Luego de varias consultas a expertos en tensiones políticas y pulseando la opinión popular, he llegado a la conclusión que el conflicto planteado entre la derecha Venezolana y las fuerzas revolucionarias del Chavismo ha quemada una fase importante además de determinante como lo ha sido la Guerra Económica, entendida esta como la ejecución de un plan concebido entre fuerzas imperiales en conjunción con factores de la Burguesía Venezolana para aniquilar el proceso Revolucionario impulsado por el Chavismo y liderizado por el comandante Hugo Chávez Frías y continuado por el presidente Nicolás Maduro.
Planteado así, de manera general contrasta mucho con la realidad que perciben los venezolanos en la calle, por ello y siendo tan importante el hecho político del triunfo obtenido por el Gobierno es obligatorio un análisis que compruebe el hecho en cuestión. Por otro lado habrá que sopesar el impacto que ha tenido la aplicación de la Guerra Económica sobre el desarrollo del proceso revolucionario y en sus presupuestos políticos e ideológicos.
Comienzo con la dualidad Crisis y guerra Económica, esta se presta a confusión dado que son caracteres diversos y no opuestos.
Hay que diferenciar la Crisis económica de la "Guerra Económica" aunque en muchos casos en apariencia se asemejan mucho y tienen un comportamiento similar, lo que las diferencia es que en al caso de la crisis Económicas, son fenómenos recurrentes en el proceso productivo del Capitalismo, son "Taras" del mismo sistema difícil de superar por sí mismas lo que conlleva a la distorsión de toda una cadena de relaciones que subyacen al sistema.
Carlos Marx explicaba el fenómeno de las crisis de la siguiente manera:
"La razón última de todas las crisis reales es siempre la pobreza y la limitación del consumo de las masas frente a la tendencia de la producción capitalista a desarrollar las fuerzas productivas como si no tuviesen más límite que la capacidad absoluta de consumo de la sociedad".
Lo particular de las manifestaciones de las crisis que hemos conocido tiene que ver con sus efectos devastadores en el seno de la sociedad, las crisis aunque económicas trastocan los cimientos del orden constituído, inician un proceso de descomposición social, político institucional y generan serias distorsiones en la conducta humana muy difícil de superar.
La guerra Económica está caracterizada dentro de los manuales y estrategias de guerra de cuarta y quinta generación del imperialismo como un recurso para ablandar las posiciones de países que no se someten a los dictámenes de las potencias, para ello se valen de, competencia desleal, cerco financiero, boicot comercial, prestamos a países con altos intereses, bloqueo de mercados, acciones directas como saboteos a la producción y la comercialización, mercados especulativos de divisas para devaluar las monedas nacionales, hasta llegar a atentados a instalaciones de producciones estratégicas, informes Económicos falseando los diagnósticos financieros y fiscales de los países soberanos, campañas mediáticas que difunden informaciones mal intencionadas sobre la salud económica de los países sometidos a presión por las potencias, etc.
Venezuela está sufriendo los embates de la crisis económica del Capitalismo, que es exógena a la dinámica productiva del país, es decir que sufre las consecuencias de la desajustada e incontrolable dinámica sobre productiva de las potencias Económicas que originaron la Crisis.
Pero la guerra Económica contra Venezuela con sus características planteadas anteriormente, muestran ya unos resultados irreversibles, el objetivo principal de la guerra entablada contra nuestro país, asfixiar la economía Venezolana para defenestrar la revolución Bolivariana no puede ser alcanzado, múltiples factores se entrelazaron para evitar que tanto potencias extranjeras como fuerzas opositoras aliadas a lo interno del país lograran tener éxito.
En primera instancia las excelentes relaciones diplomáticas que maneja el Gobierno Bolivariano, que resultaron en alianzas estratégicas con algunos países claves como Rusia, China, Irán, el Caribe y parte de centro y sur América, contribuyeron a frenar en distintas instancias internacionales a frenar aspiraciones injerencistas de potencias, además de ayudar a superar el bloqueo comercial y financiero.
