Revolución es tener conciencia del momento histórico

 Mientras Julio Borges y Freddy Guevara, viajan por la vieja Europa clamando y rogando, porque sigan el ejemplo que Trump les dio: bloqueo y sanciones económicas. Maduro, cada semana nos anuncia que esa semana hará anuncios económicos y pasa la semana y nada, y vuelve con el mismo cuento. La Asamblea Nacional Constituyente por su parte, se distrae e intenta distraernos a todas y todos los venezolanos, con sus inanimadas y aburridas sesiones, que en nada convocan la atención del venezolano. Por estos tiempos, les ha dado por buscar las cinco patas a la mesa de la unidad antidemocrática, y sobre el tema económico se convocan sus miembros para definir el “nuevo modelo económico”, cómo si de una novedad se tratase. Se habrán leído, por casualidad, el Plan de la Patria? Así, diluyen su tiempo hablando de lo humano y lo divino, en secuencias discursivas que rayan en el aburrimiento que ya comienza a parecerse, en mucho, a las escenas discursivas de la extinta Asamblea Nacional burguesa que, para entretener en algo al cautivo público opositor, comenzó a convertir sus sesiones en espectáculos faranduleros en los que, cada semana, asistía un activista oposicionista dedicado al arte del entretenimiento, que en nada superaba los show que armaba el Ramos Allup. Seis meses, dijo el adeco senil, que duraría en el Gobierno el camarada Presidente Maduro y en eso, se montó con tanta seriedad que más de un oposicionistas se lo creyó. Ese, fue el tiempo de plazo, que esperaron quienes les depositaron –abrumadoramente- su confianza el 6D-2015. Pasado ese tiempo, recogieron su confianza y les abandonaron al garete de la violencia que desataron un año después, desaforadamente.

Si, a la opositora MUD, el pueblo le abandono en tan corto lapso de tiempo por incumplirle en las promesas que le motivaran a votar el 6D, entre las cuales destacan: acabar con la inseguridad y las colas, combatir la inflación y el alto coto de la vida, aparecer los alimentos y medicinas, dolarizar la economía, salir de Maduro, entre otras promesas incumplidas, que tiempo después el propio Allup, se encargaría de desmentir afirmando que ellos nunca prometieron eso. A la Revolución, su Gobierno, Instituciones, partidos y, en especial, a la Asamblea Nacional Constituyente, ese tiempo de esperanza se reduce apenas a semanas, si acaso a días de encanto, y eso deben tenerlo claro quienes desde la Asamblea Nacional Constituyente, pretenden trabajar como si tuvieran dos años para tomar decisiones sobre el tema del día a día, que afecta la cotidianidad del venezolano y la venezolana. El desencanto, en este caso, sería más terrible que el ocurrido en filas oposicionistas con la MUD, ya que el pueblo venezolano quedaría sin un referente creíble en el cual depositar sus anhelos de mejora a su situación económica actual, y estimamos que pudieran sobrevenir factores del fascismo que bien pudieran pasar a llenar esa expectativa popular. Importante entonces, hacer un llamado de atención ante la inacción de las fuerzas revolucionarias, sobre los problemas cotidianos que vienen afectando el Buen Vivir del pueblo.

Obvian en sus debates, los miembros de la Asamblea Nacional Constituyente, un papel de trabajo que es fundamental, si de Nuevo Modelo Económico se tratase: el Plan de la Patria 2013-2019, que nos legara nuestro Comandante Chávez, y que el camarada Maduro asumió como Presidente de la República y que la Asamblea Nacional, presidida por el camarada Diosdado, aprobó como Ley Plan de la República. Esa propuesta de referencia, ha sido dejada a un lado y vemos a camaradas economistas de referencia, que también intentan distraernos con Superman y sus monedas de criptónita y otras menudencias fantásticas, que sirven para distraer la atención del público del norte; pero compadres, estamos en Venezuela y lo real es, que los bancos nos están dando un golpe financiero que está en pleno desarrollo, y han desaparecido de la escena económica nacional, dejando sus funciones de intermediación financiera en manos de la burguesía comercial, quien es la que hoy por hoy, dispone del billete en efectivo y bien caro que lo dispensa a nuestro pueblo. En Maracaibo, ya cobran el 30 por ciento del llamado “avance”; mientras que, en Aragua, en la ciudad de Villa de Cura, pasaron del 20 por ciento que cobraron hasta la semana pasada al 25 por ciento hoy en día. Por su parte, la Sudeban haciendo honor a su consigna: “con mi banca no te metas, ni con el pétalo de una rosa”, apenas se limita a emitir tímidos comunicados, que reflejan cuán servil de la burguesía financiera está sometida esa institución del Estado Revolucionario y cuán alejada está del pueblo.

¿Qué hacer? Decía el Padre Libertador Simón Bolívar, “Llamarse jefe para no serlo, es el colmo de la miseria”. En tiempos como los que estamos viviendo, no son como para andar perdiendo tiempo como el doctor pensemos y disertaciones muy propias de hacerlas en una mesa, jugando al dominó con la parrilla asándose y todas esas cosas que acompañan un día de compartir de panas y familiares. Dejemos eso para la dirigencia oposicionista, a quien mucho gusta de reunirse para disertar sobre cómo molestar la cotidianidad y la paciencia de nuestro pueblo. Dejemos, la miseria para los miserables, es hora de tomar decisiones y para ello, el pueblo elige una vocería entre sus más avanzados miembros. La consulta, claro que es importante pero una vez se decide asumir un rumbo, hacia allá debemos dirigirnos cuéstenos lo que nos cueste. Dejando en el camino a los reformistas de todo pelaje, que siempre los habrá buscando descarrilar las ruedas de nuestra carreta.

