Antes que el reelecto Presidente Maduro Moros a quien le habían pedido su "dimisión" sectores opositores, convocase a los medios de comunicación nacionales, y a los internacionales acreditados en Venezuela, a reunirse en el Palacio presidencial el martes 29 de Mayo, en estas referencias opinativas escribí (cito textualmente) "sería ideal que los medios de comunicación social evitásemos sesgos que prostituyen el profesionalismo necesario en la misión del periodismo, que se pierde en las campañas electorales, o en circunstancias de polarización política como las que vivimos, en las cuales abundan los periodistas que incitan a mayor división ideológica, entre lectores, oyentes y televidentes". Oír al Jefe del Estado hacer referencias similares, me dejó la satisfacción que expreso, pues considero humildemente no estoy equivocado en el sentido del respeto a la paz, tan anhelada por la mayoría decente del país, y a la vez tan manipulada por sectores, que a pesar de sus derrotas seguidas en el campo electoral y conductual del diario vivir, sueñan con llegar al poder bajo el desasosiego y la infofrenia que significa siembra deliberada únicamente de malas noticias, matrices de opinión negativas, y aprovechar la difícil situación económica creada, para cercar al gobierno revolucionario venezolano por no obedecer a la sumisión y el neocolonialismo de la mal llamada y comprobadamente fracasada "democracia representativa", cuyo accionar se basa en obediencia ciega y entreguista a lo que dicte la política de un monstruo siglo XXI, el magnate orate de tendencias "heil Hitler", que hoy amenaza la convivencia mundial desde Washington.
En el escrito titulado "¿Y dónde está el bruto?, enviado al diario VEA, y la página web APORREA, señalé la excelente posibilidad de que los medios de información y opinión no se limiten a asistir a las convocatorias del Presidente reelecto, sino que eviten seguir en la insania de la desinformación y la arbitrariedad, y se convenzan que se perjudica el periodismo serio y honesto cuando permite que la pérdida de influencia en sus lectores, oyentes y televidentes, nos arriesgue por reconcomio y amargura a una guerra intestina, solicitando invasión extranjera. Indeseada situación que nos dejaría solo la miseria y destrucción que a diario hemos visto en Siria, país presidido por un hombre cristiano Bachar El Assad, quien se niega a ser títere de gobiernos capitalistas salvajes y corporaciones mercantilistas depredadoras internacionales, disimuladas en la "democracia representativa". Una advertencia da punto final por ahora, a estas disquisiciones de crítica ácida pero constructiva, mucho cuidado con creer que los pedidos de entendimiento del gobierno ratificado en Venezuala, son simples "oxigenaciones" de un rrrréeegimnen totalitario-dictatorial..., argumento lanzado por la oposición a raíz del 20 de Mayo, que evidencia la pancada desesperada de quienes se ahogan en el agua-lodo de sus mentiras, esencialmente mediáticas, vendiéndonos ante el mundo como "AMENAZA INUSUAL Y EXTRAORDINARIA"; a menos que 4 elecciones en 9 meses, lo sean, pues si para algo extra han servido, es poder descubrir la farsa electoral de la hipocritocracia "representativa", que solo reconoce resultados electorales, cuando gana.
