En medio de la crisis que vivimos recrudece la discusión ideológica. Era de esperar, toda crisis porta una posibilidad revolucionaria, y allí aparecen los intelectuales guardianes del capitalismo intentando atenuar, distraer, a las posibles fuerzas de la Revolución.
Vienen de lejos, cuando Chávez vivía se atrincheraban en la adulación, acechaban, esperaban. Ahora, disfrazados de madurismo, saltan a la palestra: "hay que terminar lo que con el Comandante no pudimos". Su principal argumento es que "no hay condiciones", que lo mejor a que podemos aspirar es a una buena socialdemocracia. Así se comparan con las oligarquías del continente, y dicen: "aquí hubo abstención, pero en Colombia hubo más", "en la cuarta la cosa era peor", sus referencias son la socialdemocracia, no el Socialismo. Los guardianes del capitalismo son los mismos que ayer nomás eran los "hijos" de Chávez, no digamos nombres, basta que comparemos los discursos de algunos de ellos de hace seis años, con los de hoy. No hay dudas, saltaron la talanquera, abandonaron a Chávez y al Socialismo. Y si observamos bien el paisaje, hoy debemos concluir que los reformistas, los antichavistas, los enemigos del Socialismo, el madurismo, ellos están triunfando, derrotando al Chavismo.
Quién de estos tontos que hoy dirigen se atrevería a estos discursos, a estos argumentos en vida del Comandante, todos adulando, hablando de comunas, de Socialismo, todos con sus camisas rojas gritando "Patria Socialista o Muerte", ¡rosendos disfrazados! Ahora, cuando el Comandante murió, cantan todo lo contrario.
Viendo este panorama de hoy hay que reconocer que el Comandante era, no sólo un Gigante, sino un triple Gigante. Llegar hasta donde llegó llevando arrastra a estos flojos, miembros del grupo de boston, maduristas encapillados capitalistas.
Algún día se estudiará a profundidad el papel del líder en las Revoluciones, y el ejemplo de Chávez estará al lado del de Lenin arrastrando a aquel buró que no quería ir más allá de Kerensky, estará al lado de Fidel yéndose para la Sierra Maestra con doce apóstoles a crear las condiciones revolucionarias, enfrentado al imperio que está a noventa millas, por supuesto al lado de Bolívar gritando "trescientos años de calma no bastan".
Chávez, la historia de Chávez es digna de estudio. Llegó al poder y no se dejó seducir por sus mieles. Primero buscó ayuda en los que creía revolucionarios y estos le fallaron; miquelena, medina, todos fallaron. Siguió su camino guiado por su olfato, por su formación cristiana, y encontró al Socialismo, lo sacó del museo, lo desempolvó, y allí comenzó su propia revolución. Derrotó a los reformistas que quisieron rodearlo, conducirlo, y supo impregnar a su entorno de las metas socialistas. Pero el reformismo estaba allí, agazapado, esperando su oportunidad. Chávez avanzaba con el morral pesado, la carga era grande, un freno; a cada iniciativa, un saboteo.
Hoy se nos plantea de nuevo con fuerza la lucha ideológica, los intelectuales guardianes del capitalismo que estaban silenciados por el brillo de Chávez cantan impunes contra el Socialismo. Sostuvieron una vendetta interna en contra de los líderes chavistas, una persecución de los militantes chavistas.
Pretenden enterrar las ideas del Socialismo, no podrán, el Chavismo auténtico junto al Socialismo, al Cristianismo auténtico, ganará esta lucha interna así como ganó en Abril y derrotó el sabotaje petrolero. La verdad se impondrá y estos usurpadores, aunque hayan secuestrado el poder, serán derrotados.