Ya este pueblo definió un rumbo, y eso ocurrió en octubre de 2012, estando en vida nuestro Comandante Chávez, y lo ratificó en 2013, eligiendo al camarada Presidente Nicolás Maduro y, a ese rumbo lo llamó Socialismo. Y, para llegar a ese destino, el Comandante Chávez, lo dibujó con pinceladas en el Plan de la Patria 2013-2019, y el camarada Maduro ratificó ese destino manifiesto. Quieren discutir de Modelo Económico? Pues, hagan el Balance del estado actual de dicho Plan, en cuánto ha cumplido o no, el Gobierno del camarada Maduro ese compromiso con el pueblo. ¿Ajustes? Claro, que hay que ajustar el Plan a los nuevos escenarios devenidos tras las sanciones imperialistas del gobierno Trump. Pero, esa tarea es para ya, no para mañana. La eficiencia, no puede estar reñida con nuestra Revolución, lo dijo Chávez no una vez, sino miles de veces y pareciera, que su drama no llegó a conmovernos. También, nos habló del Socialismo de lo pequeño. Por estos días, en la propaganda revolucionaria se difunde un extracto de la convocatoria que hiciera el camarada Presidente Maduro a los inversionistas estadounidenses, afectados por las sanciones imperialistas unilaterales del gobierno Trump para venir a Venezuela y conversar sobre las acciones a seguir, para revertir los efectos perversos de las sanciones económicas.

Nos preguntamos, qué espera el Gobierno Revolucionario para convocar a esos microempresarios que semanalmente viajan desde nuestras regiones andinas hacia las capitales de la República, cargados de hortalizas y frutas para nutrir las mesas del pueblo venezolano. Los famosos “gochos”, que cada día vienen triplicando sus precios al ritmo especulativo del comerciante asociado a Consecomercio, a la MUD. Por qué no se reúnen con esos compatriotas y estudian fórmulas que permitan disminuir costos que se expresen en reducción de precios, ya sea subsidiándoles la gasolina o el gasoil, permitiéndoles acceder a la adquisición de repuestos para sus camiones, a la seguridad social, en fin, mecanismos de protección y asociación que permitan mitigar los incrementos de precios que cada semana traen los productos de nuestros agricultores andinos. Ello, no sería otra cosa sino cumplir con el Objetivo 2.1.4.2 de la Ley Plan de la Patria: “Propiciar sistemas de transporte, distribución que tiendan al flujo de mercancías directas desde las unidades de producción al consumidor, centros de acopio o unidades de producción intermedias”. Crear el Clap de hortalizas y frutas, y reimpulsar las ferias semanales de hortalizas en galpones, en los que conjuntamente Gobierno y microempresarios asociados, garanticen al pueblo la presencia de hortalizas y frutas a bajo costo, en la mesa del venezolano. Decía, el ex ministro Giordani, famoso porque nuestro Comandante Chávez lo puso a resguardar los dólares de la República en CADIVI, los morrocoyes de la nación, pues tan sencillo como que los morrocoyes se le perdieron y tiempo después, diría que, por mil millones se perdieron, se los robaron, intentando salvaguardar su reputación. Allá va el ladrón, allá va. Pues bien, decía el ex ministro de planificación y finanzas, refiriéndose a la inflación en 2012, en entrevista que le hiciera José Vicente, regocijándose de los éxitos alcanzados en la lucha antiinflacionaria ese año, le señalaba: “Rompimos el piso del 20% y estamos por debajo de ese piso, ya no hay duda de que existe una alta probabilidad de que estemos por debajo de la meta inflacionaria fijada”. Explicaba Giordani, las claves de la inflación en Venezuela, por supuesto antes de que el imperialismo aplicara su receta de economía del caos; lo cual, no obstante, debe privarnos de conocer sobre la experiencia positiva desarrollada por el ex ministro, quien en la entrevista, resaltaba que: “un tercio del impacto de la inflación está (concentrado) en 40 productos ligados a las hortalizas”, por lo que consideró que, en el combate a la inflación es fundamental incrementar los niveles de producción de dichos rubros en la dieta del venezolano y venezolana. Concluyendo, que: “La inflación se combate con la producción, porque aquí hay demanda si el ser humano tiene servicios de salud gratuitos, educación gratuita y ahora el elemento de la vivienda bien equipada, entonces gasta y consume comida, por eso debe aumentar la producción”.

El Socialismo de lo pequeño, pequeña decisiones que trascienden de lo particular a lo general. Cuando la yuca, la papa, el ocumo y el plátano se les arrebata del control a los especuladores, que valiéndose de la propiedad de un camión, les compran a nuestros productores sus hortalizas y frutas a muy bajos precios y al llegar a las ciudades, dichos rubros alimenticios llegan a precios dolarizados, especulativos. Partir desde allí, sería un buen elemento de análisis para nuestros constituyentistas de la Comisión de Economía, y llegar a evaluar, por qué Agropatria les vende a nuestros productores del campo a precios dolarizados sus productos. Así inicia y promueve, el ciclo de la inflación inducida. Volver al campo, se constituye en una tarea de primer orden para derrotar la guerra económica imperialista pues desde el campo, y con las y los campesinos de la patria es posible someter a la agroindustria y sus precios dolarizados, que no pudieran competir con el maíz pilado y el molino, adquirido en China a bajo costo, y entregado al pueblo a su precio justo vía CLAP, para que las arepas del pueblo estén garantizadas. Ser contestes, con las máximas Fidelistas de “Cambiar todo lo que haya que cambiar” y “tener conciencia del momento histórico” que vive la Patria. Que el debate continúe, devuélvannos el sancocho y podrá hablase entonces, solo entonces, de nueva economía!!



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Henry Escalante


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