Nunca he creído la frase “en el amor y la guerra todo vale”, excusa que en ocasiones blinda comportamientos inadecuados. En este inicio de campaña electoral hacia las parlamentarias diciembre 2020, tuve un inconveniente pasajero al acudir con intención de entrevistar un personaje revolucionario ejerciendo cargo de importancia, fue previo a un evento convocado para las 10 am, media hora después había una sola persona asistente ajena a 6 amistades de los organizadores, y otras 5 de los convocantes. Quizá la escasa presencia fue motivo para expresarse en particular por dos de los organizadores, dando rienda suelta a odio irreflexivo imprudente, que me obligó a abandonar el propósito periodístico.
Solicité me llamasen pues estaría cerca, di un número telefónico para cuando llegase el personaje, en definitiva, no me llamaron. Me molestó verlos tan lejos de las repetidas peticiones antes y en la despedida pública del Comandante Chávez, quien manifestó que por encima de todo se mantuviese en la revolución socialista el proceso de cambios con “unidad, lucha, batalla y victoria”. Lo que oí el 3 de Nov. 2020 no se diferencia del comportamiento soez de la oposición huérfana de enamorar a la población, y ahíta de descalificaciones entre ellos. No vi en esa conducta entre compatriotas revolucionarios diferencia con los contrarrevolucionarios.
Hace varios años en estos artículos, titulé uno “Te pareces tanto a mi… Juan Gabriel dixit…”, con igual reclamo al de ahora, considerando que de tanto parecerse los militantes revolucionarios en la manera de hacer política adecopeyana, corríamos el riesgo de caer en el foso de la corrupción, y ello sería aprovechado por la oposición que domina el espectro de la comunicación en periódicos, estaciones de radio y en la poderosa influencia de la TV privada, trabajando con los adversarios al socialismo.
Veo que es la preocupación de dirigentes como el joven Héctor Rodríguez, profesor universitario y actual Gobernador de Miranda, y de Diosdado Cabello, Cilia Flores y Jorge Rodríguez, tres aspirantes a retornar a la diputación en la AN que será designada por el pueblo el seis de diciembre 2020. Aplaudo una medida de Venezolana de Televisión, tardía pero oportuna en momentos de campaña electoral, pues VTV invita candidatos y promociona opiniones opositoras, dando una lección a la disimulocracia muy mal ejecutada por canales privados, con odio irracional.
Permita la razón socialista que en quienes se postulan para Diputados en el Poder Legislativo 2021-2026, prive la sensatez, y se castigue legalmente a los ultras de lado y lado, alocados con agallas de hacerse millonarios. Imponerles multas y prisión a quienes vendan su alma. Compatriotas convertidos en retrógrados o sea retrovolucionarios, en actitudes similares a escuálidos contras, que han traicionado la patria en medio de venalidades.
