No es esta la primera vez, ni tampoco se trata del mismo personaje. Es una conducta repetitiva frente a situaciones distintas, como diferentes los personajes. Pero hablando de ahorita, cuando Andrés Velásquez anda por allá por Guayana reclamando el triunfo, que no reclamó cuando muchos de quienes con él estuvieron dicen que le ganó a Caldera, Guanipa, el electo gobernador del Zulia, quien se presentó muy tempranito al CNE a recibir su credencial, pero pese eso asegura, por supuesto sin prueba alguna, que hubo "un mega fraude", Ocariz que le robaron la victoria en Miranda porque movieron sus votantes de un sitio para otro y, gran parte de la MUD, dice desconocer los resultados electorales porque, como siempre, según ellos, aquí hubo fraude parejo, salvo en cinco gobernaciones, donde ellos ganaron, Ramos Allup, es el único opositor y de los jefes, que reconoce el triunfo del gobierno.
El dirigente adeco, sin dejar de mostrarse satisfecho porque se alzó con cuatro gobernaciones, mientas VP y PJ, sus adversarios un rato y otro no en la MUD, apenas se quedaron una; o para decirlo de manera más precisa, PJ, de Capriles y Borges, apenas ganaron en el Zulia, mientras VP, de López se quedó con las manos vacías. Si somos más precisos, obsérvese que, en la medida que se fue más violento en los meses atrás, menos se recibió de los premios y de los votos, hasta en las primarias internas de oposición. AD, más recatada, por distintos motivos y entre ellos el que arriba mencionamos, al hablar de Ramos Allup y sus cualidades, recibió cuatro premios, el segundo en intensidad guarimbera, Primero Justicia, sólo obtuvo uno, aunque importante y VP, propietaria de las más altas marcas de violencia, no recibió nada, se quedó, como dijese Andrés Eloy Blanco, "como capilla sin santo". Porque, entiéndase bien lo que ésta, muy vieja frase significa, los errores en política se pagan caro y lo peor es que cuesta reponerse. Revisen la historia, por lo menos la de Venezuela y encontrarán bastantes ejemplos muy ilustrativos.
Es muy difícil tener éxito político y hasta militar, cuando la unidad de mando se contradice. Cada quien desarrolla las tareas como le venga en gana, sin importar no que sean distintas, porque eso depende del espacio, tiempo y hasta recursos, sino que se excluyen. Que un frente, grupo o Mesa de la Unidad, desarrolle al mismo tiempo una táctica electoral, pacífica y pacifista y otra de guerra, violenta, es muy difícil sea exitosa. Se enreda una con la otra. Como la vieja caricatura de los dos burros que llevando sobre sus lomos uno tira en sentido contrario del otro, logrando aquello que los físicos llamarían anulación de la fuerza. El mejor aliado del gobierno desde hace muchos años, particularmente desde que Maduro es presidente, lo tiene en la MUD.
¿Cómo entender, por lo menos en los últimos dos años, con toda la guerra económica que se ha hecho, que no es mentira, lo que se ha traducido en una espantosa inflación y deterioro muy serio de la vida del venezolano, lo que no es necesario explicar, cuándo todo el mundo por tradición cultural inmediatamente responsabiliza al gobierno, y justamente por eso sus opositores, de dentro y fuera esa guerra hacen, la inocultable ineficiencia de este, su aparente estado de indefensión, sea la oposición quien sale derrotada en las consultas electorales?
Por no poderle explicar eso a los suyos y hasta a la comunidad internacional, es por lo que apelan al facilismo y estribillo de fraude.
