La perpetuación de la desigualdad social y la esclavitud del trabajo en el siglo XXI

            En miles de años de civilización, la desigualdad social no ha dejado de crecer, expresada en una miseria y pobreza en ascenso, entre la mayoría de los habitantes del planeta en la misma medida y velocidad que se acumula riquezas y poder entre la minoría propietaria que conforma la clase dominante, hoy conocida como la Elite Mundial del Poder (EMP)[1] autoproclamados amos de mundo[2].

            El sueño y la aspiración milenaria toda la humanidad trabajadora y desposeída, de vivir en un mundo donde el pan, el abrigo y la paz, alcance para todos y realmente imperen la "Libertad, Igualdad y Fraternidad" en la práctica diaria del vivir de cada miembro  de la sociedad, se puede resumir en una frase:

Poner fin a la desigualdad social entre los seres humanos.

            Las aspiraciones de quienes viven de su trabajo como asalariados o por cuenta propia se resumen en el legado de Wilhelm Reich, vivir en una  sociedad  donde rija un único principio:

Si el amor, el trabajo, y el conocimiento son la fuente de la vida, deben gobernarla

Ante el genocidio mundial en marcha por parte de la EMP, los trabajadores y asalariados del mundo no tienen opción:

La salida es colectiva o en la sociedad se impone por largo tiempo el capitalismo

del crimen organizado con todo lo que ello implica

I

            El dilema actual de la humanidad trabajadora pensante y sufriente sigue siendo la tragedia que ha padecido de todas las épocas de la civilización en una sociedad asentada en la esclavitud del trabajo de la mayoría de la población en beneficio exclusivo de una minoría propietaria. Las llamadas civilizaciones no han sido más que la organización de la sociedad bajo el dominio de la propiedad privada por parte de una minoría sobre y contra el trabajo y la mayoría de la población. La milenaria desigualdad social vendida como “eterna y natural”, no ha sido  más que la lucha de los amos contra los esclavos para perpetuar y perfeccionar esa relación, fundamento de su sociedad.

            Esta minoría de amos propietarios, llámense esclavistas, señores feudales, terratenientes, burgueses o patronos con sus respectivas burocracias de esclavos a su servicio, han impuesto conscientemente  el Estado (Desde la Ciudades-Estado hasta los imperios) como la forma de organizar  la sociedad de acuerdo a sus intereses, objetivos y privilegios como clase dominante.

            El Estado y con ello la civilización que lo acompaña ,  aparece en cualquier lugar de la Tierra, a partir de la disolución de la vieja comunidad primitiva, basada en la piedra, el arco y la flecha, etc. Ha surgido en un momento alrededor de  6000 atrás, en varios lugares y época en la tierra, dentro del actual periodo interglaciar, comenzado hace unos 10 a 12.000 años. Su imposición coincidió con la aparición de agricultura, la ganadería, el uso de los metales, las ciudades, la religión, ejércitos y la opresión y esclavitud de la mujer, dentro de la familia patriarcal, como primera forma de esclavitud conocida, dentro de la división sexual del trabajo etc.

 El desarrollo de las fuerzas productivas, en especial del poder social del trabajo en la agricultura y la formación de un excedente productivo en la comunidad primitiva  origina por la vía de la violencia y el engaño,  la separación obligada del trabajador de su producto de trabajo y en consecuencia de la aparición de una clase que se apropia del trabajo ajeno y vive sin trabajar. Sin la formación de un excedente en la producción social, en ningún grupo social puede aparecer un sector de la misma, que viva sin trabajar. De allí que la aparición de la propiedad y de las clases sociales, sea producto de un robo, como ya lo anotaba Proudhon en 1840.[3]       

            El desarrollo desigual de la travesía humana en todo el mundo, las condiciones climáticas y ambientales en que han vivido las migraciones de los diferentes homínidos ocurridas desde África, algunos de ellos coexistiendo con el actual Homo sapiens sapiens[4], le han dado a las civilizaciones y Estados conocidos determinadas particularidades[5], que son expresiones de la misma esencia: La desigualdad social fundada en la esclavitud del trabajo. .

