EL VAPOROSO MUNDO DE LA POLÍTICA tiene dos ingredientes fatídicos: la fantasía y la soberbia. El político es fácilmente contaminado por estos dos virus del drama social. Con la fantasía deliran, y con la soberbia enceguecen. Por supuesto, el antídoto para esta virosis es el implacable veredicto de la realidad infalible. En Venezuela abundan los enfermos de fantasía y de soberbia. Veamos.
En el campo de la oposición, la soberbia los lleva a comportarse como mariscales de campo de ejércitos de papel, que sólo existen en las encuestas fingidas y en las truculencias del video. Desde ya cantan fraude, y sus esperanzas se remiten a diciembre cuando esperan una conmoción que los eleve a Miraflores, o a la mesa de negociación. El vaporoso mundo de la política los atrapa en un túnel que conduce irremediablemente al acantilado.
Quieren ser demócratas, volver a un pacto, pero para movilizar su base fascista necesitan crear posibilidades de enfrentamiento en diciembre. En diciembre tendrán dos salidas:
Si el enfrentamiento es verdadero, si han conseguido captar a algún militar judas, se toparán con la ira del volcán popular, profundizaremos la Revolución , les socializaremos, les nacionalizaremos hasta el gato. Serán derrotados.
La otra posibilidad, si la publicitada reacción al supuesto fraude no se da, ellos deben retirarse a sus casas con la aplastante catástrofe y el estigma de cobardía. Y desaparecerán del escenario como el melancólico mendoza.
Por el lado del bolivarianismo, los virus también hacen lo suyo. Expliquemos.
Cobijadas en la renta petrolera y la fuerte popularidad de la Revolución, surgen teorías y corrientes restauradoras que intentan desviar la marcha al Socialismo, hacia una especie de “sociocapitalismo” inviable y caricaturesco, que no pone en riesgo sus recién adquiridos intereses. Atribuyen los fracasos a razones distintas al sistema, condenan a los hombres, nunca al sistema. Así censuran a bush, nunca al capitalismo que lo engendra. Condenan a los malos empresarios, nunca al capitalismo. Buscan alianzas políticas con los oligarcas, hasta ahora inanes. Su naufragio será inevitable.
El sistema capitalista, lo dijo el Comandante, adquiera la forma que adquiera, y por encima de los deseos y declaraciones, nos lleva al infierno. No hay solución a los problemas sociales dentro del capitalismo. Los que en su fantasía y soberbia pretendan ir contra esa realidad mil veces comprobada, están destinados a transitar el túnel que lleva al abismo.
El único camino de la Revolución Bolivariana , es avanzar a paso redoblado por el camino hacia el Socialismo. El Socialismo creará una nueva realidad donde los problemas encontrarán solución, y así será fuerte e imbatible. En contraste, los avances capitalistas crean conciencia capitalista, que devorará las hermosas experiencias socialistas.
¡A cada conspiración, responderemos con medidas revolucionarias¡
¡Sólo hay una salida… el Socialismo!
¡Chávez y el pueblo, son Socialismo!
¡Contra el golpe y contra los pactos!
¡Rodilla en tierra en la construcción del Socialismo!