No sé ahora, si al buen cazador de Luis Brito García se le escabulló la liebre. Creo que en esta oportunidad, Luis Brito García se distrajo con el monte y la libre efectivamente le jugó una morisqueta.
En primer lugar, estimo que el PIB es un dato relevante pero que no es capaz por sí solo, darnos una visión completa de una realidad. Hay suficiente evidencia argumentativa para no confiarse mucho en este dato del PIB. Es como suponer que el crecimiento económico es un auténtico indicador de desarrollo como se nos hizo ver en el pasado reciente. Por supuesto, es necesario crecer económicamente, pero no existe una estrecha relación entre un crecimiento y un desarrollo.
Es como volver a creer, que el antiguo indicador de ingreso per cápita, que fue bien manipulado en Venezuela en la década de los setenta, puede servirnos para algo.
En un artículo que recientemente publico Luis Brito García en un medio de circulación nacional con el título: "La Guerra económica y la mano invisible del mercado" nos pudo mostrar un montón de datos, que dicen mucho a la vez no dicen casi nada. Cierto; los empresarios mienten, engañan, manipulan, embaucan a través de sus pasquines. Eso es muy cierto, pero hay "verdades" que se refugian detrás del montón de datos que siempre nos muestran y que suponen describen perfectamente una realidad. http://www.ultimasnoticias.com.ve/noticias/opinion/luis-brito-garcia-la-guerra-economica-la-mano-visible-del-mercado/
Si los empresarios mienten y engañan diciendo que las importaciones han caído, también de este lado, hacemos algo parecido intentando mostrar que esta mentira tiene algún punto positivo o trasmite una idea soberanía productiva. No es la mentira que desearía poner en evidencia o restregarles en la cara a los empresarios mentirosos, porque un crecimiento de las importaciones en 129% desde 1999, pone en el tapete otra mentira, que vino empaquetada en el primer y segundo plan socialista, en el Programa Patria y en la Ley Plan de la Patria. Mentira es mentira. El nuevo modelo productivo es otra mentira y no hay muchas maneras de justificarlo hoy.
Por supuesto, "insisten los empresarios y sus pasquines en que la escasez se debe a que el gobierno no les asigna los codiciados dólares preferenciales". Por supuesto que los empresarios embaucan con esto, pero aunque lo diga y demuestre Pascualina Curcio, lo relevante es este dato no es la cantidad de dólares que el gobierno les ha otorgado a estos empresarios mentirosos y manipuladores con sus pasquines.
Dice mucho los 338.341 millones de dólares que el gobierno les ha entregado a los empresarios mentirosos, pero dice mucho más, la falta de control y toda la complicidad que desde el gobierno se ha desplegado para que esta inmensa masa de dólares se haya utilizado para otros propósitos. Lo importante aquí no es que en el 2014 las importaciones hayan ascendido a 259% respecto al 2004. Lo clave aquí sería saber por ejemplo, cuánta cantidad de alimento se importó y cómo se vendieron esos alimentos. ¿Podemos ver eso?
El asunto no se reduce a soltar datos sobre la mentira empresarial de no tener dólares preferenciales. Lo estratégico es precisar, cómo esos dólares fueron a caer (¿por milagro?) en manos de oligopolios, sin que el gobierno revolucionario tuviera nada que ver con eso.
Todo es relativo. Hasta la guerra económica lo es.