            La aparición de civilizaciones fluviales en el Medio Oriente, La India y China, basadas en la agricultura del trigo, arroz, avena, la ganadería, la forja de metales como instrumentos de producción y armas de guerra, le confieren a dichas civilizaciones  características que las diferencian con las civilizaciones surgidas  en América, en fechas cercana  a las anteriores como la cultura  Caral[6], anterior a las civilizaciones Olmeca, Maya, Inca, etc, basadas en el maíz, cacao, yuca, la papa, etc.[7]. Unido a lo anterior, es conocida la procedencia africana de todos los humanos actuales existentes en el mundo, y en el caso de América, donde -hasta hoy- no hay duda de la procedencia  asiática de los primitivos aborígenes de este continente, llegados entre 12 a 20.000 años en plena glaciación.           

El Estado con la civilización e imperios establecidos a lo largo de este corto periodo de la evolución de la sociedad humana no tienen ningún origen “natural, divino, genético, extraterrestre  y menos eterno“. Su existencia no supera los 8000 años, lo que demuestra su reciente existencia, dentro de los 400.000 años del Homo Sapiens Sapiens desde que este emigro desde África hacia el mundo. Y si tomamos como punto de partida los 2,5 millones de años, cuando surge el primer Homo productor de herramienta (Homo habilis), comenzando su separación definitiva del mundo animal y dotándose de una conciencia, que le permite con su trabajo hacer su historia., veremos que la organización de la sociedad bajo la forma de Estado como dominio de una minoría de propietarios  sobre la mayoría trabajadora,  ocupa un mínimo espacio de tiempo en la existencia de la sociedad[8].

            El Estado, independientemente de la forma que adopte, de acuerdo las particularidades geográfica, tecnológicas, poblacionales, ha sido hasta hoy  el escenario o marco donde se ha  desarrollado la lucha entre amos y esclavos en los últimos 6000 años.

            El Estado y la civilización son productos históricos creaciones conscientes de la minoría propietaria, a través de la lucha de clases. Donde una minoría de propietarios, apoyándose en sectores de la propia mayoría trabajadora han terminado imponiéndose sobre la mayoría trabajadora en toda sociedad “civilizada”. Total ya lo escribió Simone De Beuvoir El opresor no sería tan fuerte si no tuviese cómplices entre los propios oprimidos.

            A lo largo de este periodo, en la medida que se han desarrollado las fuerzas productivas, la técnica y el poder social del trabajo, apareciendo nuevos modos de producción y nuevas clases sociales, se ha modificado la relación amo y esclavo y  perfeccionando el Estado como organización de la sociedad en beneficio de la minoría propietaria. Por ello las transformaciones ocurridas en todas las civilizaciones, han sido a lo sumo “revoluciones políticas” mediante las cuales  la  nueva minoría propietaria que derroca o se une a los anteriores propietarios, establecen una nueva relación amo-esclavo. Perfeccionan el Estado, como aparato de violencia y engaño, pero no los suprimen.[9]

En consecuencia,  la aparición del Estado como forma de organización social basada en la propiedad privada y la esclavitud del trabajo son invenciones humanas, bastante reciente en el planeta. Tomando en cuenta que al Sol le quedan unos 1000 millones de años antes de iniciar su agonía, poniendo fin al sistema solar con nuestro planeta incluido, este plazo nos indica que como trabajadores, aún tenemos  tiempo  suficiente  para intentar una y otra vez la transformación de la sociedad en nuestro beneficio y ponerle fin a esta prehistoria donde vivimos. Es intentar construir una sociedad basada en el trabajo concreto de cada individuo cuya existencia como especie, depende de seguir siendo seres sociales. La riqueza y esencia de la vida humana radica, no en la mayor o menor cantidad de máquinas y robot que faciliten nuestra existencia material, sino en la mayor suma de  amor, amistad, trabajo, conocimiento que establecemos con el resto de seres humanos que conforman nuestro verdadero ambiente llamado sociedad. Las máquinas que construimos solo tienen sentido cuando disminuyen el tiempo de trabajo para producir los bienes materiales necesarios garantizando nuestra  existencia, pero, aumentando el tiempo libre para el ocio creador y recreador, esencia verdadera de la vida humana[10].  Hemos surgidos y sobrevivido a varias glaciaciones y cambios climáticos en peores condiciones tecnológicas, y lo hemos logrado, porque vivimos en sociedad sostenida en el trabajo, como primera condición de existencia de todo ser humano[11].

