Juan Barreto, Coordinador Nacional del partido REDES, estuvo siendo entrevistado en el programa “Vladimir a la 1”. Barreto fue muy crítico con algunos aspectos de la gestión de Gobierno, ciertamente en tono respetuoso y leal. El objetivo de este Análisis no es discutir tales críticas, sino tomar la entrevista como punto de partida para una reflexión más general.
Una cosa que dijo Barreto es cierta sin duda: que no hay un solo chavismo, sino varios chavismos. Claro, dicho así, sin más ni más, puede parecer un exabrupto, pero en realidad la expresión puede tener varias lecturas. Aparentemente Barreto se refiere a la existencia de diversas tendencias e interpretaciones del pensamiento de Chávez en el seno del movimiento revolucionario. Es algo parecido a lo que ha ocurrido con el marxismo y con el peronismo. Una vez desaparecidos los líderes emblemáticos de esas ideas, las interpretaciones se han multiplicado. Inclusive, hay una situación que ha llegado a preocuparnos: lo que se llama el “legado de Chávez” es como un plato que distintos cocineros preparan y aderezan al gusto personal. Por supuesto, esto lleva a serias tergiversaciones, algunas hasta llegan a negar la verdadera esencia del pensamiento de Hugo Chávez.
Sabemos que en Venezuela hay grupos de estudio que están intentando sistematizar el pensamiento de Chávez. Ahí se presenta otra dificultad. Chávez no dejó una obra que concentrara lo fundamental de su pensamiento, que pudiera equivaler, por ejemplo, a El Capital de Carlos Marx, lo cual por cierto no ha salvado al gran alemán del carrusel de las interpretaciones. Hay varios hitos, como El Libro Azul o el Plan de la Patria, pero no tiene ninguno la dimensión abarcadora de todo el pensamiento de este gran líder.
Lo cierto es que el pensamiento de Chávez no es lo único que espera por una sistematización conceptual en nuestra Revolución. No existe, por ejemplo, una caracterización clara de en qué etapa de desarrollo está la sociedad venezolana. Muchos creen que es una sociedad socialista, cuando es claro que no lo es. Si no es una sociedad socialista, entonces es una sociedad capitalista, porque en el mundo quedan muy pocos bolsones que se puedan llamar sociedades semifeudales, como lo era China antes de la revolución liderada por Mao. Esto no es un asunto menor, pues ese carácter marca todos los eventos que están ocurriendo, entre otros la guerra económica, el rentismo, la productividad y todos estos asuntos que están siendo debatidos.
Nosotros hemos ensayado una caracterización muy general de la sociedad venezolana y hemos dicho que se trata de un país capitalista con un gobierno popular ejercido por una corriente socialista, y que la propuesta de Chávez apunta a un período de transición que vaya perfilando las primeras y tímidas manifestaciones de una transformación hacia un socialismo que, a decir verdad, no parece estar tan cerca. Además, el mismo Chávez afirmaba, como Trotsky, que no es posible construir el socialismo en un solo país, tesis que compartimos. Pero esa caracterización nuestra es muy limitada, incompleta y general. Harían falta más concreciones que no las hay, hasta donde sabemos.
De manera que la afirmación de Barreto de que existen varios chavismos no creemos que se refiera a una división política en el seno de la Revolución, sino más bien a diferencias de perspectivas, que son sanas si se manejan con espíritu de lealtad y solidaridad, y estando claros que ante los intentos de la derecha de imponerse en Venezuela, el chavismo debe tener una sola voz, una sola orden: unidad, lucha, batalla y victoria.
