Las instituciones del Estado estallaron, del Estado sólo quedan escombros, su imagen, que rápidamente es sustituida por el desconcierto y la desesperación. Nada funciona, en nada se cree. La anterior afirmación no necesita argumentos.
El madurismo fue exitoso en deformar, degradar, la imagen de Chávez, pero un fracaso rotundo en recrear la dominación capitalista y borrar a Chávez del corazón de las masas. El resultado de su corta gestión ha sido el caos, la liquidación de los valores que cohesionan a la sociedad, convertirnos en una nosociedad, en una antipatria.
Hoy la pugna entre el Chavismo y el madurismo cedió su lugar a la pugna entre los factores que luchan por dirigir la restitución capitalista, el Chavismo fue derrotado, está ausente... por ahora.
El madurismo no tiene nada que ofrecer, seguramente el cne de tibisay le dará el triunfo, pero no le puede dar legitimidad, liderazgo, ascendencia sobre la masa, credibilidad, queribilidad. Falcon no caló en la masa, no es el fenómeno electoral que el capitalismo necesitaba, puede ser que se una con los otros candidatos pero la pólvora seguirá mojada.
Estos días electorales son cruciales para el futuro. Es sabido que las elecciones no cumplieron su papel, no entusiasmaron a una masa desesperada, con hambre, sin líderes, sin rumbo. Después del 20 de mayo las contradicciones emergerán crudas, el desespero aumentará, no habrá conductores, nadie creerá en nadie. Estos días, y los días después del 20, son la hora de los militares.
Pero ¿cual será el signo de la intervención inevitable de los militares? dependerá de los requerimientos del capitalismo. Puede ser la necesaria dictadura tipo pinochet, videla, o un intento de transición rápida hacia la democracia burguesa, una junta que convoque veloz a elecciones y continúe el opio electoral. Todo dependerá del tiempo y las circunstancias, del grado de desespero de la sociedad, del grado de represión que reclame la situación; mientras más se tarde, más cruenta deberá ser.
También dependerá de la ideología del grupo militar actuante, y allí nos enfrentamos a dificultades para construir el pronóstico. Los militares venezolanos son un enigma por estudiar, de su alma poco conocemos. Para comprenderlos podemos pensar que son reflejo de la sociedad, aunque sabemos que el método es imperfecto, no informa sobre su psiquis, su corazón. Aun con esas limitaciones, es necesario adentrarnos en el mundo militar, llegó su hora, la situación los llama.
¿Hay oficiales chavistas auténticos, capaces de traer de nuevo al Chavismo al combate, capaces de construir alianzas con los líderes Chavistas auténticos? No lo sabemos, es poco probable, pero el trópico es exuberante en sorpresas, renuente a ser capturado por teorías. ¿Hay oficiales con ideología capitalista? Seguramente son la mayoría.
De lo anterior se desprende la tarea principal de los líderes chavistas, de los revolucionarios:
Primero, defender la ideología revolucionaria, al Chavismo, de las deformaciones. Y, como nos dijo el Comandante Chávez, defenderlo del reformismo, separarlo de este desastre, de los usurpadores. Segundo, pero igual de importante, mostrarse tal como son, sin cálculos egoístas. El momento necesita una referencia Chavista Socialista.