Cuando la política es encadenada, en las horas más oscuras de las sociedades, sólo la literatura puede subvertir el orden opresivo...
(Flicht)
La noticia nos llegó en una marcha de pensionados que intentaba trancar una avenida, allí corría el documento en manos de unos jóvenes con camisa marrón. Las firmas llovieron, nos acercamos al que parecía ser el jefe y pedimos una copia del documento. No fue posible, no tenían reproducciones para repartir. Pero nos dejaron leer con detenimiento:
No es un documento muy largo, explica quién es el Ministro Rafael Ramírez, su trayectoria y su desgracia en manos de este gobierno, que lo agrede sin derecho a la defensa. Le han creado una imagen a conveniencia de los grupos de poder, no importándole acabar con PDVSA para resolver la incomodidad de Ramírez. Dice que el Ministro tiene muchas cosas que aportar en el Congreso del PSUV y que debe ser oído. Habla del Congreso como una de las últimas oportunidades del Chavismo para salvarse de este rumbo nefasto que le impone el madurismo.
También tranquiliza a los firmantes diciendo que no serán publicadas las firmas para evitar las consabidas represalias. Y asegura que si las firmas y las voluntades son muchas propondrán al Ministro que, sobre las artimañas de la cúpula, él irrumpa en la plenaria del Congreso...
El documento circula de mano en mano, se hace viral, nos informan que ya han recogido más firmas que siete veces cien UBCH.
Nosotros pensamos que la iniciativa es buena, pero tiene algo de candidez. Es bueno el diagnóstico de la situación, es correcta la reivindicación de Ramírez, su derecho de palabra, de defenderse, pero la propuesta de presentarse en el Congreso del PSUV hay que analizarla muy bien: sabemos que este gobierno es protofascista, su represión lleva ese signo, su crueldad ya es legendaria.
Pero sobre todo, el documento toca un punto que es importante: ya la situación política necesita acciones que fracturen el cuadro de parsimonia que nos envuelve, acciones que motoricen, que señalen otras acciones, que lleven el sello de la ideología revolucionaria, acciones únicas que sólo los revolucionarios pueden hacer. Si, por ejemplo, es un escrito, que sólo los revolucionarios serían capaces de firmarlo; si se trata de una consigna, que pertenezca a las entrañas de la Revolución; si es una acción militar, que pertenezca de corazón a los revolucionarios.
Por ejemplo, ¿quién podía intentar el Asalto al Moncada?, sólo los revolucionarios; ¿quién podía insurgir el 4 de febrero?, sólo los revolucionarios. Sólo un revolucionario podía escribir el Manifiesto de Cartagena, la Carta de Jamaica, sólo un revolucionario podía proponer la liberación de los esclavos. Es así, la acción revolucionaria cualquiera que ella sea, debe partir las aguas, ser un antes y un después, "un arar en el mar y obtener frutos", un asombro.
Sin dudas el documento tiene una gran carga revolucionaria, es una proposición audaz. ¿Cuál será la actitud de la dirección del PSUV? ¿Le darán un derecho de palabra, le permitirán hablar o persistirán en la cobardía de violar el sagrado derecho a la defensa? ¿Oirán a la base? ¿Se manifestará allí alguna voz decente?
Sea lo que sea, pase lo que pase, ya con esta acción del documento, los cientos de miles de firmas que lo respaldan, la presencia espiritual de Ramírez en el Congreso del PSUV es inevitable.
