Un país será como sean sus modelos políticos, los que modulan el rumbo social. Se puede decir que la lucha política se condensa en la lucha entre estos hombres, estos ejemplos que representan una actitud frente a la vida, unos intereses sociales.
Después de la desaparición del Comandante se desató una operación de desmontaje de un arquetipo, de Chávez. Se empezó por socavar las bases psicológicas que sostenían su imagen, la fraternidad fue cambiada por la guerra de todos contra todos, la verdad por la mentira; la preocupación por los humildes se trocó por el desprecio de su capacidad de entendimiento, así no tendrían mente, sólo estomago. El cálculo egoísta sustituyó a la entrega desinteresada, a la causa de los pobres de la tierra. El pensamiento social sucumbió frente al interés individual.
El país quedó sin referencias, sin modelos, sin causas nobles en las cuales inspirarse; todo se ve a través del cristal de egoísmo, el capitalismo nos impuso su lógica. En este vacío prospera el caos, la improvisación. La nación va a la deriva, una a una cae el respeto por las instituciones, no hay credibilidad. El cne es un juguete en las manos de la cúpula, el tsj se pliega, la fiscalía, destructora de pdvsa es el mossad del madurismo, la constituyente es una nulidad, el mayor fiasco en lo que va de milenio y más allá. Los líderes históricos del chavismo son linchados en vendetta pública.
Ya nadie sabe para dónde va esto, no hay metas, todo se improvisa, no hay hueso sano, todo está afectado, desde lo más elemental hasta lo más complicado, desde recoger un billete hasta comprar una aspirina. En este vacío el país se diluye, la Patria agoniza. Un pueblo sin arquetipos, sin metas, sin causas es un espectro incapaz de alguna tarea social, sólo es suma de egoísmos. Se desangra en estampidas al exterior, se inmola en la lucha contra sus semejantes.
Sabemos que el gobierno está agotado, que sus líderes perdieron toda credibilidad. La gente los vota, se movilizan obligados, chantajeados, cada apoyo refuerza la fragmentación social, cada apoyo lesiona la dignidad de los individuos, la dádiva justifica la pérdida de la moral, de la ética, por una caja entregó los sueños, la Patria. Sólo importa lo material, lo espiritual yace enterrado en el campo del interés mezquino.
En estas circunstancias dramáticas se impone una acción que devuelva a la sociedad su razón de existir, su sentido de la vida, un modelo a seguir. Esto es previo a cualquier arreglo económico. Sin un pueblo moralizado no habrá ejercicios militares que valgan, no habrá medidas que arreglen el alma maltrecha.
Los líderes chavistas, es comprensible, se inhibieron bajo el trauma de la muerte del Comandante, adormecidos con una falsa lealtad. Ya es hora de levantarse y regresar al punto donde se extravió el camino, pero también es hora de pasar a la acción. La derecha plantea la salida de maduro pero para implantar un gobierno más enemigo de los humildes que éste, más vendepatria que éste. Los chavistas deben proponer salir de maduro pero para reivindicar a la masa, recuperar su dignidad, detener su envilecimiento, su embrutecimiento.
Es hora de un concilio de los chavistas para discutir el regreso al punto donde se extravió el camino. ¿Quién se atreve a convocarlo, a ser factor de unidad de los chavistas civiles y de los uniformados? Es hora de formar un gobierno paralelo que enfrente al gobierno de los nochavistas. Ya es hora de pasar al frente, formar una dirección chavista, se terminó el tiempo de ser un buen segundo o tercero, son tiempos de primeros.