¿Pausa en el ritmo histórico venezolano?

Como sabemos ha habido desde los más remotos tiempos interés por el movimiento, el ritmo, los sonidos, las pausas; desde por allá nos viene la tesis pitagórica de la "Música de las Esferas". También creemos saber que en las sociedades humanas todo se relaciona, pues atañe a la vida. El desencuentro entre lo particular y lo general, secciona, mutila la armonía del conocimiento. Un cosmos sin especulación, imaginación e investigación científica nos mantendría anclados en un sistema geocéntrico.

Entre 1810 y 1830, los patriotas venezolanos, liderados por Bolívar, enfrentaron al poderoso imperio español con el objetivo filosófico-estratégico de romper el nexo de dependencia colonial americana y, formar una gran Nación de Naciones. Surgía así, una magna aspiración humana, con aires de utopía, difícil de definir, que, en ella se iba la vida; por eso la expresión de un filósofo sureño: ¡Libertad cuánta sangre se ha derramado en tu nombre y aún existen tiranos!

Nuestra gesta revolucionaria, independentista, como todo proceso político que, ayer y hoy, pretenda cambios radicales, enfrentarán las más complejas y disimiles resistencias, por ello, El Libertador que se había echado la enorme responsabilidad en sus hombros, la personalizó en sí mismo, cuando se caracterizó como "el hombre de las dificultades".

La construcción de la estructura armada era esencial para realizar la tarea a emprender que era la guerra, hija legítima de ese tiempo. La creación y organización fue de abajo hacia arriba, desde el grupo, la guerrilla, hasta los grandes ejércitos que combatieron en Boyacá, Carabobo, Ayacucho, que con centenares de otras batallas, marítimas, lacustres y fluviales constituyeron la epopeya libertaria más importante de Suramérica.

Sin embargo hay que considerar que las faenas de las armas no dan el triunfo por si solas. Si el liderazgo y la gente que va a la pelea. no tiene claro el objetivo, las condiciones y, las convicciones, correrían el riesgo de la derrota, afortunadamente Bolívar y buena parte del liderazgo, entendieron su tiempo histórico, al comprender que tenían que lidiar en un amplio escenario de mentalidades que los incluía a ellos: con terratenientes esclavistas patriotas , con temerosos mantuanos acomodados, abundantes esclavos e indios sumisos al poder, en una sociedad de siglos de cultura del vasallaje, de sometimiento a la "Madre Patria" y a la Santa Iglesia Católica.

Pero el tiempo histórico no es algo que cae del cielo, allí está el hombre, que escudriña, que piensa, que estudia, que cambia y modifica QUE HACE HISTORIA. Los venezolanos tenemos el privilegio de haber tenido a Simón Bolívar que aún tiene mucho que enseñarnos, y no se trata solamente del Arte de la Guerra, del Vivac y los combates y las largas jornadas a caballo, o del frio y el calor, las fiebres O el dolor ante el compañero de armas caído.

Bolívar también actuó en el frente de las relaciones exteriores, y hay que ver con quién lo hizo, el reino unido no era una perita dulce, se trataba de un imperio que parió imperios; y los desencuentros con los yanquis que ya venían fraguando y orquestando su "patio trasero", mientras tanto, desde Europa, la Santa Alianza, urdía planes contra la América insurrecta. Por otra parte los remanentes hispánicos y las oligarquías nacionales, conspiraban y acechaban. El tablero era complicado, pero Bolívar fue un buen oidor de maestros y gran lector universal, y sabía que la esencia de las revoluciones era su radicalismo, nada del gato pardo, basta con un ejemplo; "El Decreto de Guerra a Muerte".

La PAUSA en la revolución, en la vida, en la historia, desde nuestra óptica no debe verse como "cese del movimiento" o presencia del "silencio". Al contrario son instancias de energías que luego se expresan en acciones y sonidos. Quizás la muerte temprana de El Libertador, fue el inicio de una gran PAUSA ---"¡Conciudadanos! Me ruborizo al decirlo; la independencia es el único bien que hemos adquirido a costa de los demás, pero ella nos abre la puerta para reconquistarlos…"

Los venezolanos desde 1999, navegamos en un proceso político que se inició con mucho entusiasmo y enormes expectativas, atrás quedaban cuatro décadas de gobiernos socialdemócratas, donde el balance general de ese tramo cuarta-republicana ha sido muy controversial y en muy extendida opinión: SIN GLORIA. La asunción del poder de esta clase política en 1959, sujeta a intereses transnacionales en el marco de la Guerra Fría, quebró posibilidades y esperanzas democráticas.

