Jueves, 07 de enero del 2016. La situación que se presenta ante una Asamblea Nacional cuyas nuevas autoridades en franca rebeldía con lo ordenado por el Tribunal Supremo de Justicia han juramentado a los cuatro diputados cuya elección estaba bajo la lupa del TSJ, revela para quién ojos tenga, la estrategia por parte de la fracción de la MUD de crear una crisis institucional y un enfrentamiento de poderes.
Están provocando, llegaron pechereando, buscando pleito, armando barullo.
En los estados modernos el balance de poderes, su equilibrio es uno de los principios que soportan la vida democrática, la convivencia y la paz social. Es de suma importancia el estar alertas frente al doble discurso de la derecha que trae armas envueltas en ramas de olivo, proclamando que buscan la unión de todos los venezolanos cuando sus acciones demuestran lo contrario, el poder Legislativo enfrentado al poder Judicial desconociendo sus decisiones y provocando al Ejecutivo.
Internacionalmente le ha funcionado de perlas a la derecha, crean una situación explosiva, de enfrentamiento de poderes y luego activan la posibilidad de una intervención externa, intervención de países que en nombre de la Libertad y la Democracia invaden, someten e imponen su voluntad, ejemplos sobran y la fórmula les ha funcionado en muchos casos.
La provocación de parte del presidente de la Asamblea Nacional, Henry Ramos Allup quien en su discurso del primer día se refirió de forma un tanto irrespetuosa y desconsiderada con referencia a las salas Constitucional y Electoral del TSJ requiere de una sabia y expedita respuesta por parte del supremo Tribunal de la Nación.
Si hay elementos para considerar inválidas las elecciones de los cuatro diputados en cuestión, pues repitan las elecciones y que ganen los que reciban el visto bueno del soberano, una decisión salomónica de parte del TSJ, permitiría avanzar y abortar este conato de lucha de poderes que se plantea desde la derecha.
