La noticia aparecida en la página de la gobernación de Falcón merece estudio, reflexión. Leamos.

“Como parte de las acciones consideradas dentro del Estado de Excepción y Emergencia Económica del país, la gobernadora del estado Falcón, Stella Lugo emitió un decreto que prohíbe la extracción y comercialización de los productos elaborados en la región, a otras zonas del país.

La orden la suscribe la mandataria como máxima jefa de la rama Ejecutiva del poder público del estado, en procura de proteger y asegurar la alimentación de falconianos y falconianas a propósito de la situación actual que vive Venezuela y a la cual no escapa la entidad”

El espíritu del decreto, más allá de la justificación leguleya, es asegurar la alimentación de falconianos y falconianas. A primera lectura podríamos decir que es una gran gobernación de estado, que cumple con su deber, pero si lo vemos más de cerca debemos concluir que es una mala gobernación del país, de la Patria. En otras palabras, un disparate. Pero intentemos explicar.

El Socialismo es la única manera de tener Patria, lo anterior era el espíritu del Comandante cuando nos decía Patria Socialista, consigna repetida antaño por los militares, por el partido, por todos, no se trataba de un frase, era un concepto, una verdad ineludible. Veamos.

En rápidas palabras, el Socialismo se base en la integración de la sociedad, en la integración de la Humanidad. Se sustenta en el principio ético de “todos por el bien de todos”,

“amaos los unos a los otros”, “el bien de todos depende del bien de cada uno”. El capitalismo es la fragmentación al máximo de la sociedad, de la Humanidad, se base en el principio ético “si a mí me va bien, todo está bien”, “si me da lucro es ético”.

La Patria que es un concepto de integración de la sociedad no puede existir sustentado por el egoísmo. Es, al contrario, un sentimiento sustentando en lo común. Los próceres, los libertadores pudieron fundar la Patria porque se guiaron por el bien común, por los intereses de todos, por sobre cualquier egoísmo. No es imaginable a un Bolívar egoísta, se hubiera quedado cuidando sus haciendas; no es posible un Chávez sin su desprendimiento.

Antes de Chávez la Patria agonizaba por el egoísmo de sus líderes y gobernantes, con Chávez volvió el sentimiento, la conciencia del deber social. Cuando este gobierno escoge el camino del capitalismo, de la alianza con los capitalistas elevó la conciencia egoísta, tomó la vía de fragmentar a la sociedad y a la Patria.

La lógica del capital nos transforma a cada uno en un ser aislado, a cada país en un solitario, a cada estado, municipio, en un náufrago en el océano del interés del mercado, del capital. No es imaginable a la propiedad capitalista pensando en el bien de la Patria, ellos siempre han funcionado con el espíritu del decreto del reino de Falcón que hoy nos ocupa, buscando su bienestar egoísta y los demás no existen.

Lo que pasa en Falcón, que quizá está pasando con sordina en otros lugares, es alarmante. Imaginemos ese camino, si todos sacaran decretos similares, si se preocuparan por sus parcelas, por sus pedazos de país. ¿Que diría el Zulia? Allí resurgiría el movimiento cismático. ¿Qué dirían Los Andes y sus productos agrícolas, qué diría el Llano, Portuguesa? Y dentro de esos estados, los municipios, cada uno velaría por su bien, ¿y el bien común?, la Patria no tendría cabida. Cada gobernador protegiendo a su pequeño reino, la sociedad sumergida en la guerra de todos contra todos… y la Patria huérfana.

El movimiento de fragmentación de la Patria, de su disolución está desarrollándose y en el capitalismo es indetenible. Recordemos las zonas económicas especiales que tenían autonomía, el concepto se extiende a los estados y después a las regiones dentro del estado.

El Socialismo no es un capricho de algunos trasnochados, es la salvación de la Patria: hoy más que nunca hay que gritar ¡Patria Socialista, Patria es Humanidad!