Fidel nos enseña que el uso que el enemigo hace de las críticas públicas de los revolucionarios por las fallas de la Revolución debe importarnos un bledo, la verdad siempre es revolucionaria:
"Y si algunas de las cosas que decimos las explota el enemigo y nos producen profunda vergüenza, bienvenida sea la vergüenza, bienvenida sea la pena si sabemos convertir la vergüenza en fuerza, si sabemos convertir la vergüenza en espíritu de trabajo, si sabemos convertir la vergüenza en dignidad, si sabemos convertir la vergüenza en moral" (Discurso Fidel Castro, 26 de julio de 1970)
Se ha dicho que "el amigo de mi enemigo es mi enemigo". El refrán parece tener razón, sin embargo, como todo refrán es incompleto. Es preciso profundizar el argumento, ir más allá de las apariencias. ¿Quiénes son los amigos, quiénes son los enemigos? La respuesta definirá los campos. Veamos.
La Revolución es el enfrentamiento entre el Socialismo que emerge y el capitalismo que se resiste a morir. Entre estos dos polos hay una guerra, una disputa por el poder, y como en toda guerra, sucede en medio de una gran confusión que oculta la verdad y nubla el entendimiento. El campo capitalista tiene en esa confusión uno de sus pilares fundamentales, evita que los campos se conozcan, de esta manera las masas terminan trabajando para sus verdugos.
La guía para definir los campos, los polos en disputa, es El Socialismo, el auténtico, el claramente definido, el que aboga por una propiedad social de los medios de producción enlazada con una conciencia social. Con él estamos en condiciones de saber quién es amigo, quién es enemigo; cuándo las alianzas son circunstanciales, tácticas, o cuándo son estratégicas. Ahora estamos en condiciones de entender el cuadro de alianzas en la política venezolana.
El gobierno y la oposición son amigos, o mejor, impulsan al mismo polo, al capitalismo, tienen en el fondo los mismos intereses. En la disputa bufa que mantienen, sólo pelean por tonterías, nunca van al fondo que define, nunca cuestionan la economía, los dos concuerdan en impulsar al capitalismo. El gobierno le da participación a los capitalistas. Por ejemplo, en el petróleo cisneros es socio en la Faja del Orinoco; las transnacionales engordan con el oro y lo metales del Arco Minero; los capitales "buitres" se comen a PDVSA a precio de gallinas flacas, compran los bonos con descuentos criminales y la mud no critica la operación sino porque "oxigena al régimen". Es que allí, en el fondo, coinciden; en la constituyente sepulturera de Chávez participan los capitalistas, en el gobierno dirigen la economía los capitalistas. La conclusión es clara: gobierno y mud son amigos capitalistas, enemigos del Socialismo.
Nosotros, en El Arado y el Mar, y antes en Un Grano de Maíz, hemos mantenido una posición sin medias tintas a favor del Socialismo, allí definimos a nuestros amigos y a nuestros enemigos. Seguimos el mandato de Chávez: "Seguir construyendo el Socialismo", "cuidado con el reformismo", "contra la lógica del capital", "horror a la oligarquía".
Esta posición nos ha traído acusaciones variadas, unas de personas bien intencionadas que se dejan confundir por el polo capitalista, otros dan rienda suelta a la imaginación y ven dólares y euros en cualquier disidencia; otros, como ya lo decía el Che, tienen buen olfato para detectar a sus verdaderos enemigos y nos atacan con saña.
Ahora se nos acusa de ser amigos de los enemigos de la Revolución, se basan en que un periódico de la derecha externa, El Nacional, cita un texto de nuestra autoría. La acusación es débil. Primero, la cita es sin autorización nuestra, y segundo, el artículo citado lo respaldamos totalmente, "nos importa un bledo", como a Fidel.
Ahora bien, ¿por qué el enemigo capitalista de la oposición nos utiliza a nosotros? La respuesta es sencilla. Primero, porque busca confundir, crear intriga para debilitar a su enemigo capitalista del gobierno. Segundo, porque nuestra posición fue debilitada, no representa un peligro para sus intereses. El gobierno nos acusa de agentes, la derecha externa siembra confusión con nuestros escritos. Ambos se unen contra el Socialismo.
La medicina es fortalecer el polo Socialista, fortalecer su comunicación, entrar en la batalla con fuerza. Mientras los Socialistas sean débiles, sin líder, sin vanguardia, mientras estén en el fondo de la cueva serán inevitables estos ataques, pero serán bienvenidos, son señal de que nos movemos.