Algunos buenos amigos me vienen diciendo “si gana la derecha te van a matar” Pero la pregunta siempre es la misma y hoy después de muchos años, después de casi una generación de este proceso “ será que no creamos ninguna institución que se respete” no se y eso es en serio, pero no puedo estar atado al temor de si gana el ajeno me cortaran la lengua, me quitaran la harina precocida, crecerán las colas para buscar comida, aumentara el pasaje en el transporte colectivo, los canallas como Marco Tulio Croquer y cia seguirán impunes.
Todo esto es lo cotidiano, pero además le sumo una dirigencia separada de la realidad, unos Ministros y es que esto de vivir en PERIODO ESPECIAL, si esos días de crisis en Cuba pero en nuestro caso, no por la caída del mundo socialista y si por ese fenomenillo nacional del que el “único no culpable es el gobierno” un gobierno que las tuvo todas jugando para su ejercicio petróleo caro, Poder Legislativo callado y sumiso, sectores intelectuales a su favor, poder judicial que mejor ni recordarlo, Defensor del Pueblo que ante los desaparecidos se desaparece, entrega de hombres de izquierda a potencias extranjeras, etc.
Algunos van abandonando el botecito que va quedando del otrora acorazado, hoy van quedando tablas viejas, remos y además sequia para navegar en lodo y el pueblo que al parecer se ha convertido en una institución va tranquilo, a la espera, esperando en la puerta de su casa a que pase el cadáver de su…
A mí me va costando creerles y solo les creo su nombre y quizás el de pila, me va apenando decir que las colas continúan y que de un país va quedando el nombre, que los bares se vacían, que las arepas se vuelven objetos suntuarios y que cuando veo un agente de la ley pongo las manos arriba.
Las acusaciones de los que guardan silencio no se hacen esperar son machos de esos de antología, terribles con las minorías, parsimoniosos y adulantes con el poder, si son de esos que llevan como grabado en su memoria y en su lengua “con el que mande”.
La vida y sus detalles, la incredulidad de lo que pasa, el luto por el esfuerzo realizado, la vergüenza por defender lo indefendible y el acusar al ajeno de las fallas propias, alguna ocasión salude a un chico de nombre Rodrigo L, un chico que no había tenido la oportunidad de estudiar, venia de los años de la década de los 70s y hablaba de su refugio o su exilio, cosa que fue cierto un tiempo aunque todavía habla de lo mismo y es de todos sabidos que ya ha estado una tres o cuatro veces en Venezuela.
Lo cierto es que el chico término en “patriota cooperante” armando expedientes imaginarios de quien se atreva a criticar a Maduro y antes a Chávez, tomaba fotos de quienes alguna ocasión habíamos compartido con este el pan y la sal, en estos días de abril lo he venido viendo disminuido, cansado con problemas graves por su forma de fumar de manera indiscriminada.
Llamadas telefónicas, búsquedas en la calle, mensajes con terceros es extraño pero algo va oliendo mal y muy mal cuando estos sabuesos del gobierno van buscando sombra en los que el espió durante años.
Voy caminando al encuentro de los míos, de los hombres y mujeres de izquierdas, críticos, participativos, protagónicos, poetas y escritores maravillosos, gente amable y solidaria que entre palabras y comentarios van haciendo esperanzadora la tarde, son como antidepresivos verbales que caminan y nos dan sed de estar atento inclusive al sonido de una mosca.
Llegaré tarde, muy tarde para no ver una pantalla donde la fantasía se volvió parte de las tramas de la información gubernamental, esos que confunden nombres y lanzan acusaciones voy caminando en una ciudad sin luz, en tinieblas, entre palabras de políticos que no convencen a nadie y de los cuales estoy harto y conste… Soy de izquierdas y hace tiempo que sé que el gobierno no lo es.
