Estimo que la propuesta del Partido Único está dirigida a la militancia revolucionaria. Lo que no significa que las agrupaciones políticas de la oposición, aquellas de la socialdemocracia, socialcristianismo y otras ideologías opuestas al socialismo, pueden intentarlo también. Nunca se asumirá que el Partido Único es una vía para instaurar la dictadura del poder. Eso no está en el espíritu de la propuesta ni tampoco podría materializarse ya que, atentaría contra los postulados fundamentales de la Constitución Bolivariana. De tal manera que, la oposición o ningún ser pensante de ese sector, puede tomar al Partido Único como bandera o excusa para desconocer la vocación democrática y plural del universo revolucionario que milita dentro del Proceso Bolivariano y que sigue la lucha imbatible de Hugo Chávez.
Creo también oportuno aclarar, al menos desde mi concepción político-ideológica, que el Partido Único en el escenario de la revolución venezolana no puede fundamentarse en experiencias iguales o similares habidas en otras regiones del mundo. Necesario también especificar que el Partido Único no es mando cupular y dominio del pensamiento de su militancia. Para nada comparable a estructuras que sostienen, férrea e intransigentemente, desde una visión elitesca, la dirección de la sociedad. En cinco artículos de opinión que he publicado en las últimas semanas, unidos al espacio de los talleres didácticos que he realizando en distintas pueblos del país, más la próxima aparición del Folleto No. 8, titulado “El Partido Único” desarrollo su fundamentación y explico su carácter democrático, horizontal y desde abajo. Sostengo y lucharé por ello, en que el Partido Único en un instrumento político al servicio de la comunidad. Difiere, de manera radical y diametralmente opuesta, al concepto populista, clientelar, reformista y usufructuario de poder, del partido político actual que hoy copa la escena cotidiana de nuestra realidad.
Pero, no solo debo yo conformarme con tener claras mis ideas y mi consciente accionar por transmitir en términos teóricos, la concepción de una estructura colectiva que busque la toma del poder colocándose al servicio de la comunidad organizada. Es decir, creándose para ser el instrumento que canalice la transferencia de la toma de decisiones de manera factible, viable y verdadera, al pueblo. Que haga realidad la meta de la revolución de alcanzar el poder popular. Digo, no solo me satisface que lucho por lo que creo y defiendo por convicción, sino que estamos proponiendo que el colectivo pensante, los sectores que creen en el Proceso y quienes ocupan un espacio en la comunidad, todos con una visión revolucionaria del cambio de estructura, aporten sus ideas y presenten sus opiniones, reflexiones, conceptos bien procesados con suficiente peso racional, demostrables e inéditos acerca del Partido Único.
Con este objetivo, como epicentro de los últimos eventos (Maracay, Intevep, Maracaibo y valencia), le hemos dado inicio a la creación de las mesas de trabajo o equipos de investigación para preparar los borradores que van a servir de insumos intelectuales, a los documentos que serán presentados al Presidente y al país, como elaboraciones y alternativas de lo que sectores revolucionarios, ignorados por los partidos y al margen de la dirección de la sociedad, pero con aguda capacidad de interpretación y prognosis social, sostienen sobre el Partido Único; y, de paso, sus formulaciones válidas acerca de la base conceptual del Socialismo del Siglo XXI.
Esta semana que comienza el lunes 16, tendremos tres eventos. El primero, el mismo lunes en el Complejo Cultural Cecilio Acosta de Los Teques. Luego, el viernes 20, en el auditorio de la UNEXPO de Puerto Ordaz; y el sábado 21 en el auditorio del Museo de Arte Contemporáneo de Caracas, en el Parque Central. A estos eventos los estamos llamando “Los de abajo y su aporte a la teoría y práctica del Proceso Revolucionario” cuya ejecución permitirá preparar, al final de las mesas de trabajo en un lapso no mayor de los 60 días, dos significativos documentos: (i) fundamentos del socialismo del siglo XXI aplicados a la realidad del pueblo venezolano; y, (ii) conceptualización y formas de acción para aproximarnos a la creación del Partido Único de la Revolución Bolivariana.
Que quede claro pues, el Partido Único no es para que los partidos tradicionales se agrupen de nuevo y constituyan un solo ente cupular. Tampoco es la dominación del pensamiento bajo una exclusiva óptica ideológica. No, nada de eso, el partido único es la instrumentación del poder popular.
izarraw@cantv.net
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