"Una de las grandes batallas de la Revolución es la revolución moral, para reinstalar los valores y la dignidad del ser humano".

Hugo Rafael Chávez Frías (Misión Negra Hipólita, 14 de enero de 2006)

De nuevo el escenario político del oriente se viste no precisamente de carnaval sino del acostumbrado maullar y relinchar de animales, los cuales siempre se han paseado por los espacios del poder en el estado Monagas.

La hacienda que en un pasado reciente fue el feudo del desaparecido caudillo Alfaro Ucero y, de otras especies de mamíferos quienes le rodearon como a un virrey y le fabricaron historias y leyendas, parece resucitar para la próxima contienda electoral del venidero 15 de octubre.

No fue fácil para el Comandante Hugo Rafael Chávez Frías, quien tenía una especial deferencia por Maturín, recordar su paso de soldado por sus cuarteles, conquistar el poder y enarbolar las banderas de la revolución en Monagas.

Sus primeros años de gobierno fueron compartidos con gobernadores adecos (hoy nuevamente uno aspirante y otro derrotado) quien por cierto, no fue obstáculo para los proyectos revolucionarios y ya incluso, en gobiernos de la IV República, con Guillermo Call se habían traído médicos y entrenadores deportivos cubanos a la tierra de Juana "La Avanzadora".

La historia fue colocando a cada quien en su lugar y vendría el resurgir de nuevas especies de animales, entre ellos los más recordados El Burro y El Gato y uno que otro cunaguaro de Caripito.

Las nuevas especies, quienes con el tiempo se infiltrarían en la Revolución, sólo lo hicieron para después traicionarla y ser hoy perseguidos por la justicia, no tan sólo por sus buenos modales sino por cargar gatos enmochilados.

La historia política de Monagas, estado al cual arribamos en la década de los 90 por labores en la industria petrolera, nos preparó para encariñarnos con el tiempo con esta tierra de gracia.

No olvidamos las recomendaciones de algunos amigos de la antigua Lagoven, quienes nos dijeron antes de partir de la capital, allá en la antigua sede de los Chaguaramos (Hoy sede la UBV), que para ubicarnos políticamente en esta tierra oriental, debíamos antes saber que "la izquierda era AD, el centro era AD y la derecha era AD".

La verdad es que ese fue el panorama que encontramos al aterrizar en tierra de Monagas, donde el nombre de Alfaro Ucero se enarbolaba por todos lados y existía una Fundación que llevaba su nombre y a través de la cual, en un reciclaje de dinero de los fondos del Estado y de la Lotería de Oriente, se atendían los casos sociales y otros casos, quizá muchos ignorados en los informes contables de aquellas instituciones.

Pasarían los años y entraría a la Gobernación con sus maullidos el Gato Briceño, quien después de largos años de combate y lucha contra el negro Call (hoy aspirante a la gobernación por cuarta vez) se encargaría de gobernar el estado Monagas, creando otra fauna a su alrededor de perros, cachicamos, guacamayas, culebras y cocodrilos (no enjaulados en el zoológico) con quienes haría fiesta e incluso, en el marco de la Revolución del Comandante Chávez.

Todo este esquema de poder venido de la escuela del caudillo adeco, aprendió sus mañas y sus vicios hasta desembocar con los años en el basurero de la historia, como lo vaticinó el mismo Comandante Hugo Chávez a la hora de colocar y proponer a la revolucionaria Yelitza Santaella para que asumiera el frente de la Gobernación de Monagas.

Si bien la Revolución tomó las riendas del poder en el estado oriental, en la maquinaria política del PSUV se colearon zorros y camaleones y hasta felinos y burritos, quienes han pululado a la sombra del poder haciendo de las suyas.

Es por todos estos antecedentes de zoológico que no se hace fácil la conquista del poder en Monagas, donde también la traición ha sido una característica.

Solo basta recordar el comportamiento de los actuales dirigentes adecos, quienes sacrificaron a su líder y lo traicionaron, amarraron con cadenas la casa nacional de AD en La Florida y expulsaron a su caudillo, quien regresó a Monagas con el rabo entre las piernas.

Por eso no fue extraño que al triunfo del Comandante Chávez, en diciembre de 1998, el Caudillo Alfaro Ucero lanzó voladores y cohetones desde su casa, para celebrar el triunfo de la revolución y no precisamente porque se hubiera metido a chavista sino porque perdió frijolito las elecciones; otro animal, pero salido del zoológico de Valencia.

En la actualidad, cuando se avecinan unas nuevas elecciones para la gobernación de Monagas, la cosa no está fácil para la candidata de la Revolución, la gallina patas coloradas a quien prefiero llamar "guacamaya del Delta" y quien fue escogida por el Comandante Chávez.

Resulta que por las antiguas parcelas del caudillo adeco (ya desaparecido) y ahora territorio revolucionario, desde la llegada del Comandante Chávez al poder y actualmente bajo las riendas del Presidente Obrero Nicolás Maduro, la cosa no está muy fácil.

Los adecos y otras especies de animales, hacen lo imposible para retornar al poder en la tierra de gracia. Ellos han traído y desempolvado desde el más allá, al mismísimo Nicolás Maquiavelo. Tratan de utilizar su estrategia que les dio éxito en el pasado y por eso han colocado a varios títeres (versiones femeninas de Numa Rojas) para restar votos y entrar con el negro Call a la gobernación.

Ante la ya conocida artimaña de los adecos y su zoológico es importante que la unidad revolucionaria de los orientales, renazca con fuerza y se apersone a defender las banderas de la Revolución en unión con el Leopardo de El Furrial.

Es importante la unidad revolucionaria porque en un pasado reciente ya es harto conocida su actuacción y además, porque los quinta columna infiltrados en el Psuv hacen de las suyas y propician la división.

Frente a las próximas elecciones para la gobernación de Monagas, hay que neutralizar la estrategia de Maquiavelo y de su zoológico de "divide y vencerás" para garantizar el triunfo de Yelitza Santaella.

¡Amanecerá y veremos!