Si en la oposición se impone la sensatez, lo primero que deberían es admitir esa realidad, nada de ponerse a inventar historietas y revisar su conducta. Es incomprensible que no puedan derrotar al gobierno si no se tiene claro el drama que vive la supuesta "Unidad Democrática". El mismo Ramos Allup, quizás uno de los pocos claros y dispuesto a estarlo en la oposición, lo entiende y dice que esta derrota de ahora en julio resultó de la falta de unidad entre ellos. Es un disparate hacer política para Venezuela esperando tener éxito, cuando se atiende órdenes desde fuera y sobre todo se desarrollan prácticas a partir de un modelo que no se atiene a la realidad y demandas de la gente, sin hacer mención, por delicadeza, al irrespeto a las normas legales y el discurso acerca de la validez de las mismas y de toda la normativa democrática, la justicia y paz. Para que se pueda entender esto, revísese la historia de la lucha armada en Venezuela y buena parte de América Latina, a partir del inicio de la década del sesenta, que en buena medida, dicho así, gústele a quién le guste, fue inducida por factores de la "Guerra Fría" y para decirlo de la mejor manera dejarse enceguecer por fenómenos ecuménicos pero en cierto modo ajenos. Esas cosas no se importan, aunque el viaje no sea muy largo.
Dicho todo lo anterior, volvemos sobre aquello que Ramos Allup es el único dirigente opositor nacional que reconoce el triunfo del gobierno o la derrota opositora. Aunque para ser justos, debí agregar el nombre de Henry Falcón, quien admitió su derrota y no se puso a inventar. Pero este habló por Lara, entidad federal donde fue derrotado, el adeco asumió la derrota nacional. Es más, cuando Maduro decide y además "sugiere" a la ANC, a quien de verdad compete el asunto, que exija a los gobernadores, como condición previa para asumir sus cargos ganados en buena lid, se juramenten ante ella, Ramos Allup no ve en eso inconveniente alguno y declara que a su parecer, todo aquel que bien lo considere pertinente, puede hacerlo.
Ramos Allup, con sus cuatro gobernaciones a cuesta, se siente satisfecho y como la "bien pagá", y eso le convierte en un magnífico potencial aliado de Maduro. Por eso, escuchadas y analizadas esas declaraciones del dirigente de AD y la MUD, el presidente, en un gesto estudiado, tomando en cuenta como habitualmente se refiere a sus contrincantes, incluyendo a Ramos, dice extenderle la mano. En Miraflores pareció leerse bien la posición de aquél. No se trata, como creen ingenuamente algunos partidarios del gobierno, cuando uno habla con ellos de estas cosas, que se haya cambiado de opinión o evaluación de la dirigencia política venezolana, sino que hay un estremecimiento, un bloque que se resquiebra y, si eso me conviene, debo ayudar para que ese proceso se acelere. Por eso lo política, si bien no se puede abordar con mala fe, poniendo por delante los intereses personales, tampoco con moralismos como el de entorpecer que se rompa un enlace, cuando eso nos favorece, porque el individuo que lo impulsa lo hemos tenido mal calificado. El odio es muy mal consejero y generalmente cierra espacios que pudieran abrirse. Por estas meditaciones, habiendo de por medio el brazo extendido de Maduro, al día siguiente este mismo personaje, en uno de los abundantes actos que encabeza a diario, nos sorprendió apostrofando a Ramos Allup, al mismo que hasta ese momento le tenía mano extendida y con razón.
Un amigo muy calificado, colaborador como el suscrito del portal Aporrea.Org, consultado acerca de esta conducta, me dijo:
-"No creo que eso obedezca a falta de inteligencia del presidente, sino es la forma de justificarse o taparse ante la multitud a la quien a diario se le inflama de odio".
Muy bien dije yo, uno y otro son discursos convencionales, dirigidos a la multitud para regodearse en el odio y la emoción, como también suele hacerlo Ramos, pero en este caso no parece inteligente. Pues si tuviese que acordar con él y los suyos sobre algo, pudiera pasarle lo mismo que a la oposición que llama a diario a la guerra, canta a cada instante fraude y aún así concurre a los actos electorales para ver si se saca algún premio en esa lotería. Pero también, como decimos los venezolanos, "no se enamora con espinas".
Aunque bien sé, por algo hemos vivido tanto, que no sólo se trata de la multitud, sino muy cerca, entre "laureados y cortesanos", hay mucho bacalao a quien falta hace ese discurso, es en buena medida su alimento.
-"Por supuesto dijo mi amigo, el gobierno, aunque menos que la oposición, también incurre en bastantes disparates".