No se ahora, si mi popularidad en el portal Web Aporrea esta más abajo de las olas, en medio de las olas o en la cresta de las olas. He tenido que soltar el machete y el azadón para atender los gritos de Chico gritándome desde algún sitio de mi fundo: mamanta, mamanta la cogieron con usted es Aporrea. He tenido que dejar el cuido de un corte de ají que está ya en su punto de caramelo y uno de perejil y cilantro para atender eso que Chico gritaba.
Ya dado una respuesta. (https://www.aporrea.org/ideologia/a277561.html) Saludo el artículo del profesor Eligió Damas y del paisano Esteban Rojas. Si me lo permiten y desde los desencuentros y encuentros, les envió un saludo a todos; claro si me lo permiten. Los desencuentros los asumo como un punto positivo. Simplemente está ahí. (https://www.aporrea.org/ideologia/a277547.html Y https://www.aporrea.org/actualidad/a277538.html )
Todo esto lo disfruto sinceramente. Me distraen en estas amplias, profundas y solas sabanas de la mesa de Guanipa. Debo decir que extraño al otro amigo Naci, pero la Virgen del Valle me cumplió el milagrito que le pedí. Le llevaré cuando vaya a la isla la representación de ese milagrito, que en este caso, será una reproducción en miniatura del libro Abajo Cadenas, que usé en mi tiempo de niña para enseñar a leer a una abuelita en mi pueblo a través de un programa que en una oportunidad, emprendió un cura en comunión con mi escuela. El libro que se usaba era el Abajo Cadenas, como supongo hoy se usa el "yo si puedo" cubano.
Le echo mano a un lugar común y a unos versos de una canción. "Yo soy como el espinito, que en la sabana florea, le doy aroma al que pasa y espino al que me menea". Escribo para que unos compartan conmigo lo que escribo y otros si los desean, tienen el pleno derecho de diferir a su modo. Igual; otros escriben y uno tiene la oportunidad (a su modo) de considerar esos escritos. El que se mete a la candela, debe saber llevar y dar leña a su modo. (https://descolonializa.wordpress.com/2016/03/12/yo-soy-como-el-espinito/ )
Amigo Esteban en estas sabanas inmensas no hay espacio para el odio ni rencores y si para la contemplación. Tengo mi manera de ver los análisis que Expertos y no tan expertos hacen. Algunas veces a mi modo, uso mis recursos para drenar mis opiniones sobre ciertos "análisis".
Amigo Esteban: ¿Disfrutó alguna vez usted a las mareras margariteñas vendiendo pescado? Yo las disfrutaba bastante y las extraño. Todavía, cuando estoy en Margarita, las veo pasar con su tradicional caminar, sus maras muy bien equilibradas sobre la cabeza y su forma de decir, llevo esto o lo otro. Era muy gracioso, cuando voceaban el tahalí, que en Margarita algunas mareras llamaban machete. Eran un Espectáculo las mareras. Muchas veces la oía decir: ¿Y qué quieres este temiga o "sotemiga" por real y medio? ¿Este vergajo que huele a pepi… sin orear no me paga? Tal y como ya lo he dicho y acaba de decirlo el profesor Eligio Damas ; la palabra "temiga" para un margariteño o margariteña de mi edad se convirtió o dejó de ser una palabra soez. (https://www.aporrea.org/ideologia/a277547.html )
Sucede también con "hijo er´ diablo", que mucha gente de tierra firme lo usa despectivamente. Para un margariteño margariteña de mi época, no es una palabra o frase diabólica. Tenía (¿Y tiene?) su significado. Nuestras abuelas las usaban para una reprimenda o un darnos un cariño. Uno amigo Esteban, es un poco su contexto. Aprendió de sus abuelos formas de ver y responder a las cosas.
Pero en honor a la verdad, este no es el punto que me mueve ahora. Me desconcertó un poco paisano Esteban, su aparente falta de experticia y competencia para manejar los rabos de iguana con maestría y seguridad y tal vez (tal vez) otro tipo de rabo. No quiero especular, pero tampoco quiero dejar pasar la oportunidad para bajarlo de esa equivocada práctica de evitar agarrar la iguana por el rabo. Supongo que a estas alturas del juego amigo Esteban, usted no carga con un trauma con eso de agarrar a la iguana por el rabo y sugiere, que por ahí no debe agarrarse una iguana. Todo con modo se puede.
No quiero pensar amigo Esteban, que ese temor o miedo de perder a la iguana, es producto de historias juveniles intentando y no pudiendo agarrar iguanas por el rabo. ¿Todas se les fueron? Estos traumas quedan y tienen luego sus implicaciones con otros rabos.
Sepa usted amigo Esteban, que en mi fundo hay iguana por montones. Se les ven por el patio de la casa y a veces debo sacarlas del corredor que da al fondo de la casa o del corral de las gallinas. Son parte ya del ambiente de mi casa.
Ponga cuidado, que creo es su caso y su trauma. Si las agarras hacia la punta del rabo, que usted pudo decir cola, pero no lo dijo, se le va. Se quedará con la ilusión y cuando menos, lamentara con un toconcito moviéndose en su mano y sin iguana. No haga eso con el rabo de la iguana ni con otro rabo. Si usted agarra la iguana por el rabo pero en la parte que está cerca de sus patas traseras no se le va. Así que el problema es suyo por la falta de práctica o experticia. Si la toma por ahí, se le moverá mucho, pero no se le va. No le tenga miedo al meneíto. Administre ese meneíto. Yo estoy acostumbrada a tomar las iguanas por sus colas y en esa parte. No se me van.
Amigo Esteban, cuando se agarra un rabo, debe agarrarse por la parte más cercas de sus muslos traseros. Calcule eso para otras agarradas porque no se ve ducho en esto. Tome consejo; aún está a tiempo. Sé de esto, no por ser de la tercera edad, sino por ser una hija er´ diabla margariteña.