"Me voy del país por culpa e´ Maduro". "Ese bruto volvió a aumentar los sueldos no jo…". Frases de descalificadora verborrea de calle, oídas a personas que alzan la voz contra "el dictador", obviamente sin comprender que la especulación, acaparamiento, contrabando de extracción, o la porfía de esconder productos para encarecerlos inmisericordemente, no son "culpa e’ Maduro", sino estrategia contrarrevolucionaria que amenaza invadirnos, aplicándonos un boicot financiero internacional.
La habilidad pacífica del inteligente pueblo revolucionario socialista en medio de tantas dificultades, es observada por adversarios de incapacidad intelectual frustrados por no lograr la explosión social anhelada. Lo intentan sí, y en forma desalmada, característica de mentes peligrosamente estrechas, no comprenden que el colectivo consciente no se rinde ante fake news o noticias falsas, los falsos positivos que echan a rodar cual noticias, y campañas por redes sociales que ayudaron a llevar al poder a Mauricio Macri, Donald Trump y Jair Bolsonaro.
Releía "Radialistas", un libro de periodismo en la radiodifusión, en mi biblioteca desde 2006, escrito por el dominicano José Ignacio López Vigil. La radio nos mantiene educados e informados, pero si alguien requiere al oyente de un noticiario le haga un resumen de lo dicho, comienza a tartamudear diciendo, "es que me interrumpieron y no pude prestar mucha atención, tu sabes". El autor avala la necesidad de programas de toda índole, porque "tristemente Latinoamérica y el Caribe muestran ciudadanos marginados, sin posibilidad de ir a la escuela", algo que no ocurre en Venezuela desde Hugo Chávez
Sin embargo en materia electoral hay cada vidiotizado con el viejo cuento del anticomunismo pitiyanki, que cae convencido por redes sociales tornándolos analfabetas políticos. Así han electo Presidentes que luego los botan del trabajo, aumentan el costo de la vida en general, e imponen la farsa "demócrata representativa". Mi madre decía "quien va a caer, no ve el hoyo", pregunten en Argentina, Brasil, Honduras, Colombia, Paraguay, etc, cómo viven bajo gobiernos de ultraderecha. En Venezuela hay ignaros bolsonaros celebrando la elección del brasilero misógino, racista y partidario de matar izquierdistas como hicieron dictadores militares gorilas en Brasil, durante el siglo XX.