Con la acusación de trump al ministro tareck se activaron las voces de protesta en la cúpula del gobierno de maduro, brincaron a defender al acusado, dijeron que es un abuso, que no hay pruebas, que no hay juicio; que lo condenan extrajudicialmente, que no es constitucional.
Lo anterior nos recuerda a los cientos de presos políticos que están en las tumbas del gobierno, allí no hay juicio, no hay pruebas; nos recuerda a los cientos de exiliados en las mismas condiciones, a los censurados, a los que no tienen derecho a la defensa y negado el acceso a la televisión y la radio. Por el mundo anda el Ministro Ramírez, acusado por estos gobernantes de la misma manera que hoy se acusa a tareck, sólo que a este Ministro lo acusan sus mismos compañeros y no hay gobierno que lo defienda, los amigos de ayer le niegan hasta el saludo. En la tumba está el General Baduel, incomunicado, maltratado por los que se dicen "hijos de Chávez" y en realidad son hijos de trump. No se sabe bien dónde está el General Rodríguez Torres, estos militares no tienen juicio, no tienen acusación precisa. Y no olvidemos a los presos de la oposición oficial, les aplican la misma medicina.
Es asombroso el parecido de la conducta de este gobierno con el gobierno de trump: los dos son mentirosos, los dos pasan por sobre las leyes, allá no hay división de poderes, aunque aparenta; acá tampoco, aunque ni siquiera se ocupan de disimular, los dos protegen a las compañías petroleras gringas que operan en Venezuela, ambos montan ollas podridas contra cualquier adversario; quien no haga "lo que trump diga" es acusado sin pruebas, aquí quien no haga "lo que maduro diga" es execrado.
El parecido es más dramático cuando consideramos que aquel pueblo, al igual que éste, cree todo lo que el poder mediático le va diciendo. Aquí es igual pero con menos recursos, acusan de corrupto y la masa se traga la especie, dicen que aquel se suicidó y santa palabra, dicen que no hay crisis humanitaria y todos callan, y la gente va silbando al matadero. Claro que aquí hay más recursos humanos, más reserva fraternal, más tradición revolucionaria, más historia internacionalista: Recordemos a Carlos Aponte, luchador al lado de Sandino; Alí Gómez, oficial del Ejército Sandinista; Antonio Briones Montoto, revolucionario cubano que regó con su sangre el árbol de nuestro socialismo. No han podido sembrar el odio contra los colombianos, ni otros hermanos; el recuerdo de Bolívar, de aquel ejército libertador nos protege de la barbarie de pelear contra hermanos.
El parecido es más profundo, es psicológico, la base mental de los dos países es la misma, de los dos gobiernantes es la misma, los métodos, las conductas necesariamente serán la misma. Los dos gobiernos están dirigidos por el egoísmo, por el afán de lucro, son adoradores del dios mammón, los dos miden su éxito por dólar acumulado. En resumen, los dos son capitalistas.