El arado y el mar

¿Hasta cuándo durará la unanimidad, hasta dónde resistirán las contradicciones?

Como todo en la vida, la tolerancia de los dirigentes chavistas también tiene su límite. La cúpula pragmática lleva la entrega del Chavismo al extremo, va gobernando atropellando todo: la institucionalidad, al Socialismo ya olvidado, a sus mismos compañeros; en algún momento se topará con un muro.  En ese instante se evidenciará lo que dijo el clásico: “En el universo no existe nada que no lleve en su seno su contrario”. En otras palabras, aparecerán claras las contradicciones amortiguadas por una falsa lealtad.
 
Ese muro es lo económico, ya la situación es grave, de crisis humanitaria, difícil de evitar y de endosar a factores externos. Debemos preguntarnos, ¿por qué la constituyente está paralizada, por qué sólo produce medidas represivas? ¿Cuál es la tranca para las medidas económicas? Veamos.
 
Lo político es más dúctil, estira más, con lo social se puede jugar un poco, pero lo económico define, una medida económica disparará las alarmas de lado y lado, marcará un rumbo. El gobierno, ambiguo como es, al tomar las medidas económicas se definirá, y no hay nada más peligroso para los pragmáticos, para los oportunistas, que definirse, la definición los ahoga.
 
Debemos suponer que hay contradicciones dentro de esa rara constituyente que primero hace las leyes y luego la Carta Magna, algunos estarán asombrados con lo que se pretende aprobar, se acabó la unanimidad, algunos no estarán dispuestos a pasar a la historia como los que dieron la puñalada final al Socialismo, al Chavismo. Esa Ley de Protección a la inversión extranjera, propuesta por el ejecutivo y redactada quién sabe en cuál bufete extranjero, debe dar urticaria a muchos allí adentro; después, ¿con cuál cara se presentarán frente a Luis Britto?. Lo mismo sentirán con la Ley del Arco Minero, ¿quién firmará el ecocidio?
 
Debemos deducir que hay contradicciones entre la constituyente y los empresarios, esa será la razón de la parálisis del llamado Plan 50, que hasta ahora no sólo no controla, sino que los precios suben con desenfreno. El capitalismo es incontrolable, sólo acepta el control de la mano invisible del mercado.
 
Seguramente hay contradicciones dentro del gobierno y dentro del PSUV, por el entierro definitivo y descarado del Socialismo, por la falta de autocrítica, algunos no deben aceptar que las fallas son porque los capitalistas son malucos y simultáneamente el gobierno los estimula, algunos deben pensar que algo anda mal, otros condenarán esa alianza como un fraude. La falta de crítica será  intolerable, para muchos caerían en cuenta del aniquilamiento del alma de la Revolución,  la transformación en un cadáver andante.
 
Las contradicciones están llegando a un punto de ruptura, de desenlace, eso se puede afirmar con cierta precisión, más difícil es predecir el rumbo, lo que se deduce es la vigencia del dilema que ya planteaba Rosa Luxemburgo: Socialismo o Barbarie. O Chávez o pinochet. Todo va a depender de cómo se muevan los chavistas, si se hacen presentes en las contradicciones, si participan del movimiento de la historia, o si como hasta ahora se mantienen paralizados, narcotizados; si son capaces de correr los riesgos que ya corrieron el 4 de febrero, en Abril, en el Sabotaje Petrolero, o aquellas hazañas quedarán confinadas a un recuerdo borroso.


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Toby Valderrama Antonio Aponte

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