Pueblo, gobierno y oposición incompatibles

¿Qué es lo que el pueblo quiere? Jerarquizar qué queremos resolver los venezolanos es difícil, pues el chavismo ha hecho de nuestros problemas los más graves del planeta, como la inflación y la inseguridad. Sumémosle a esa dantesca lista el caos de todo el espectro público inepto/corrupto y la muerte lenta de lo privado, que en estos luengos 19 años se ha reducido 70%. Hoy los habitantes de este país en vergonzosas ruinas deben comprar su propio dinero para obtener efectivo, pagando comisiones de hasta 100% o más. Comprar es una odisea, no se consigue lo que se busca, sí se encuentra no se puede pagar, bien sea por su costo, porque "los puntos no pasan" o porque las páginas de los bancos viven colapsadas evitando las angustiosas transferencias, este colapso no es por la cantidad de usuarios, sino por lo abandonado y atrasado de nuestro internet, de los sistemas de comunicaciones, el más lento y atrasado de la región.

El pueblo quiere, en líneas generales ¡Comer! Que cese la inflación, tener poder adquisitivo, que vuelva la producción para que retornen los alimentos accesibles, las medicinas, repuestos, todo lo que en cualquier país respetable es normal, pero tras 19 años de castrismo es un lujo para el 90% de los de a pie. El pueblo no quiere elecciones amañadas que solo aseguran más de lo mismo. Los venezolanos somos demócratas, amantes del voto, pero el sufragio desde 2016 se ha convertido en una fiesta privada para Psuv, auspiciada por las instituciones que mantiene en situación de secuestro. El venezolano también quiere acabar con la inseguridad, con la administración pública inservible, caótica. También quiere que no controlen, racionen ni condicionen sus derechos ni libertades… La Venezuela de hoy es la antítesis del verdadero sueño por el que nos libertaron.

Ahora bien, el gobierno se desvive para imponer su proyecto 180° divorciado de lo que el venezolano es y anhela, desea hacer de cajitas de comida la principal opción alimenticia, prefiere gastar millones en un carnet que invertir, por ejemplo, en los tratamientos para los enfermos y trasplantados renales. Prefiere continuar racionando y condicionando los derechos y libertades del pueblo, ignorar la inseguridad, los servicios públicos moribundos, el sistema de salud decadente ¡Ignora todo lo que genera calidad de vida! para el gobierno lo primordial es mantener este caos, ser el "único que da" y doblegar a los venezolanos por las necesidades que el mismo crea, para doblegarlos "electoralmente" … mientras, una elite cívico-militar es privilegiada, todopoderosa.

La oposición por su parte debe enfrentar su tajante división y falta de contundencia, a pesar que cuenta con el gobierno más rechazado de nuestra historia, no termina de generar empatía, conexión con la ciudadanía, motivado a la falta de resultados en los últimos tiempos. Unos llaman a la abstención, a la calle, al apoyo internacional, otros a votar, a esperar la "gente reaccione", a un dejo de esperanza institucional ¡Vaya despelote!

Así, el venezolano se encuentra sin identificarse con su liderazgo político: no encuentra dignidad ni satisfacción, mucho menos agradecimiento, con quien hace de una cajita de comida y pírricos bonos el estandarte electoral, el modelo país. Tampoco conecta con quienes son la "esperanza de cambio" pero no saben qué hacer ¡Que drama!

@leandrotango

leandrotango@gmail.com



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Leandro Rodríguez Linárez

Politólogo / Analista político / Articulista de opinión, con más de 1.200 artículos publicados nacional e internacionalmente.

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