Siempre soñé ver al capitalismo salvaje, caer reptando su secular falta de escrúpulos, vencido por el cambio humanista y bajo la comprensión socialista de pueblos que han vivido engañados por el capitalismo bestial. Desde finales del siglo XX y en la primera década del XXI, se me hizo realidad ver gobiernos de izquierda en Argentina, Bolivia, Brasil, Ecuador, El Salvador, Nicaragua, Paraguay, Uruguay y la Venezuela bolivariana antiimperialista que cumplirá 20 años el 2 de Febrero del 2019.
Vivimos múltiples malcriadeces y trumpadas prepotentes, que son bien descritas en el caso argentino por Diego Armando Maradona, estrella del futbol mundial calificado entre los mejores del planeta, Maradona aseguró que Mauricio Macri "está haciendo el peor gobierno de todos los tiempos en Argentina. "No hay seguridad, robos por todos lados, la gente no come. Ese es el cambio por el cual votó la gente". El futbolista le cae a goooooolazos al empresario politiquero de conducta engañosa.
Desde Venezuela observamos que al gobierno gaucho no lo tildan de tiranía, dictadura, etc. porque Macri es pitiyanqui. Las macro malcriadeces se unen a las trumpadas desafiantes, con el engreimiento guapetón característico de la derecha política, dejando ver igual tónica en el chileno Piñera, el brasilero Bolsonaro, el hondureño Hernández, o el comediante televisivo Morales en Guatemala, toda una caterva de presidentes electos, a los que debemos respetar y observar cuidadosamente.
Entretanto en EE UU aumentan los intelectuales, figuras cinematográficas, sobresalientes integrantes del deporte y reinas de belleza, más una porción significativa del mundo político, o sectores ciudadanos con reserva moral, que cuestionan invasiones, trampas políticas y alocadas intervenciones amenazantes que dejan aislado al gigante estadounidense en la ONU, tras el abandono oficial de Trump a organizaciones internacionales como la UNICEF y la Corte Penal Internacional.
En este panorama encontramos venezolanas y venezolanos en el exterior, petardistas del anticomunismo y el neocolonialismo, solicitando dólares para un "gobierno de transición" convertidos en modernos Judas, pese a no usar el beso traidor, sino bajezas serviles de arrastrados ad infinitum, rogando más sanciones financieras contra el pueblo venezolano, y que les den mayor seguridad por su conducta prosternada de neoiscariotes. Afortunadamente en México, fue electo López Obrador, a quien igual observaremos cuidadosamente.
