la pimienta la pone cuando dice que; “en Estados Unidos, en un pueblito a 20 minutos de Miami, la policía encontró al secretario privado de Nicolás haciendo negocios de narcotráfico y soborno por nada más ni menos que 600.000.000 $, Si, eso dijo; ¡seiscientos millones de dólares!, de los cuales el soborno se pagaría con 100.000.000, ¡cien millones de dólares!. La plata debía ser colocada en Panamá” ¡Bien pendejo Nicolás! Bueno hoy es día de inocentes, pensé. La conversación se detuvo, percibo en los rostros y silencio de las mujeres que sus piernas temblaban, se desvanecían al escuchar aquella “grosería”. A la primera, la de “oficios en casa” casi que la veo llorar, ¿Cómo aquel hombre le estaba diciendo tal atrocidad? Parecía ofendida, perdida, Chavista, Madurista… La segunda, más profesional, hizo silencio, la tristeza en su rostro daba que pensar muchas más cosas... En opinión de quien escribe, se vieron engañadas en su buena fe por aquel elegante y de estirpe “hombre blanco”, las mujeres que lo acompañaban, conscientes de la metida de pata, entran en la conversación con más cizaña y leña…

¿Quiénes eran? La vida, la suerte o el Dios que desde allá arriba todo lo ve y todo lo puede, mostró la identidad, para que la verdad, la justicia se imponga y las “historias”, aunque en día de inocentes, puedan ser contadas sin maldad o mala intensión. El carnet identificaba al señor como un trabajador más del DIARIO REGIÓN. ¡Cosas!

La vida en la cola del banco, hoy día de inocentes, mostró que el pueblo humilde, llano y simple, está consiente, siente, sabe, huele…, que la derrota de las fuerzas bolivarianas el 6D fue un gran error y muchos, de los que no votaron o lo hicieron en contra, están arrepentidos, los de la oposición, convencidos que los engañaron, pero sobre todo; que aún hay gente común, profesional, de estirpe, mala y de muy malas intenciones.



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Felipe Marcano


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