Tremenda polémica ha causado entre muchos revolucionarios lo del partido único, con la excusa de la actitud cuasi autoritaria del Presidente Chávez en tomar decisiones sin consultar, se ha paseado en la idea de debate. ¿Debate para qué?, para apoyar o no. Sin duda alguna los partidos y movimientos que decidan no acatar esa línea política y histórica solo Macará la muerte de cualquiera porque el problema aquí no es darle poder político a grupos sino en acabar con esas viejas estructuras partidistas que solo en su seno se dan los vicios de las minorías, lo elitesco y sobre todo ser un partido para sí mismo.
Garrafal error de todos los que piensen que Chávez es autoritario, y aunque lo pareciese él en la mayoría de los casos ha sido bien preciso y el tiempo le ha dado la razón. Lo del partido único o unido como se pretende suavizar es porque obedece a un momento histórico, es el sueño de Bolívar de que cesaran los partidos, mucho más cuando existe una oposición disminuida y destrozada. Tal vez este proceso revele aquello del chavismo sin Chávez que tanto se dijo. Para un momento como este es vital unificar las fuerzas, moverse en un solo sentido porque la historia lo amerita.
En la construcción de un estado socialista a la bolivariana es vital que el poder y la administración del estado surjan desde la base; muchos partidos de izquierda obviaron la formación del pueblo, se enfocaron más en la formación de su militancia, que aunque es pueblo, no llegaron totalmente a la ciudadanía. Se notaba más la presciencia de los partidos en las campañas electorales como si con slogan se pudiese ideólogizar a la gente.
8 años pasaron para que todo el chavismo hubiese sido orientado hacia una comprensión de lo que es capitalismo y lo que es el socialismo tradicional para así enmarcarnos hacia el socialismo bolivariano. Se perdió mucho esa tremenda oportunidad y hoy se debate en quienes se van y quienes se quedan porque se teme perder las cuotas de poder e influencia.
Es más importante enfocar la discusión en cómo se va a orientar a las masas a comprender realmente lo que es el socialismo del siglo XXI, a que el pueblo asimile la diferencia de un sistema del otro. De hecho la misma constitución no fue analizada, ahora dejaremos en los abogados más versados y las elites esa discusión cuando debería de darse foros y talleres por toda la nación en un análisis del texto legal que tenemos y del que queremos.
El partido único debería integrarse a las bases más que a los partidos porque ese berenjenal es a lo que más se teme porque son muchos los líderes políticos que se les va a ser muy difícil sentarse con el común de la gente, prefieren la intimidad de sus oficinas, los restaurantes y los celulares que no dejan de sonar. Es tiempo de que hagamos como hizo Cristo; estar con el pueblo, allí donde está la necesidad. Jesucristo antes de escoger a sus 12 discípulos tuvo que conocerlos desde abajo, estar con ellos, buscar la orientación divina, eso tuvo sus riesgos como el de Judas quién más tarde lo traicionaría de muerte.
Pero Jesús seleccionó bien porque fue muy estratégico al integrar a su equipo de ministros gente que representará al pueblo; escogió a pescadores, comerciantes, funcionario público, guerrilleros, poetas, filósofos; estudie la personalidad de cada uno de los 12 y notará que Jesús buscó la variedad; no fue a los grandes templos a escoger y buscar a sus elegidos; necesitaba gente moldeable para una gran misión. No fracasó en ello porque un siglo después el cristianismo original creció y ganó el mundo conocido; el que hayan hecho de ese movimiento una religión y luego viejas estructuras para el poder oligárquico y dominador es otra cosa.
Hay que dejar los únicos intereses personalistas y acatar la línea histórica que el país demanda.
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