La esencia de cada valor debe cuidarse a cada instante o si no se diluye en la nada; es lógico que lo primitivo de una esencia se transforme, si es en función de una ética común, bien; pero si es en contrario, conviene una regeneración.
Llama la atención el que algunas personas de la otrora denominada Clase Media en Positivo ahora dirijan disparates en negativo contra la revolución bolivariana; qué pasó -me pregunto-, y luego me respondo, es que tal vez dichos sujetos confunden valor con precio porque en sus cabezas el ejercicio de la política sea cuestión de taquilla, lo que, ¡bien lejos de nosotros!
La metamorfosis de muchos, y no solamente de la otrora Clase Media en Positivo sino de algunos agazapados más cercanos (mencheviques) quienes inequívocamente se dieron uno que otro golpecito de pecho en defensa de la revolución, es inducida desde el imperio, que si bien avanza ganando voluntades, nos hace el bien de limpiar la casa de lo superfluo; pero, nada perdemos con tenderles la mano por si alguno de ellos es recuperable, para que hagan una minuciosa revisión del archivo de su cabeza, cada cual; y pueda que proceda la regeneración; caso contrario, podría ocurrirles como el triste final de Gregorio Samsa, que se secó desnutrido y transformado en otra cosa.