En Junio 2019 se cumplen cien años de la desaparición física del médico trujillano José Gregorio Hernández, primer centenario desde que pasó a la inmortalidad, a quien Venezuela y buena parte de Latinoamérica invocan Siervo de Dios; venezolano en espera de exaltación a los altares católicos, donde está por voluntad del pueblo desde hace mucho tiempo. En 1902 José Gregorio contaba 38 años de edad y ejercía su profesión con apego a los más necesitados, se produjo entonces un ataque de potencias extranjeras contra nuestra patria, con la invasión pretendían cobrarnos una deuda externa falsificada, que no aceptó el Presidente Cipriano Castro quien dijo que habían hollado el suelo sagrado de nuestra nación, y llamó a la unión de todos. José Gregorio Hernández se presentó y se alistó miliciano por su país, en sus memorias quedó este gesto valiente de venezolano ejemplar.
A ciento diecisiete años de aquellos hechos históricos, vemos con estupor y verguenza que por ignorancia y desinformación, venezolanos y venezolanas confundidos y alienados por la política terrorista de una potencia extranjera, junto a gobernantes timoratos de varias naciones, vasallos del pitiyanquismo, montan un régimen paralelo al cual no eligió nadie, y mediante amenazas más la abrumadora guerra psicológica llaman a desconocer la democracia socialista revolucionaria de múltiples elecciones, y al Presidente auténtico, electo y único poder legal en la tierra sagrada bolivariana, independiente y soberana, llamando desde el exterior a que nos intervengan militarmente.
En esta Semana Santa o Semana Mayor 2019, una toma de conciencia personal es imperativa. La realidad capitalista salvaje nos considera peligrosos, preciso es que cada quien según su creencia, recuerda que en Venezuela no solo hay amplia democracia, sino también libertad de cultos irrestricta. Hagamos un auto examen acerca de las circunstancias que vivimos, para no engañarnos con intereses bastardos de potencias salvajes, o de gobiernos falderos presididos por fracasados demócrata representativos, que niegan el acceso gratuito a la salud y la educación, al orden socialista auténtico de atención al pueblo venezolano que estaba desasistido. Envidian de Venezuela el suministro de energía eléctrica y agua potable a bajos precios, les preocupa el modelo socialista Siglo XXI, al que buscan desaparecer de la historia polític fabricando internacionalmente absurdas descalificaciones, y ejecutando feroces ataques mundiales.
