Como miembro de la Asociación Cooperativa Granola Zuhé 019 R. L., una
cooperativa familiar que comercializa con Mercal Mérida, me llamó mucho la
atención el artículo de Henry Carrero: "Reflexiones sobre Mercal". En una
oportunidad anterior ya publiqué por Aporrea una denuncia con relación a un
funcionario de Mercal Mérida que debo decirlo: fue procesada. (Link:
http://www.aporrea.org/damever
Sin embargo, nosotros que somos proveedores de Mercal, podemos dar fe que el
problema de Mercal no es la falta de publicidad, sino los dirigentes de
vieja guardia que tiene que todavía no han asimilado el socialismo como la
opción que realmente queremos los venezolanos.
Para muestra, un botón. En Mercal Mérida, los miembros de la cooperativa nos
cansamos de pedir una referencia comercial para ser introducida en un banco
a propósito de un préstamo hipotecario que estamos solicitando para la
compra de una casa. Más de un mes estuvimos rogando (si, léase bien:
rogando), suplicando, que nos la entregaran y no lo hicieron. Tanto es así
que los papeles del crédito tuvieron que irse sin dicha referencia.
Esto sin contar con la infinidad de veces que en los módulos de Mercal nos
dicen que han pedido el producto y en las oficinas se hacen los
desentendidos. O la cantidad de veces que nos retienen los cheques de pago
por cualquier excusa. La última: como no hemos llevado una nota de crédito
porque no tenemos dinero para mandar a hacer los talonarios y no nos
quisieron recibir una hecha en computadora, no nos han entregado el último
cheque del año pasado, ni nos han hecho nuevo pedido. Aún cuando saben -por
informes médicos que les fueron entregados por mi persona- que la Coord.
General de la cooperativa, Esther Díaz, mi madre, tiene cáncer en los
pulmones y necesita comprarse el próximo tratamiento de quimioterapia que
cuesta más de cuatro millones de bolívares. ¿Eso es socialismo?
Sería interesante que los dirigentes de Mercal Mérida analizaran el caso del
indígena quechua que se muda a la ciudad con su hijo y su hija para que el
uno estudie medicina y la otra leyes, ya que en su tribu hacían falta un
médico y una abogada. Todos los días en la mañana el padre reunía a los dos
hijos y hacían una oración antes de irse al trajinar diario en la ciudad.
¿Qué decía en la oración? Lo único que podía mantener el equilibrio
necesario en este mundo turbulento: "¡Todo, es de todos!".
¿Tendrán una remota idea de lo que quieren decir esas palabras los
dirigentes de Mercal Mérida? ¿Sabrán que en el socialismo lo más importante
es el ser humano? Yo, no lo creo.
A propósito de cambios ministeriales y renovación, el gabinete ministerial
no es el único que necesita caras nuevas. Así como la mejor publicidad que
tiene Chávez es él mismo, la mejor publicidad que necesita Mercal son
dirigentes socialistas que trabajen por la gente, por el pueblo y no por un
sueldo.