Con anécdotas personales nutro esta reflexión. Asistía a un CDI de Barrio Adentro y como amigo de un funcionario venezolano intervine para reconvenirlo cordialmente, porque el compatriota instaba a los cubanos a que no atendieran pacientes de consulta esa fecha, por cuanto era día de asueto en Venezuela. Por la confianza le manifesté que no tratara de cambiar las costumbres a las y los cubanas en su atención solidaria a nuestra salud, pues en Cuba la población tiene otro concepto de lo que representa el servicio público, aún más si se trata de atención a la salud. Venezolano como yo, por respuesta a mi argumento, me miró brevemente y con aire de cierto desagrado, se alejó mascullando ese despectivo y criollísimo "no joda…".
Un caluroso mediodía coincidí con dos cubanos mientras escanciábamos en un establecimiento público "la blanca espuma que el mar levanta". Aproveché para indagar lo que ellos como antillanos, percibían de nosotros en el cumplimiento de su trabajo solidario. Transcurridos varios minutos de charla, fui imprudente pues uno de los señores, instructor deportivo, lucía una barriguita no precisamente de deportista. Ante mi intromisión y muy sonriente su respuesta fue "ustedes los venezolanos brindan mucha cerveza a uno" Mi observación fue también amistosa al advertirle lo siguiente, "no se dejen prostituir por nosotros, ustedes en Cuba tienen conciencia de patria socialista, y aquí apenas estamos empezando". Fue en el 2008, estábamos lejos del "bachaqueo" criminal del 2018, y junto a Chávez comenzábamos a abrazar elvaliente antiimperialismo revolucionario, heredado de Simón Bolívar.
Frente al ataque ilegal universal, ofensivo a la democracia, agigantado por medidas económicas de quienes odian el modelo socialista venezolano en desarrollo, y bajo acoso financiero internacional criminal con bloqueo al pago de medicinas y alimentos importados, más el descaro descomunal de fabricarnos una "crisis humanitaria", e incitarnos a abandonar Venezuela, debemos rechazar la propaganda vil en las redes y en cierta comunicación social reconocida contrarrevolucionaria. El colectivo, incluyendo los peores disociados opositores a Chávez y Maduro, dan perfecta cuenta que el ataque viene del capitalismo salvaje para despojarnos de las riquezas naturales, y regresarnos a "vasallos de EE UU", cuando vivimos en la falsa y traidora democracia representativa pitiyanqui. Por encima de cualquier deficiencia superable, sólo con más socialismo lograremos la conciencia patria.