               Siendo el Estado una invención humana aparecido  en determinadas condiciones históricas, impulsado por la minoría propietaria en detrimento de la mayoría trabajadora esclavizada, es hora de que los actuales esclavos asalariados o por cuenta propia nos preguntemos el como hacer para  suprimir las condiciones que le dieron origen a esta forma de organización de la sociedad, que solo tiene como finalidad perpetuar la esclavitud del trabajo y la desigualdad social y en consecuencia nos dotemos de un  programa general que exprese nuestros intereses y aspiraciones, organizándonos y luchando contra la  Elite Mundial del Poder, que en resumida no son ningunos dioses, y como nosotros simples mortales.

II

            El capitalismo y la burguesía de hoy, sigue fiel a su vieja política de reducir la población, en especial de trabajadores y pobres. Desde las viejas leyes contra los pobreza y campesinos en Inglaterra durante la acumulación originaria de capital, donde se separa al productor de sus medios de producción, pasando por el maltusianismo a comienzos del siglo XIX, la eugenesia  a principios del siglo XX hasta llegar al 2020 donde la EMP se ha propuesto simplemente despoblar el planeta, acabando definitivamente con los pobres, reduciendo la población mundial a menos de 1000 millones de personas en el presente siglo.

            Acabar con la pobreza, para los amos propietarios, ha significado, exterminar a los pobres, dejando como sobreviviente únicamente a la “servidumbre voluntaria o esclava” que requieren para seguir existiendo como clase ociosa, criminal y parasitaria. Esta aspiración de la EMP, la ha expresado con toda claridad uno de sus principales ideólogos, el Sr. Kissinger “Si mucha gente va a morir cuando se establezca el Nuevo Orden Mundial, paro será un mundo mucho mejor para los que sobrevivan”.

Esta política genocida,  propia de Psicópatas[12], no es fruto  de la “buena o mala voluntad” de los propietario, ni de sus creencias religiosas, se lo impone la única moral y ética que los caracteriza y domina, como es el infinito y eterno afán de dinero, riqueza y poder, so pena de desaparecer y ser devorado por la “lógica” implícita en la acumulación de capital.

            Bajo el capitalismo, basado en el incesante mejoramiento del instrumento de producción, de las máquinas y usos de nuevas fuentes de energía, el producto más típico en su desarrollo es el desempleado donde la maquina reemplaza a cantidades creciente de trabajadores. A tan solo 50 años  de la  invención de la I Revolución Industrial  y su máquina de vapor, Malthus ya clamaba por reducir la población trabajadora.  Hoy el capitalismo anuncia el inicio de la IV Revolución industrial[13] con la automatización, la robótica, la inteligencia artificial, biotecnología, exploraciones del espacio, etc, y le ha bastado el uso de un arma biológica de destrucción masiva como COVID19[14], para lanzar a la calle a no menos de 600 millones de trabajadores, separados definitivamente del proceso productivo, causando la mayor crisis en toda la historia del capitalismo y de la misma civilización. 

            Esa parte creciente de la humanidad sobrante a los fines de la acumulación de capital, son los sobrevivientes al margen de la esfera productiva y del Mercado Mundial. Esta masa empobrecida no producen plusvalías, “ocupados” en actividades marginales o dependiendo del  Estado y  al no obtener ingresos suficientes no producen ganancias, ni pueden consumir las mercancías principales del capitalismo como vehículos, casas, equipamiento del hogar, producto de la electrónica, la robótica, artículos de lujos, entretenimiento, viajes, turismo etc. Son los auténticos daños colaterales de la guerra de los amos contra los esclavos, del capital contra el trabajo. No forman parte de los costos de producción como fuerza de trabajo, y se convierten en un creciente un gasto social innecesario dentro de las funciones del Estado y gobiernos como administradores de  los negocios colectivos de la burguesía. Eliminar a esta masa comenzando por los más débiles e improductivos como son ancianos, niños y enfermos   es para los amos un “deber moral”, una obligación de conciencia y claro está un excelente negocio.

