El arado y el mar

Chávez y Caldera: una gran lección a los politipillos de hoy

Está a la vista que la sociedad se viene despolitizando aceleradamente, los dos bandos principales temen la abstención en las próximas elecciones. Uno amenaza a los empleados públicos, el otro alerta con que no votar es dar más vida al gobierno. A los dos bandos les asusta la apatía que ellos mismos han sembrado.

La despolitización significa que la masa no tiene control, que hay un relajamiento ético, una elevación brutal del egoísmo. En estas circunstancias, el capitalismo necesita recuperar el mando social, teme a los motines, a la indisciplina social. Necesita un periodo de fuerte represión.

A esta situación llegamos por el poco sentido de Estado, la pobre estrategia de los gobernantes. Se portaron como administrando un pequeño sindicato donde las triquiñuelas no tienen repercusión estratégica, y su efecto social es mínimo. La soberbia los llevó a sacrificar la verdad, esa fue la primera víctima. La segunda fue la reflexión, la inteligencia. Si habían llegado hasta allá arriba sin mayores estudios, sin mayores pensamientos esa era la prueba del beneficio de la viveza, del pragmatismo, eso era suficiente para gobernar. La tercera víctima fue la crítica, la temen, la consideran un ataque, desconfían que se descubra su desnudez.

Con esas fallas no pudieron aprender a gobernar, el ejercicio del gobierno no significó una cátedra como lo es para todo el que comienza a gobernar, no oyeron los consejos de la historia ni los consejos de los sabios.

Desaprovecharon la enseñanza que está en el origen, en el corazón del Chavismo, no supieron de dónde vinieron. Veamos.

La gran enseñanza que está en el origen del Chavismo es la Honestidad, siempre decir la verdad, no mentir jamás. Chávez, el 4 de febrero, además de asumir la responsabilidad de los hechos, además de pronosticar un futuro de combate, hace un diagnóstico certero de la situación; no la maquilla, acepta que no pudieron conseguir los objetivos, no miente. Y así conquistó el corazón de la masa humilde, fue Presidente, se hizo Gigante.

Rafael Caldera, en el congreso que se reunía para juzgar a los golpistas, donde morales bello había pedido la muerte de los golpista, dice estas palabras:

"Debemos reconocerlo, nos duele profundamente pero es la verdad: no hemos sentido en la clase popular, en el conjunto de venezolanos no políticos y hasta en los militantes de partidos políticos ese fervor, esa reacción entusiasta, inmediata, decidida, abnegada, dispuesta a todo frente a la amenaza contra el orden constitucional. Y esto nos obliga a profundizar en la situación y en sus causas

En estos momentos debemos darle una respuesta al pueblo y tengo la convicción de que no es la repetición de los mismos discursos que hace treinta años se pronunciaban cada vez que ocurría algún levantamiento y que vemos desfilar por las cámaras de la televisión, lo que responde a la inquietud, el sentimiento, a la preocupación popular. El país está esperando otro mensaje. Yo quisiera decirle a esta tribuna con toda responsabilidad al señor presidente de la república que de él principalmente, aunque de todos también, depende la responsabilidad de afrontar de inmediato las rectificaciones profundas que el país está reclamando. Es difícil pedirle al pueblo que se inmole por la libertad y por la democracia, cuando piensa que la libertad y la democracia no son capaces de darle de comer y de impedir el alza exorbitante en los costos de la subsistencia, cuando no ha sido capaz de poner un coto definitivo al morbo terrible de la corrupción, que a los ojos de todo el mundo está consumiendo todos los días la institucionalidad. Esta situación no se puede ocultar. El golpe militar es censurable y condenable en toda forma, pero sería ingenuo pensar que se trata solamente de una aventura de unos cuantos ambiciosos que por su cuenta se lanzaron precipitadamente y sin darse cuenta de aquello en que se estaban metiendo. Hay un entorno, hay un mar de fondo, hay una situación grave en el país y si esa situación no se enfrenta, el destino nos reserva muchas y muy graves preocupaciones"

Luego de este discurso, muestra de la inteligencia y valentía de criticar, de reconocer errores, caldera llegó a miraflores a tratar de salvar al moribundo pacto de punto fijo; por cierto, el mismo que hoy estos insensatos intentan resucitar.

Chávez representaba el futuro, la posibilidad de un nuevo mundo construido por hombres honestos, capaces de los mayores sacrificios por sus ideas; morales bello representaba la estupidez del pacto de punto fijo intoxicado de poder; Caldera representaba la inteligencia, la sensatez, la honradez perdida. El agua ya está derramada, ojalá estas enseñanzas históricas sirvan para el futuro, ya que la ceguera de hoy no permitió aprovecharlas y se anotaron al oportunismo, que sabemos no faltó ese día en el congreso.



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Toby Valderrama Antonio Aponte

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