Lo que el presidente de la AN, Ramos Allup, le dijo en su propia cara
al presidente Maduro, es digno de alabarlo sin terquedad egoísta de
consideración y, como tal no dejamos de apreciar el grado de
politización que los rebosa a ellos, tanto a los de la oposición como
a los chavistas y aliados compañeros de Maduro que no se perdonan nada
y, no pierden la oportunidad de manifestarlo como políticos de doble
moral con su diatriba socarrona.
Y, Ramos Allup, micrófono en mano no peló la ocasión de robar cámara a
sabiendas que estaba en vivo y en directo en cadena nacional y, como
adeco-guasón, micrófono en mano apeló, a la veteranía de su
imaginación entre aplausos y gritos no se desinfló, ni dejó espacio
que lo perturbara de rabia concentrada y, terco como es se hizo oír,
repartiendo consejos a troche y moche que a más de uno de los
presentes le dio picazón aguda que, sin rascarse vivieron momentos
inoportunos y no así otros de exaltación y, no precisamente los
militares presentes que, con balas de su metralla verbal fueron
“fusilados” como golpistas en el acto por desconfianza en otras
actuaciones de hacerse llamar bolivarianos que, al mismo Ramos Allup,
le interfiere como presidente da la AN y como el principal líder de la
oposición, le parece “indecoroso” e ilegal que la Fuerza Armada
Nacional, lleven tal calificativo en vez de nacionales.
La noche en el hemiciclo corría pausada y recuerdos otrora de batallas
verbales se escondían en su seno: sin estrellas ni lluvia pestilente
de no poder sacar los paraguas del desencanto de gritar unos más que
otros o de taparse los oídos a muchas verdades que todo el mundo ve
menos el Gobierno Nacional que, se suceden a diario en el país y,
Ramos Allup, se las gritaba con firmeza y sutileza como para que se
percataran de los errores cometidos que no son culpa de la oposición,
pero eso pesa entre políticos que no entienden la gravedad de
problemas que nos maltratan a diario a toda la población y, allí
estuvo la astucia de Ramos Allup de sacarlos a flote en vez de
perderse en habladurías y vaciar necedades picarescas, mostró más bien
respeto que marchitó la conciencia crítica de justos y pecadores por
quedar bien con la audiencia.
Y, el que no quiera reconocer que, Ramos Allup, estaba alertando y
ayudando a la gente del gobierno que corrijan sus errores con
paciencia de erudito consiente se los vacilo a placer y con respeto y
consideración los alertó a que procedieran a darse cuenta de lo mal
que andan muchas cosas en el país, bolívar devaluado como moneda
nacional, empresas privatizadas quebradas a montón y, otras sin
dirección, economía en pico de zamuro por un mal juego con el dólar,
personas dirigiendo empresas las que no saben dirigir, desafecto,
corrupción y creemos que Ramos Allup se portó como un político leal,
sincero que, la única torpeza que cometió fue alabar al negro
Aristóbulo por su dignidad y nobleza de trabajador público que, a lo
mejor lo devaluó sin querer y, con mucha claridad metió el dedo en la
llaga pestilente de nuestro ocaso político.
No sé, si Maduro como presidente constitucional que Ramos Allup le
reconoce, se percató de tantas verdades juntas que salían de los
labios de ese diputado en contra de su gobierno, a quien Maduro casi
al comienzo de su discurso no dejó de recriminarlo por la acción
ordenada del desalojo de los cuadros del Libertador y de Chávez de la
AN y, que después el presidente de la AN, lo crucificó políticamente
por las pésimas actuaciones y actitudes que han tenido dirigentes de
entes del Estado , lo que Ramos Allup, no dejó de explicar con todas
las razones que él pueda tener en ambos casos.
Mientras, hay mucha tela de la política venezolana que cortar de ambos
lados -oposición y gobierno- uno de acusar y el otro de defenderse y,
ojalá se dieran las manos de la justicia y de la paz vivencial y,
comenzaran con inteligencia de interés mutuo a buscar las raíces de
los problemas económicos y sociales que afectan al país y en vez de
desnudarse en prácticas provocadoras y ruidosas de baja moral, atacar
las que tienen a la Nación metida en un caos existencial que nos
afectan por igual y, tanto Maduro como Ramos Allup deben preocuparse
por actuar por la justicia social que haga posible, sacarnos del
estancamiento económico-productivo en que estamos metidos sin piedad
de nadie.