Yo trato de no militar, o de no hacer vida partidaria, alguna ocasión fui asesor de alguien que después fue mi amigo Roberto Cañas, Comandante del FMLN y un tipo serio, inteligente y amable, recuerdo que ya en los últimos días de la guerra montamos unas piezas de teatro, cuando digo pequeña es que era pequeña realmente, no exorcizábamos de las ideas estalinistas que todavía quedaban por ahí. No sé si lo logramos.
Lo cierto es que a diferencia de la izquierda europea en muchas de una ocasiones los fusiles pudieron más que los libros y eso en la izquierda incluida, algo parecido ocurría en la derecha en la España Fascista se fusilaba a los poetas como García Lorca y la izquierda fusilaba a Roque Dalton y enaltecía aparte de los que hicieron mutis o participaron con sus “fusiladores”, recuerdo en Venezuela algunos amigos ayer y de hoy vendían algunos libros como era “Un Fusil Para Ana Guadalupe” matar a un poeta siempre trae un peso histórico, pero hasta ahora ninguna condena penal o cárcel para los indiciados.
La vida en Venezuela ha transcurrido en sus pocos años de vida republicana con un ingrediente militar que raya en lo pernicioso, más fusiles que libros y es que es más fácil conocer el mecanismo de una pistola o un revolver que el manejo el conocimiento de las leyes de Newton, ojo no hablo de los fabricantes, de los creadores de aviones a reacción, de la resistencia de materiales, de los artilugios mecánicos, electrónicos utilizados, del manejo o la dirección de tropas, no. Hablo del simple manejo de la pistola, disparar a discreción etc.
Bien en la Venezuela Republicana muy pocas veces el poder militar se mantuvo “apolítico y no beligerante” siempre fueron políticos, partidistas y beligerantes, en los años del “anticomunismo exacerbado de los años 50s hasta los 90s (ya en el siglo XXI) desaparecida la URSS ya no representaba peligro alguno, bien lo cierto es que los militares participaron en todas y cada una de las tropelías, crímenes, estafas, robos en pequeña y gran escala y en la desaparición de personas lo hicieron y lo practicaron en toda Latinoamérica de manera impecable.
Claro los civiles igual, pero el mundo militar, no es el mundo civil y decir “que nos ven como gallina que mira sal” es ya un premio para los que creemos en las conquistas civiles y las conquistas de un pueblo que aunque pueda estar armado no es militar.
Pocos muy pocos espacios quedan en el país donde el “Partido Verde” oliva no este metido hasta la orejas, espacios de discusión, de razón, donde no se imponga la obediencia debida y donde máximas como “defienda esta posición hasta morir”, yo no soy de los que recita poemas de soldados, y claro que existen militares que asumieron un papel protagónico en la vida republicana, muchas veces interesante y que era inevitable que Bolívar y Miranda fueran soldados y subversivos y Sucre un hombre enamorado y gran combatiente.
Pero asumir que la discusión civil debe estar entre civiles, entre los hombres y mujeres no tan importantes como un General o un Mayor o el Capitán Cabello, seres estos que son más “importantes” que Andrés Eloy Blanco, Arnoldo José Gabaldón, Rómulo Gallegos, Carlos Augusto León, Armando Reveron. Son nuestros héroes del Siglo XX en Venezuela.
Entonces en medio de esta Venezuela del Siglo XXI vemos que en Marea Socialista está ya con nosotros el General Cliver Alcala y en la primera línea de la “razón”, me impacta aquellos que desean ver en una posibilidad constitucional, un acto subversivo o viceversa.
La izquierda a través de los tiempos es la propuesta libertaria y se le desea convertir en una izquierda uniforme y uniformada, donde la legítima defensa es vista como ofensa al poderoso o sea al que detenta el poder.
Hablamos de una vuelta de tuerca al pensamiento civil, a la salida a la calle, a la palabra sin permiso, al conocimiento exquisito, al merengue y a la marcha (pero gallega), la civilidad es la palabra sin mandos superiores, sin órdenes y sin rompan filas. Me preocupa y lo digo en serio cual será el nivel de responsabilidad, el espacio de poder que tendrá un militar en Marea, pero asumir el trato entre iguales seria lo óptimo, sería lo necesario, casi doscientos años de vida republicana, con un ingrediente militar permanente es para poner atención.
Nuestra izquierda o la de nuestro continente mestizo creen sus mitos y su lenguaje en base al encuentro con lo existente por Cada Simone de Beauvoir , nosotros una comandante Ana Guadalupe Martínez, por cada Nikos Poulantzas nosotros un Pedro Carreño, por cada Alexandros Panagoulis nosotros un General Rosendo. Y conste siempre sera mas valioso Nazoa, Rengifo, Galeano y Borges. Que Padrino Lopez o Garcia Plaza, a los primeros los recordamos con alegría a los segundos solo con un dejo y nada mas.
La vida y nuestra existencia, la vida y sus detalles, las lecturas en orden cerrado no son mis debilidades, así que mosca a los amigos de Marea Socialista, tenemos que ser firmes, pero no ponernos en posición de firmes…
El plomo desea escapar y acabar con corazones, la palabra queda y nutre al corazón…