Este año han sido detenidos 1500 funcionarios, puestos a la orden de la justicia por delitos y desviación de sus actuaciones; un humilde señor incrédulo de la política, oía el dialogo de cuatro amigos donde comentamos la información, y de improviso nos dijo, "lástima que entre esos presos no hay Concejales, porque algunos se quieren elegir otra vez…". Nos reímos bastante, aunque confieso que lo expresado por el caballero, se me antoja preocupante.
El ministro del Poder Popular para Relaciones Interiores, Justicia y Paz, Néstor Reverol hizo balance el 26 de Noviembre 2018, y detalló que los detenidos son: 1.515 de la Policía Nacional Bolivariana, 300 del CICPC; 50 pertenecen a Identificación, Migración y Extranjería SAIME, y 201 del SAREN -Servicio Autónomo de Registros y Notarías-. El castigo a funcionarios no fue una constante en la demo-chucuta iniciada en 1959 en Venezuela, con el primer gobierno electo por votación el 7 Dic. 1958, por tanto es un avance revolucionario.
Lamentable que nuestra colectividad votante no acuda en masa a la elección de Concejales, quienes deben ser los primeros en velar por las irregularidades que se susciten en las localidades donde resulten electos, son los más cercanos al votante. Sería lo ideal acabar con la actitud asumida por practicantes de una mala costumbre, ciudadanos que se dedican a reclamar mediante solo chistes politiqueros (algunos muy escatológicos desagradables), y ante estos desaguisados hay fingida resignación, en lugar de ejercer presión a los ediles, munícipes o concejales, ya que no se les elige para "resolverse…", sino a fin de que demuestren su conciencia social.
El pueblo votante, premia o castiga, acudamos a votar en la democracia socialista plena, injustamente amenazada por la hipocritocracia mundial de mal llamados "demócratas" del capitalismo salvaje, corrupto y desalmado, que acude si posible al asesinato de sus adversarios, intentando imponer con violencia antipatria, sus pareceres.
