No hay espacio en estos siete años que vienen para las divisiones, mucho menos partidistas. Entrar al 2007 con una perspectiva distinta a lo ya establecido desde la Cuarta República es algo muy importante. Hemos señalado todo lo que está a nuestro alrededor impregnado de lo viejo, que no nos fijamos que aún lo añejo y ambiguo por igual imperaba dentro de las estructuras partidistas de los que apoyan el proceso revolucionario. Si nos adentramos a diagnosticar los sistemas que domina nuestros partidos revolucionarios nos daremos cuenta de que hay bastante de lo viejo, de lo caduco y todo aquello que permite por igual la exclusión, el autoritarismo y las elites.
En esto hay que ser sincero, se nota fácilmente cuando líderes y miembros de la misma revolución pero de distintos partidos caen en la malsana competencia, la zancadilla, el chismorreo profesional, los ataques, las descalificaciones y la falta de confianza que solo lleva a las divisiones, que a la larga no logra los sinceros propósitos de unidad, visión y empuje del proceso.
Todos estamos deacuerdo con la unidad y lo que Chávez ha denominado el Partido Único, pero las grandes preguntas que se hacen son las siguientes:
1.-¿Quienes de los distintos líderes de los partidos del Bloque del cambio va a ocupar los puestos de poder e influencia en el Partido Socialista Unido de Venezuela?
2.-¿Cuál color identificará ese nuevo partido?, ¿Rojo?, ¿Azul?, ¿Cuál?
3.-¿Qué estructura será determinante?
4.-¿Qué pasará con las sedes de los partidos?, Se acaso que cada partido que se desintegré sus bienes y finanzas pasarán al patrimonio del Partido Único Socialista?
5.-¿Y los votos qué logramos?, ¿Qué pasará con esos miles que no solo votaron por Chávez sino que también se identificaron con éste o aquél partido?.
6.-¿Cuál ideología predominará?, ¿Qué sistema?
7.-¿Qué pasará si mi partido o el del oro, no se adhiere?
Ya los adversarios del proceso hablan de la segunda oposición; aquellos movimientos sociales y grupos políticos que optarán por su independencia y autonomía sin estar contrarios al proceso de cambios y mucho menos a Chávez. Hay quienes reflexionan y expresan que para la UPV, Los Tupamaruc, MEP, etc., no les es traumático desintegrarse y adherirse al nuevo partido porque no tuvieron mucha incidencia en el electorado que llevo a Chávez al triunfo.
Son muchas las interrogantes, las dudas y sobre todo los recelos que subsisten en cientos de personas, gran parte los que pertenecen a un partido político de izquierda Chávista. Lo interesante es que Chávez nos dejo tremendo regalo navideño que puso a correr a más de uno y perturbo una alegre navidad con la tremenda derrota propiciada al oposicionismo y al fascismo. Muchos ya nos imaginábamos entre fotos con San Nicolás, pesebres, hallacas, rumbas, pero todo quedo allí sobre la mesa, como lo dice el jergor popular: Con los ojos claros y sin luz.
Chávez es terrible, sabe como amargarle la vida a los que siempre buscan acabar con el país, aunque suele también sacudir a los que les siguen; y tiene todo el derecho por la alta moral de trabajo, servicio, ahínco que demuestra en esta revolución que apenas está agarrando fuerza a nivel mundial. Solo quedan dos pequeñas semanas para entrar al 2007, que en ese tiempo nos dediquemos a reflexionar, a medir nuestras decisiones, a explicarle a los más sencillos lo que está sucediendo y evitemos hacer de esta coyuntura un trauma que pueda distraernos del auténtico propósito que es darle base sólida al proceso Bolivariano y lograr una mayor integración en las decisiones de gobierno a la mayor cantidad posible de ciudadanos.
La tarea que nos toca estos 7 años son vitales; un período que pueda ser el último del presidente o lograr por la vía de la reforma constitucional y el apoyo mayoritario dos períodos más porque hasta que no se levantes líderes como Chávez no podemos darnos el lujo de dejar esto en manos de personas que solo se han beneficiado del proceso y llegando a altos niveles luego vea que Chávez ya no es necesario.
juliocesar121@yahoo.es