Se pretende convertirnos de simples tolerantes a irresponsables
En medio de los avatares de los incidentes de la vida local, se miente con relativo éxito. Los cuentos y consejas adquieren carta de ciudadanía, son repetidas hasta la saciedad y casi se convierten en verdades. Resulta que los habitantes del Estado Sucre que votaron por el actual gobernador, se sienten incómodos, porque alguien, en procura de oxígeno, ideó y propaló el cuento sobre el manejo ineficaz de los asuntos públicos.
Me imagino que el gobernador en su accidentada gestión como gerente es responsable de varios errores. Pero, este asunto del que se le señala por su continua intencionalidad de desviación ideológica conforma una densa niebla que no permite ignorar y esconder los verdaderos problemas políticos, entre ellos, los de su propia ineficiencia.
Sin embargo, la mentira creció, dio frutos, se expandió a más no poder y aún no falta algún repetidor de vaciedades que, suponiéndose original y agudo, se lo endilga a uno. Por supuesto, yo por respeto a la verdad no lo pongo en duda. Pero, son tantos los decires que uno se queda pensando y ya no puedo seguir callado. Y, sin pretender eludir el asunto planteado, en sus programas radiales y televisivos ha podido "informar" de sus genéricas y ambiguas tropelías:
1. "…mala fe…": como mecanismo ad hoc, al Profesor Jesús Malavé -sindicato de educadores del estado- se le afecta en lo moral por el cambio de su propio apellido. Esa disputa debe ser considerada holgazana porque la magia del caciquismo sindical no se resuelve con el conjuro aparatoso de levantarlo por el cuello de la camisa, entre otras cosas. Pues, estamos en un momento histórico que exige un diálogo que rompa abruptamente con los imperativos de la violencia que se pretende imponer.
2. "…cosas viejas y del pasado…": el discurso errático, en el momento de presentar al grupo de hip-hop, viene a cuerpo por su preocupación sobre todo aquello que huela a pueblo, a mal gusto, "a cosas viejas y del pasado". Porque pudo utilizar los espacios comunicacionales para difundir en qué consiste su purismo modernista que caracteriza al grupo hip-hop como expresión cultural, sus intérpretes y su público, como su distanciamiento de la cultura popular. Porque en realidad, al margen de lo anecdótico, si para algo deben servir los espacios radiales y televisivos, es para hacer y mostrar lo que imagina como vanguardismo cultural regional venezolano.
3. "…un rancho de la burguesía de la época…": la posición oficial está determinada por una genérica y ambigua afirmación de que se trata de una "intervención de un rancho a punto de caerle encima", refiriéndose a la vieja formalización del Palacio del Márquez de Cajigal, declarada Patrimonio Cultural y, por tanto, forma parte del entorno y continuidad visual a los edificios de la poligonal de la Zona Histórica de Cumaná. Afirmamos simplemente que "la burguesía de la época" antes del capitalismo inmobiliario fue mucho menos exigente y científico que la actual y ello redundó en menores distorsiones formales. Esta demolición, pudiera significar, sin lugar a dudas, una despiadada destrucción de los espacios vitales del área de interés cultural e histórico de la ciudad. Sostenemos el derecho de la "intervención" con un serio, respetuoso y leal estudio -previo a toda acción- sobre el patrimonio construido; sobre la verdadera capacidad de consolidación o recuperación, sobre su posibilidad de uso o cambio de uso en una actitud de seria politica o rechazo al despilfarro y sobre lo que el significa a través de la continuidad y el arraigo.
4. "…chismosos…": para que la "preocupación personal" por la alergia que le produce "las cosas viejas y del pasado" no sea sólo un mero dolor de cabeza y para que efectivamente no se confunda eso con una "preocupación patrimonial" que vaya más allá de una elite y se convierta en un sentimiento colectivo, hay que hacer muchas más cosas que llamarnos murmuradores de oficio. Por eso, es necesario una nuevo pensamiento, un conjunto de reflexiones que permitan ensamblar todo los demás aspectos de la problemática, si es que se quiere elaborar planes integrales de conservación y desarrollo que encaucen los impulsos públicos y privados dirigidos a utilizar el patrimonio cultural como estrategia para mejorar la calidad de vida. Diseñando proyectos pedagógicos de atención que se articulen transversalmente con el eje educativo. Demostrando que con un buen programa de divulgación, lo bueno que puede resultar para el verdadero desarrollo del Estado Sucre, la construcción de la identidad regional.
Ahora bien, a la luz de esta realidad, los ciudadanos de esta tierra del Gran Mariscal no podemos hacer de la indiferencia un instrumento de fortalecimiento de una supuesta conducta ineficiente de un funcionario público. Por eso, es honesto, exigir la renuncia. Hay efectivamente allí el problema de fondo. Creemos que no escurrirá el bulto, confiamos en su voluntad para aclarar esta situación, estamos convencidos que nos ayudará a buscar la seguridad y tranquilidad en el comportamiento general de la vida ciudadana. No debemos confundir la salvaguarda del registro histórico, ya que hay una inteligente salida que ahora debe realizar para afrontar con humildad la afrenta a toda la sociedad sucrense. Sería una decisión efectiva e inmediata y una real contribución: váyase para una embajada.