Un Diseño impecable por parte del Gobierno del presidente Maduro de un plan de emergencia para superar la crisis Económica acompañado de un decreto de emergencia, la toma de medidas excepcionales, incorporación de las Fuerzas Armadas a la recuperación del país, las medidas compensatorias de salarios, los planes y sistemas de distribución, el fortalecimiento de instituciones como la SUNDE, la supresión de corporaciones ineficientes y Corruptas como Abastos Bicentenarios, la creación de los CLAP, el ataque al contrabando de extracción y el Bachaquéo, el cierre de fronteras con Colombia, la flexibilización del sistema de divisas, la apertura a inversiones foráneas en nuestro país la creación de instancias como los Consejos presidenciales Productivos, los motores productivos entre otros, contribuyeron dado sus resultados a la derrota de la guerra Económica.
Aunque aún quedan algunos focos de la perturbación de la guerra económica sumados a las funestas consecuencias de la crisis del Capitalismo, todo parece indicar que al finalizar el año estaremos en mejores condiciones para superar la crisis.
Un merecido reconocimiento al presidente Nicolás Maduro por haber realizado una hazaña loable digna de un verdadero hijo de Chávez, pero para no parecer apologético creo conveniente discernir entre dos campos, Nicolás Maduro se manejo en una interacción entre lo pragmático y lo creativo, dominado mas la esfera del pragmatismo Económico y Político.
Si miramos el otro lado de la historia, el de los presupuestos ideológicos y políticos de la Revolución Socialista, allí entramos en una suerte de inoperancia objetiva, priorizamos lo urgente ante lo necesario, allí se nota las debilidades de la revolución, la falta de un Verdadero partido Revolucionario que combinara acciones junto al gobierno, aprovechando tanto las condiciones reales existentes para avanzar en revolución, colocando la subjetividad y concretando logros tangibles.
Ante los ataques de la guerra Económica y a cada derrota que se le infligía a la burguesía, pudimos haber creado para proceder a empoderamientos por parte del pueblo de actividades productivas, del ejercicio contralor social, del poder popular, de transformar relaciones dominantes en poder del pueblo para la liberación, aun hay tiempo y condiciones para insertar dinámicas que permitan recuperar la vanguardia revolucionaria, es la hora de establecer una instancia para los revolucionarios una especie de Consejo Revolucionario o mesa de diálogo con diferentes factores revolucionarios que nos permitan interactuar y potenciar las acciones del Gobierno, pero con una connotación de carácter cualitativo con respecto a los presupuestos ideológicos y políticos de la Revolución Socialista.
El costo del triunfo de la guerra Económica debe trasladarse al campo de la burguesía quien fue la verdadera derrotada en esta guerra Económica, la revolución Socialista debe avanzar para cumplir su objetivo histórico, la emancipación del trabajo del Capital.
Aun entendiendo que las condiciones del desarrollo y expansión del Capitalismo configura un enorme obstáculo para las aspiraciones de los pueblos y que en una primera etapa había que trabajar para el objetivo de establecer una geopolítica de la liberación a través de impulsar alianzas y bloques para superar el Imperialismo y crear espacios para la multipolaridad, también hay que reconocer que desde abajo debe hacerse el esfuerzo para combatir el descontento y avanzar en la calidad revolucionaria.
La correlación de fuerzas en la relación dialéctica entre pueblo y Burguesía es otro campo que favorece al enemigo de clase, no por que tengan la fuerza de la razón, sino más bien porque aun poseen la fuerza de facto, los poderes hegemónicos de la burguesía están intactos, la superestructura se abocó a la lucha de clases, quiso doblegar al pueblo, que queda en pie y no derrotado, pero pretende continuar luchando y sabe cómo hacerlo.
Tendremos de aquí al 2019, ya que es imposible la realización del referéndum revocatorio, nuevas oportunidades para seguir ensayando en el concierto revolucionario, con el presidente Maduro y un pueblo que se ha vuelto más crítico y exigente.