Hasta que la gente se dio cuenta -gracias a las redes sociales como Facebook y Twitter- que los saqueos en Maracaibo, Puerto Ordaz, San Félix, Santa Elena de Uairén, La Fría, Colón, así como los incendios de establecimientos comerciales en Apure, no era por hambre ni sed, sino por vandalismo puro. No en vano la gente gritaba durante los disturbios: "queremos cambio", "liberen a Leopoldo", "Viva Maduro", en clara alusión que la violencia era generada desde los puestos de comando de la Mesa de la Ultra Derecha, MUD, así como de sus partidos aliados más anarquistas como Primero Justicia y Vente Venezuela.
Barquisimeto, San Felipe y Barinas, ciudades que pude visitar, estaban militarizada, al tiempo que la gente se aglomeraba en los bancos de Venezuela y Banesco -especialmente- buscando hacerse de los nuevos billetes y otros intentado depositar el 100. Me sorprendió la cara de gente feliz cargando cauchos, ropa, relojes, todo menos alimentos y lo de Farmatodo por allá cerca del Cajón del Arauca, no era por medicinas como se especuló al principio, como tampoco los hechos ocurridos en las ciudades caotizadas y saqueadas no era una reedición del Caracazo de 1989, tal como lo quisieron hacer ver los especialistas opinadores de la derecha.
Esta claro que la violencia la generaron los que quieren tumbar a la fuerza al presidente obrero: Nicolás Maduro, y está claro que quienes se sumaron "inocentemente" a esa aventuro fueron los afectos al oposicionismo, que están descontento con Ramos Allup, Julio Borjes, María Corina Machado, Enrique Capriles y por más show que monten frente al palacio de Miraflores vestidos de blanca paloma, las redes sociales se encargan de neutralizarles la jugada; así como la página de Dolar Today fue apagada de un solo soplo, el vandalismo y la anarquía fue desnudada de solo un clic.
Lo peor no es eso, sino lo que viene para el 2017, año de elecciones, año sensible para el elector que espera que la moneda tome su valor original, que la oposición deje de lado la conspiración política y económica y que el gobierno ponga mano dura contra quienes rompen, violan, vulneran, Dios, las leyes y las normativa jurídica legal vigente; como por ejemplo, a los acaparadores de dinero que están en suelo patrio hay que ponerlos presos, a los uniformados que incentivan o avalan el bachaqueo hay que destituirlos y ponerlos presos también, a quienes en nombre de la libertad y justicia fomenten disturbios, saqueos, caos, presos igualmente.
Es hora que el camarada presidente actúe con mano de hierro, a pesar de lo que dicen y dirán los escuálidos: que es un dictador, que hay muchos presos políticos, que no se puede vivir en Venezuela, pero siendo sincero hace falta escarmiento a tanta dejadez, a tanto dejar pasar-dejar hacer, la gente que no respalda al socialismo ni al chavismo se rasga las vestiduras diciendo que vivimos en una dictadura castro-comunista, sería interesante qué medidas tomarían sí en verdad viviéramos una dictadura. Comparto totalmente la opinión del camarada Toby Valderrama, cuando asegura que "la oposición es más mediocre..." cada día, por lo que el gobierno -aun cuando comete errores- no sabe aprovechar esa mediocridad propagadísticamente hablando, sin embargo hay que estar claro que el costo político, tras las medidas económicas de las últimas semanas las pagará Nicolás Maduro, pago que lo consolida como líder de la revolución Bolivariana, chavista y heredero de Hugo Chávez.