A toda esto, hubo respuestas de las organizaciones políticas de izquierda organizando estructuras armadas, en la ciudad y el campo, estimulando movimientos militares: Carúpano, Puerto Cabello. La derrota político-militar de la insurgencia trajo una PAUSA, pero eso no significó el cese de las aspiraciones sociales, las contradicciones estaban allí, vivas y, eso se expresó sin dirección organizada políticamente, en el "Caracazo" (1989); luego vino el 4 de febrero (1992) y aparece la figura de Chávez, de nuevo posibilidades y esperanzas.

El fallecimiento de Chávez el 2013, independientemente de las opiniones y críticas que puedan hacerse sobre la gestión del comandante, fue una inflexión en este proceso político que puede ser considerado igualmente una PAUSA. En un momento del Proceso, el también fallecido general Müller, se refirió a los "escorpiones" que rodeaban al Presidente, y la vida, y los resultados en la gestión gubernamental, han confirmado categóricamente la aguda advertencia del citado general y político. Es sorprendente que la caracterización de la actual situación de inflexión, de quiebre o de PAUSA, quede reducida a una ligera reflexión.

PRIMERO: Insistimos en la responsabilidad imperial, que nos ha visto la "oreja blanca", y la "ha cogido con nosotros" ¿Es que acaso no es esa su tarea y su naturaleza? (La rana, el escorpión y el rio: Chávez dixit).Esta vieja verdad, tiene el riesgo de la distracción, de la excusa que nos lleve a evadir nuestras responsabilidades, olvidándonos que somos actores de alta incidencia en este proceso.

SEGUNDO: La fiereza del debate, estrictamente acusatorio, defensa y ataque entre Primus inter pares; todo girando sobre indolencias, ineficiencia, zancadillas y corrupción, que terminan destruyendo la credibilidad de los conductores del proceso político Bolivariano.

Recordamos que Chávez apenas pudo, se fue a estudiar Ciencias Políticas, pues había entendido, que no era suficiente en la construcción de una Nueva República, el "Orden Cerrado y Abierto", ni "superior que ordena y subalterno" que obedece O ponerse el curriculum en la guerrera.

Ahora, ante tanto escándalo de ineficiencias y corruptelas, nos preguntamos ¡Que ha pasado? ¿Se acabó la Ciencia Política? ¿Donde está Aristóteles, Montesquieu, Tocqueville, Bolívar, Simón Rodríguez, Marx, Lenin, Ludovico Silva, Fabricio Ojeda, Mao…....Hay cierta similitud entre los verdaderos creyentes religiosos y los revolucionarios honestos (redundancia) los primeros atienden a sus dogmas, conciencia y temor al pecado, y los segundos igualmente se apoyan en su conciencia y las cuentas a rendir ante la historia, es decir, ante sí mismo, su entorno familiar y la población que creyó en ellos.

En el Puntofijismo, a la sociedad venezolana se le impuso retos: ACEPTAR la realidad con todas sus perversiones, impuesta por la clase política, donde el capitalismo era una expresión de alto tenor hegemónico, con una acentuada dependencia del rentismo extractivista en lo económico O, INSURGIR contra tal estado de cosas.

La asunción de esto último consumió muchas vidas, además de los heridos, traumatizados, encarcelados y desaparecidos. La Clase Política triunfadora no debe estar orgullosa de ello, pues en definitiva los resultados al fin del periodo hablan por sí solos, y esa historia de las andanzas de la Social Democracia pesa mucho en la conciencia nacional.

En los actuales momentos estamos en una situación de incertidumbre y de confusión, hemos visto que hay deficiencia lumínica en la política y sigue pendiente una DEUDA con la República, como lo dijera El Libertador, la cual se ha incrementado con los hombres y mujeres, que en diferentes tiempos han quedado en el camino intentando alcanzar la Aurora.

LA REVOLUCIÓN ES CULTURAL

Rafael Castro



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Rafael Castro

Especializado en Gestión Cultural. Colaborador y Fundador de Instituciones de la Cultura, en el Sector Público y Privado.

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