La esencia del Socialismo es restituir las relaciones amorosas entre los humanos, y de éstos con su entorno. Es integrar la sociedad que ha sido fragmentada.
La descomposición de la sociedad se debe a siglos de sistemas que permiten la apropiación del trabajo, que es de todos, que es de la sociedad, por parte de una fracción de la misma. Este robo social se realiza usando como fundamento, como “pistola económica”, la propiedad nosocial de los medios de producción, y una espiritualidad, una conciencia, egoísta, fragmentadora, que justifica el atraco y lo perpetúa.
Entonces:
La lucha por el Socialismo es en esencia la lucha por restituir la hegemonía de la propiedad social de los medios de producción, junto a la hegemonía de la conciencia del deber social. Es decir, los medios de producción deben volver a ser propiedad de toda la sociedad, y los individuos deben adquirir conciencia de que su suerte esta ligada, se realiza, a través de la suerte de la sociedad.
Podemos afirmar, rotundamente, que no es posible construir el Socialismo sin la hegemonía de la propiedad social de los medios de producción.
Se comprende que los oligarcas centren aquí sus ataques contra el Socialismo.
La lucha contra la formación de la conciencia del deber social, la desarrollan a través del estímulo a valores individuales, egoístas. Los siembran desde la infancia, y se valen de los más variados medios, desde la escuela hasta la televisión. Todo el día estamos sometidos a una lluvia de valores morales que apuntalan la fragmentación social y justifican la guerra de todos contra todos.
La lucha contra la hegemonía de la propiedad social de los medios de producción, la hacen de manera más solapada. Ellos saben que es allí, en la economía, donde en última instancia se decide el rumbo del proceso, y es allí donde ponen en juego todas sus artimañas y habilidades.
La necesidad de la hegemonía de la propiedad social de los medios de producción, no es un capricho de ultraizquierdistas, se trata de que el Socialismo no es posible sin esa forma de propiedad.
Se deduce, que el debate que se avecina tenga como fundamento la definición de la forma de propiedad hegemónica. La tarea no es fácil, existen muchos atajos para extraviarse.
Procesos revolucionarios han sucumbido a la tentación de buscar formas que falsifican a la propiedad social, para terminar en un eterno ritornello al capitalismo.
Después que el Comandante anunció la profundización del camino al Socialismo se revolvieron todos los argumentos, afeites y disfraces, para tratar de atrapar la economía dentro de la camisa de fuerza de la propiedad nosocial, capitalista, de los medios de producción. Es así que abundan las declaraciones proponiéndonos mil y un extravíos, menos avanzar hacia la propiedad social.
¡Rodilla en tierra con Chávez y el Socialismo!
¡No es posible el Socialismo sin hegemonía de la Propiedad Social!
¡No es posible el Socialismo sin hegemonía de la Conciencia Social!