El Arado y el Mar

El peligro de inexpertos metidos a Generales

Preocupa cuando el lumpen que ha tomado las riendas del país incursiona en el terreno militar. Es verdad que la amenaza bélica es excusa para muchas cosas, sin embargo, ahora el peligro de catástrofe es mayúsculo. Veamos.

En el gobierno surge una corriente belicista. Al principio se apreciaba como las locuras de unos cuantos subalternos, pero con el tiempo se va cincelando una corriente que amenaza con una guerra que justifique todos sus errores. Veamos.

La vicepresidenta habla de Santander, del anti venezolanismo de los colombianos; le sigue Bernal desempolvando el vuelo de los sukhoi a bombardear Bogotá; y culmina el propio maduro, que funge de jefe máximo de la Fuerza Armada, haciendo una acusación contra Colombia de saboteo de los aviones sukhoi, y luego alerta a la Fuerza Armada sobre provocaciones de Colombia y el comando sur en la frontera. Sin dudas, es una situación de pre guerra. Las circunstancias son graves, estamos pendiendo de un falso positivo en la frontera, o de cualquier hecho que sea excusa para la confrontación. Las condiciones son propicias para desencadenar esa guerra con la hermana Colombia.

La Fuerza Armada Venezolana no puede quedarse callada en manos de estos insensatos, politiqueros, que nos conducen al caos para justificar su incompetencia. El espíritu fascista, belicista, crece en el interior del gobierno en la medida que la crisis creada por éste se profundiza. Es necesario que se tomen medidas para detener la locura, hay que hacer algo y hacerlo ya, antes de llegar al punto de no retorno

La guerra le conviene al gobierno de maduro y le conviene al gobierno de Colombia. Una guerra es olvido de los problemas de un país, tras la euforia belicista se esconden las ineficiencias de los gobiernos, nada más oportuno para ambos gobiernos que desatar una guerra. El gobierno de Venezuela está arrinconado él solito se metió en este atolladero, no encuentra cómo salir, está agotado, debe ser sustituido, a nadie conviene su permanencia. Los gringos hablan de no usar la fuerza, nosotros recordamos las palabras de Martí: en política, la verdad es lo que no se ve.

No es improbable que esta fracción de mariscales se imponga y fuerce la declaración de hostilidades. La derecha gringa hará lo que digan los gringos y las oligarquías del continente. Allí está el TIAR como un instrumento para cualquiera agresión. La situación es de suma gravedad. Hay que hacer algo, que nadie se quede paralizado.

Lo primero puede ser formar un comité de altísimo nivel cívico militar en contra de la guerra con Colombia, que fije posición patriótica, bolivariana, que es la Unión de la que fue la Gran Colombia; que se desmarque de la oligarquía colombiana belicista, y del lumpen marginal que nos gobierna, irresponsable. Ese comité debe denunciar, desenmascarar, las acciones que buscan justificar el fracaso desatando la guerra, debe concientizar, movilizar a la población civil y también al pueblo militar.

Los chavistas-chavistas tienen el deber de detener esta locura, no es posible que unos insensatos lleven al Ejército Libertador a agredir a la hermana Colombia, no es posible esa traición al espíritu bolivariano. No hay excusa para eso. Que alguien convoque al Comité de la Fraternidad Colombia-Venezuela…



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Toby Valderrama Antonio Aponte

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