            Asesinar hoy a los pobres, asalariados, trabajadores a través de guerras, crisis y pandemias[15]  para la burguesía y el capital, es no solo “ahorrarle sufrimientos en este valle de lágrimas a este inmenso rebaño de ovejas descarriadas del señor”, además han logrado hacer de este crimen, un inmenso negocio. Con el Covid19 han logrado construir la ansiada arma  mata gente, que deja intacto los bienes materiales, cobrando en asistencia médica, medicinas, vacunas  la agonía de la humanidad condenada a desaparecer por esta banda criminal.

            Si alguien creyó en la derrota y muerte  de Hitler y su Solución  Final, pues bien el criminal y su proyecto siguen en marcha en el 2020[16]. A diario, a través de las redes sociales y medios de comunicación nos anuncian e informan con “las buenas nuevas”  de la llegada del fin de la humanidad, para lo cual se debe estar preparada al  encuentro con “nuestro señor”. Al fin los pobres saldrán de la duda, porque si dios ordenó a Adán y Eva “Creced y multiplicaos, poblad la tierra”, ahora los nuevos dioses terrenales del dinero y el capital, incluido El Papa, su representante en el planeta, han decidido hacer de nuestras muertes, el primer deber  en su nueva tabla de mandamiento donde establecen: MANTENER LA HUMANIDAD A MENOS DE 500,000,000 EN EQUILIBRIO PERPETUO CON LA NATURALEZA[17]

III

            El Gran Reseteo o Gran Reinicio, no es una simple frase es una transformación consciente a largo plazo de la economía y política mundial, que pasa por la reducción acelerada de la población mundial y la creación de un nuevo Mercado Mundial, donde el gobierno y la burocracia  China juegan un papel fundamental, como instrumentos y socios de la EMP,[18] y su plan del Nuevo Orden Mundial

             Primero, el gobierno chino, es el modelo político autoritario y totalitario a seguir por los países del mundo, sostenido en un partido único o en una elite tecnocrática- militar--delictiva al servicio del poder privado, con un estricto control militar y policial de la población y sobre todo con la política de natalidad  de un solo hijo por matrimonio.

            Segundo, como fabrica del mundo, con una población trabajadora de verdaderos neo esclavos, sin garantías de derechos humanos,  laborales y menos  libertades democráticas.

            Tercero, crear en China para el 2032 un mercado de consumo similar o superior al de EEUU, de unos 300 millones de personas[19]. Trasladando el centro del mercado mundial del Atlántica al Pacifico

            Y finalmente su papel más importante dentro de la agenda globalista de la ELITE DEL PODER GLOBAL encabezada por el capital anglosajón de EEUU, Inglaterra y Europa: Construir la columna vertebral del Nuevo Mercado Mundial, como son la Ruta de la Seda hasta Brasil[20] y el Cinturón Ferroviario de Wuhan-Europa.

            La humanidad por primera vez a escala mundial se debate entre la posibilidad de realización de la utopía y sueño de una sociedad sin desigualdad social, colectiva, verdaderamente humana, donde cada quien reciba de acuerdo al trabajo socialmente necesario y útil que aporte a la sociedad y la pesadilla distopica, de una sociedad basada en el crimen y el sálvese quien pueda, la cual, en Venezuela ya vivimos, como primer país convertido en un inmenso campo de concentración y paraíso fiscal que está siendo subastado a la delincuencia nacional e internacional a través de la macabra ley antibloqueo. (Continuara)

15/11 /2020

sofiaesteve44@gmail.com.

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El gobierno de los Estados Unidos y sus fuerzas armadas han declarado la guerra al pueblo estadounidens1.docx 366K Visualizar como HTML Explorar y descargar