Presencié este 5 de marzo 2020 el llanto de un niño frente al kiosko de revistas, golosinas y recarga de tarjetas; conversaba con el responsable de las ventas y su esposa, que tienen quince años dedicados al pequeño negocio a la salida de un supermercado. Desagradable ver el llanto del muchachito que reclamaba le habían prometido un chocolate. A la madre del chiquillo le era imposible pagar 50 mil Bs. por la tableta achocolatada, el coco no se qué cosa, la galleta rellena, o cualquier chupeta, a precios salvajes. No pude evitar pensar que la fecha coincidía con la desaparición física del gigante venezolano del siglo XX e inicios del XXI, quien nos advirtió de los desalmados yanquis de m, es decir estadounidenses de maldad guerrerista.
Hace siete años el jefe de la oposición y candidato presidencial derrotado por Chávez, hizo hincapié en declaraciones cuando era Gobernador del estado Miranda, alegre por la muerte del comandante barinés y dijo "El presidente Chávez no está, nadie se los va a devolver". Estúpida frase de un desalmado que antes dio muestras de odiar a los indígenas, y no pudo convencer a la nación de hacerlo presidente, pese a la propaganda internacional a su favor. Un arrogante que solo supo mostrar su ignorancia e impreparación política, y su falta de cultura general.
Si a estas alturas se pregunta qué tienen que ver las palabras del tipo con los dulces y el niño desconsolado, les respondo que individuos como ese, son los que aplauden el alto costo de las golosinas, luego de encarecer rubros en la guerra económica, el papel toillete, detergentes, o las toallas sanitarias, y culpar al modelo socialista. Una periodista afirmó por TV en esos tiempos "no creo que a las chavistas les guste usar toallas íntimas de tela, que asco…" La iracunda comunicadora social vive hoy en los USA, y recibe dólares por ser de "la prensa libre" a los que les paga Elliot Abrams, para apoyar pavosos y aguados de la misma ignorancia que el desalmado derechista, derrotado en el 2018 por el obrero Maduro Moros.
El personaje anda confuncido y abandonado en este 2020, mientras la periodista y otros fugados al exterior, venden su patria, solicitan más medidas coercitivas y no les importa que nos han traído muertes por escasez de fármacos, enfermos en peligro por el retardo en los tratamientos, etc. Se muestran felices por el encarecimiento del cual somos víctimas niños, jóvenes, adultos y ancianos, conducta homicida a fin de entorpecer un nuevo trunfo de la revolución socialista, bolivariana y antiimperialista.
A murmuradors que aun dudan la fecha de la muerte de Chávez, les ruego que no se pongan a la altura de los desalmados. Siete años después veo entrevista de Clodovaldo Hernández a familiares del Presidente Chávez, relatando que "En el hospital militar coincidí con las hijas del Comandante, las vi llorar y actuar como cualquier hijo, me cuesta creer que una hija va a fingir alrededor de la vida de su papá. Verlas me daba seguridad de lo que estaba informando realmente". Pienselo disociado, y rechace a cualquier desalmado.