Hay quienes en tono burlón negaron a Hugo Chávez en su momento y lo mismo hacen
al referirse a Nicolás Maduro, electos en citas comiciales tan legales como en las que fueron elegidos opositores gobernadores, alcaldes, concejales, parlamentarios regionales, y diputados a la Asamblea Nacional. Hablan de "tu Presidente, porque ese no es Presidente mío...". Conducta obsesiva de falsa sutileza, e irónica ignorancia despectiva disfrazada de un humor vacío, nos la dedican a los socialistas que sin embargo no debemos molestamos en contestar, porque si usted replica necedades corre el riesgo de caer en las redes de quien así se comporta, y como suele sentenciarse con plena certeza "del ridículo no se devuelve nadie".
El ridiculómetro de la historia se está rompiendo permanentemente en estas primeras décadas del Siglo XXI, no solo en el comportamiento de la derecha venezolana maltrecha, violenta, destructiva, pirómana y asesina, que se las da de a...frecha, sino en el mundo que ve muestras de conducta irresponsable y salvaje, con decisiones erráticas del gobierno de EE UU, situación que reivindica internacionalmente a Rosa Luxemburgo (1871-1919), revolucionaria alemana que describió al sistema mercantilista, advirtiendo "socialismo o barbarie". Venezuela insiste en que es lógico, hábil e inteligente dar la espalda a la barbarie, y lo demostramos abandonando la OEA en Abril 2019, somos país de paz a pesar de la agitación social que apoya un retorno a tiempos disimulócratas homicidas vividos de 1959 a 1999, con inverosímil respaldo casi total de la prensa privada.
El Abril rebelde, 19-04-1810 iniciado en Caracas como golpe de estado a favor de la monarquía española, devino en acto precursor de nuestra independencia que se firmó el año siguiente. El Abril de Simón Bolívar en arrebato patriótico de enmendarle la plana al cura que desvirtuaba el terremoto de 1812 tildándolo de "castigo de Dios...", argumento opositor a la intención de liberarnos del imperialismo colonizador. Abril 2002, con la reacción espontánea del pueblo reclamando la presencia de un Presidente electo, secuestrado por intereses en conjunción castrense y capitalista salvaje, más la complicidad de un periodismo antibolivariano, renuente a reconocer los derechos del colectivo mayoritario en elecciones. La historia es y será la que nos juzgue.