A comienzos de l960, en la AVP (Asociación Venezolana de Periodistas) en la avenida Andrés Bello en Caracas, nos reuníamos un grupo de militantes de izquierda, fundamentalmente del PC (Partido Comunista) para realizar actividades de apoyo a la revolución cubana, por allí andaba entre otros y otras, Cornelio Alvarado (Nikita) posteriormente asesinado por la policía Puntofijista.
Eran esos hermosos días de la juventud, desbordados de ideales, impactados por esa poderosa fuente lumínica proveniente de Cuba: Fidel Castro Ruz, el año anterior había estado en Caracas, a pocos días del triunfo de la revolución, lo vimos desde lejito, en la embajada en las colinas de Bello Monte.
Han transcurrido más de cincuenta años desde entonces. Caída la dictadura militar de Pérez Jiménez, en enero de 1958, se fueron agudizando las contradicciones entre las fuerzas democráticas avanzadas, y los grupos socialdemócratas representados políticamente en los partidos (AD, COPEI y URD) que accedieron al poder previos acuerdos (Punto Fijo). La temprana represión de esta coalición contra los sectores populares, fue respondida por las organizaciones de vanguardia (PCV y MIR) tomando la vía armada y combatiendo en las ciudades y la montañas. La Cuba revolucionaria a pesar de su precaria situación económica, se involucró apoyándonos con hombres y armas.
Contra el movimiento revolucionario se desarrolló una feroz campaña, mediática, acompañada de represión militar y policial. A los revolucionarios venezolanos se les señaló como un monstruo de dos cabezas: Castro-Comunistas y fueron perseguidos con saña, a muerte, deviniendo Venezuela en un Estado terrorista: ejecuciones, torturas y desapariciones. Cumpliéndose a cabalidad las disposiciones imperiales de ese tiempo, enmarcadas en la Guerra Fría.
Mientras tanto, Cuba era bloqueada comercial y diplomáticamente, agredida por aire, tierra y mar, por terroristas financiados y entrenados por las oficinas de intervención norteamericanas. El uso de armas biológicas contra la agricultura y la cría y el terrorismo contra la infraestructura hotelera, para alejar el turismo, no impidieron que el proceso revolucionario, en medio de tantas dificultades, limitaciones, y escasez, avanzara.
El ministerio de las colonias (OEA) fue utilizado por el mandante imperial para intentar “aislar y segregar” a ese heroico pueblo. Hay que agregar además que la crisis del Socialismo, con el desdibujamiento de la Unión Soviética, agravó la situación de la Isla, pero a su vez fue un acicate para la invención. (Desarrollo endógeno)
Pero había un gran líder: FIDEL CASTRO, un buen grupo de cuadros políticos, muchos de ellos notables combatientes en la guerra de liberación, y un pueblo que siguiendo el ejemplo de sus líderes se incorporó a las diversas tareas revolucionarias.
Este jefe del proceso político-revolucionario cubano se acaba de ir, pero nos dejó la alegría de saber que personas como él han existido, en forma corporal y espiritual; que sembró esperanzas, y, que nos involucró políticamente en las luchas por las más elevadas ideas humanistas. Aspirar decir algo nuevo, sobre el camarada Fidel, sería una tarea ciclópea, por ello quiero resumir colocando este bello poema, de la autoría de Ernesto Víctor Matute, y que ha sido declamado de manera brillante por Luis Carbonell.
ELOGIO DE UN POETA A SU ISLA ANTILLANA
Traigo a mi isla debajo del brazo
Y todos me preguntan:
¿ES UN COCODRILO VERDE?
Yo digo que si, y me sonrío
Eternamente verde
Crucero entre las dos Américas;
Mi isla es una gota de esmeralda, ceñido por los mares
Y en ella baja a prolongarse el cielo
¿Cuánto vale tu isla? Pues mira
Para los que nacimos en ella
Casi no vale nada,
Pleiteamos sin razón y sin sentido
Y cualquiera se adueña de la tierra.
Para mi vale más que las glorias de España
Y que el oro del norte
Ni la abandono, ni la insulto, ni la vendo.
Traigo mi isla debajo del brazo
Y a nadie se la entrego.
¡¡¡Quién ha visto que un hombre con orgullo, quiera vender UN COCODRILO VERDE!!!
Pero el Comandante Fidel, además de ocuparse de su COCODRILO VERDE, nos enseño a buena parte de la humanidad, que debemos también: amar, defender y proteger nuestros propios cocodrilos.
LA REVOLUCIÓN ES CULTURAL
racasc5@hotmail.com